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Leica SL3: presentación y prueba

Leica anuncia –en este mismo momento– su modelo SL3, perteneciente a su gama de cámaras sin espejo para formato Barnack dotadas de montura «L» y visor electrónico.
Tal como era de esperar, monta el sensor BSI de 60 Mpx a color y triple resolución (60/36/18 Mpx.) ya experimentado en las M11, M11-P y Q3.
He podido disponer de una unidad de la cámara unos pocos días antes de su presentación (1), y así, a continuación van mis impresiones de manejo y resultados de la más reciente versión de esta serie.
© Valentín Sama


No todos los días se estrena una Leica SL3... vídeo de arranque, en el monitor posterior, de una unidad © Valentín Sama


Dos momentos de la presentación ayer tarde de la SL3 en Madrid © Valentín Sama

Primeramente, una respuesta rápida a la pregunta más repetida: ¿en qué se diferencia la SL3 de la SL2, además de en su sensor? Nada mejor para ello que una tabla muy visual.

© Leica

Si tuviésemos que expresarlo muy brevemente diríamos: ¡«más potente, más rápida, más ligera»!
A su sensor BSI de triple resolución –ver pruebas de campo y de rendimiento estimado al final– que ofrece no sólo un paso más de rango dinámico y de sensibilidad en el extremo alto, sino, además una resolución máxima mucho más alta, se suma autofoco por PDAF, mayor conectividad, capacidades de vídeo muy aumentadas, una batería más potente, monitor posterior táctil articulado y una reducción de peso de 69 gramos. Todo ello, conservando el nivel de sellado IP54 y el cuerpo metálico en aleación de aluminio y magnesio. Se implementa la tecnología «L2» respecto a la montura, que –en colaboración con Panasonic– mejoraría, entre otros aspectos, todo lo relacionado con el AF.

En aras a las potentes capacidades de vídeo, una ranura de tarjeta se reserva a las de tipo CFexpress Type B, conservando la segunda para las de tipo SD UHS III. Algo que a unos complacerá y a otros quizá no tanto; aquellos que prefieran usar dos tarjetas del mismo tipo.
Inicialmente, sorprendió un poco que esta SL3 no incorporase el sistema CAI presentado junto con la M11-P, pero las razones me fueron aclaradas personalmente con motivo de la presentación física de la SL3, en Madrid, unas horas después. (*)

Leica SL3: en la mano

He tenido ocasión de utilizar la Leica S3, tanto con un Leica Summilux-SL 50 mm f/1.4 ASPH. como con distintos objetivos de bayoneta M, vía un adaptador Leica M a Leica SL, así como con otros objetivos más exóticos. Más sobre esto último más adelante.
Primeramente, la experiencia con el Summilux, un «espécimen» con un carácter aparte, para el que –en aras del rendimiento óptico, incluyendo el bokeh– no se han hecho concesiones en dimensiones y peso.

11 lentes (dos aesféricas y cuatro en vidrio de dispersión anómala) en 9 grupos, para un objetivo de focal estándar de 50 mm, con unos parámetros físicos de 124 mm de largo x Ø 88 mm con un peso de 1.065 gramos © Valentín Sama

El conjunto, «en orden de marcha», con una tarjeta SD y correa, se pone en 2.048 gramos, y ni que decir tiene que se agradece la pronunciada empuñadura de la SL3... y esa correa. Muy probablemente, la empuñadura opcional resulte interesante. Con ese imponente objetivo, creo recordar que el primero introducido para el sistema SL, un objetivo de excepcional rendimiento, diseñado sin concesiones, el citado conjunto se me ha hecho un poco pesado, pero bien, hay alternativas dentro del amplio sistema de la Alianza L...

Una primera ojeada por el visor «EyeRes®» con una resolución de su chip OLED de 5,76 millones de puntos y tasa de refresco de 120 f.p.s., nos confirma las buenas sensaciones experimentadas ya con la SL2: la imagen es luminosa y nítida hasta las esquinas, en buena parte merced al buen diseño del ocular, con lentes de vidrio óptico. El sistema de ajuste dioptrías es soberbio, no sólo por su amplia escala, sino también por el gran tamaño del dial y la claridad de sus escala de ajustes; nada que ver con esas minúsculas ruedecillas que encontramos en otros modelos de cámara y que exigen habilidades contorsionistas para su accionamiento.

Si estamos en modo AFS, con selección de «zona de enfoque de campo» o «field», pronto descubrimos que podemos adjudicar la zona de enfoque allí donde deseemos, incluso en las mismas esquinas del fotograma, y ello con toda comodidad, merced al «joystick». En ese modo, podemos recorrer una matriz de 13 x 13 zonas de enfoque.
Si optamos por el modo puntual, lo podemos hacer recorriendo una matriz de 25 x 25 puntos, incluyendo igualmente hasta las mismísimas esquinas.

Inicialmente, suelo emplear el modo de «field» como preferido... hasta que he probado el modo puntual de la SL3: me ha parecido extremadamente reactivo y preciso, y eso que el Summilux-L utilizado –de primera generación– al parecer no explota el modo AF «depht mapping» de la SL3, AF que, recordemos, incluye también el AF por contraste y el nuevo PDAF.
Por supuesto disponemos de modos tales como multicampo, de seguimiento, reconocimiento facial, e incluso –en versión beta– para animales.

