Rick Norsigian, un especialista en antigüedades, compró –en el año 2000– unos antiguos negativos en placas de vidrio, en una clásica “garage sale”, algo bastante común en U.S.A., cuando los habitantes de casas unifamiliares, deciden “limpiar el trastero” y poner a la venta pública, al aire libre normalmente, en el garaje, pertenencias variopintas a precios habitualmente muy bajos.
Por 45 dólares, se hizo con 60 negativos en placas de vidrio guardados en sobres “manila” (papel marrón vulgar) que ya mostraban signos de deterioro... y a partir de ahí comenzó su aventura.
Rick descubrió una sorprendente similitud de estilo, puntos de toma y técnica con obras originales de Ansel Adams y su investigación, desarrollad a lo largo de todos estos años, le han llevado al convencimiento de que se trata de obras originales del gran maestro.
Entre los datos que lo avalan:
• El marido de Mary Street Alinder, la biógrafa de Adams, ha certificado que la caligrafía de los sobres pertenece a Virginia, la esposa del fotógrafo.
• Está registrado que Ansel Adams sufrió un incendio que le hizo perder 5.000 negativos, y 8 de los 60 que posee ahora Norsigian muestran daño por fuego.
• Y lo más sorprendente: peritos meteorólogos han certificado, tras el examen de las formaciones de nubes en algunos de los negativos ahora descubiertos y los originales, que las tomas fueron realizadas... ¡en el mismo día!
Por supuesto, que Rick Norsigian tiene ahora esas placas a buen recaudo...
Por lo general, con negativos y placas puede llegar a comprobarse si fueron tomados con una misma cámara y/o con un mismo chasis: basta con observar al microscopio los bordes de la “mancha” de luz del negativo: son tan “chivatos” como las macas en proyectiles y casquillos disparados con las armas de fuego.
Al margen del –para mi– indudable interés de este nuevo descubrimiento, que se suma a las “maletas” y “cajas de cartón” rescatadas en los último años con negativos supuestamente de otros fotógrafos famosos, lo que suscita ahora mi inquietud e interés, es la “arqueología” futura de los discos duros desechados.
Entre ellos, aquellos que se dieron por irreparables y que quizá en un futuro pudieran serlo, o simplemente los de aquellos ordenadores descartados por los familiares tras la muerte de sus “controladores” y poseedores”...
¿Qué fotografías de distintos autores, anónimos o famosos, podrán contener?
¿Podrán recuperarse los datos EXIF si los hubiese?
Desde luego, no parece que se puedan llegar a examinar los bordes de los fotogramas...
Página de Rick Norsigian
Por 45 dólares, se hizo con 60 negativos en placas de vidrio guardados en sobres “manila” (papel marrón vulgar) que ya mostraban signos de deterioro... y a partir de ahí comenzó su aventura.
Rick descubrió una sorprendente similitud de estilo, puntos de toma y técnica con obras originales de Ansel Adams y su investigación, desarrollad a lo largo de todos estos años, le han llevado al convencimiento de que se trata de obras originales del gran maestro.
Entre los datos que lo avalan:
• El marido de Mary Street Alinder, la biógrafa de Adams, ha certificado que la caligrafía de los sobres pertenece a Virginia, la esposa del fotógrafo.
• Está registrado que Ansel Adams sufrió un incendio que le hizo perder 5.000 negativos, y 8 de los 60 que posee ahora Norsigian muestran daño por fuego.
• Y lo más sorprendente: peritos meteorólogos han certificado, tras el examen de las formaciones de nubes en algunos de los negativos ahora descubiertos y los originales, que las tomas fueron realizadas... ¡en el mismo día!
Por supuesto, que Rick Norsigian tiene ahora esas placas a buen recaudo...
Por lo general, con negativos y placas puede llegar a comprobarse si fueron tomados con una misma cámara y/o con un mismo chasis: basta con observar al microscopio los bordes de la “mancha” de luz del negativo: son tan “chivatos” como las macas en proyectiles y casquillos disparados con las armas de fuego.
Al margen del –para mi– indudable interés de este nuevo descubrimiento, que se suma a las “maletas” y “cajas de cartón” rescatadas en los último años con negativos supuestamente de otros fotógrafos famosos, lo que suscita ahora mi inquietud e interés, es la “arqueología” futura de los discos duros desechados.
Entre ellos, aquellos que se dieron por irreparables y que quizá en un futuro pudieran serlo, o simplemente los de aquellos ordenadores descartados por los familiares tras la muerte de sus “controladores” y poseedores”...
¿Qué fotografías de distintos autores, anónimos o famosos, podrán contener?
¿Podrán recuperarse los datos EXIF si los hubiese?
Desde luego, no parece que se puedan llegar a examinar los bordes de los fotogramas...
Página de Rick Norsigian
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