Tras la eventual consolidación comercial del «global shutter» (1), nos queda otro elemento de mecánica delicada y montaje prolijo: el diafragma de palas . Este complicado elemento regula, por un lado, la cantidad de luz por unidad de tiempo que llega al elemento fotosensible, y por otro, un aspecto de carácter mucho más particular: la estética con que se representan los distintos planos de una escena. Y lo que resulta aún más interesante: esa estética depende tanto de su valor numérico –su valor de abertura– como de la forma de esa abertura... Abertura de forma casi perfectamente circular © Valentín Sama © Valentín Sama Para un cierto valor de abertura, un diafragma cuyas palas conforman una abertura muy circular (arriba) produce un bokeh, suave y armónico (2)... Abertura de forma... ¡ejem! © Valentín Sama © Valentín Sama ...al tiempo que un diafragma cuya abertura es de forma poco circular (arriba), ofrece zonas desenfocadas con un bokeh mucho más... atormentado; «bussy» , ...
Un espacio de Valentín Sama, sobre Fotografía. Desde 2004