El panel LCD superior –en B/N– es de lo más elegante que se pueda imaginar, con su tenue iluminación azul automática. El vidrio es repelente a huellas dactilares y otras manchas. © Valentín Sama

El visor no adolece de «blackout» en absoluto, incluso en los disparos a ráfaga, incluyendo el modo de 15 fotogramas por segundo a 12 bit. (2). A destacar que incluso en los modos de obturación mecánica, el sonido es muy contenido.
¿Os gusta el enfoque selectivo, con bello bokeh? Pues la obturación híbrida, que llega a 1/8.000 seg. en modo mecánico y a 1/16.000 seg. en modo electrónico nos permite utilizar objetivos de alta luminosidad –hasta de f/0,95– a pleno sol, y más aún si utilizamos el extremo bajo de la gama de sensibilidades, que en la SL3 baja a ISO 50 respecto al ajuste de ISO 64 del mismo sensor en la M11.

Ya que estamos con el visor, podemos hablar de la estabilización óptica integrada en cinco ejes en el cuerpo de la SL3 o IBIS (similar a la de la SL2), que ofrece, según la firma, hasta cinco pasos. Los buenos servicios de esa estabilización se perciben claramente a través del visor electrónico, y ello es muy de agradecer –para todo tipo de tomas– para los que –como es mi caso– ya no tenemos el mismo «pulso» que hace más de medio siglo...
A destacar que ello se ofrece no sólo con los objetivos de la montura «L» sino con todo aquel que acoplemos mediante adaptador, como sería el caso de los soberbios y compactos de la serie Leica-M, pero no sólo ellos...

Un Leica Summicron-M 50 mm f/2 acoplado mediante adaptador © Valentín Sama

Siguiendo con la experiencia de uso, un aspecto curioso: dado que los equipos son novísimos y se prueban bajo estricto embargo o NDA, aunque se dispone de información al respecto de los mismos, todavía no están disponibles, en ese momento de la prueba... ¡los manuales!
Así que, en cierta forma, la primera parte de la prueba permite descubrir lo intuitivo que va a ser el acceso a los mandos y funciones, a la configuración.
En mi caso, me hice muy rápido «con ello», trabajando, tal como es mi costumbre en modo «A» de automatismo de prioridad al ajuste de diafragma:
  • Rueda superior izquierda: ajuste ISO
  • Rueda superior derecha: compensación de la exposición
  • Rueda posterior: entrada del valor de abertura de diafragma
Más rápido, práctico e intuitivo no digo que «imposible», pero... poco le faltaría.

Menús muy limpios en una nítida pantalla táctil © Valentín Sama

Un toque sobre el pulsador «MENU» nos abre el cuadro de diálogo en el monitor posterior articulado táctil de 3,2" y 2.232.800 puntos, que cambia de color rojo a amarillo según estemos en el modo «Foto» o «Vídeo». Ahora, navegamos con facilidad por los ajustes por medio del «joystick» de la parte posterior superior. En la imagen, con la SL3 ajustada en modo «M», aparecen los valores de tiempo de obturación, valor de abertura, ajuste ISO, compensación de exposición, modo de AF, AF de«field», resolución de archivo, medición matricial, toma foto a foto («single») WiFi y balance de blancos. Esta información se replica en el visor, y en parte, en el panel LCD superior.
 
Indudablemente se trata de diseños evolucionados a partir de los aplicados en los modelos M11 y –especialmente– Q3, pero en este caso se ha dado «una vuelta de tuerca» más en refinamiento. Así, como cortesía adicional, la información acerca de los parámetros de toma, acompaña en su orientación al cambiar de encuadre horizontal a vertical y viceversa.
Ese botón de «puesta en marcha» iluminado es –al parecer– un rasgo distintivo de la SL3. Y ya que estamos: la SL3 es muy reactiva en lo que se refiere a estar lista para el disparo desde apagada.

El enfoque, en automático y manual

Desde Leica nos dicen: «La bayoneta –"L"– de la montura garantiza una amplia compatibilidad del sistema Leica SL3. En concreto , el excepcional potencial de los famosos objetivos M de Leica (los telemétricos) se aprovecha al máximo gracias al exclusivo diseño del sensor de imagen y un sensor de luz externo

Esto significa  que esa utilización no sólo es tolerada, sino recomendada... veamos.
A lo que hace referencia la parte relativa al diseño del sensor es que el «paquete» de filtros del mismo se ha desarrollado de tal forma que su espesor es mínimo –de hecho, fundiendo los componentes UV e IR en uno sólo– lo que redundaría en un muy buen rendimiento incluso con objetivos M de focales cortas y diseño no retrofoco, gracias también a la acertada ausencia del nefasto «filtro de paso bajo».
Lo del «sensor de luz externo se refiere a lo que podemos ver en la imagen de abajo, y su funcionamiento está por aclarar al 100% en el momento de escribir esta «review».

© Valentín Sama

Bajo esa pequeña ventana rectangular de la SL3, uno de los círculos –el de mayor diámetro– corresponde al emisor de luz de ayuda al AF y el otro... es «el sensor de luz externo», algo parecido a lo que recuerdo de la Olympus E-1, la primera para el protocolo Cuatro Tercios...
Al parecer, cuando empleamos objetivos Leica M mediante adaptador la medición externa de luz a través del sensor oculto tras esa ventanita circular opal complementa la información del sensor CMOS BSI para una mayor precisión en la exposición.

Lo que he podido comprobar es que resulta absolutamente recomendable utilizar el adaptador original Leica de montura M a montura L (400 €) antes que uno más simple (50 €). de los que hay muchos en el mercado. El original dispone de codificación óptica a 6 bit, por lo que «reconoce» los objetivos codificados, con las ventajas que ello supone. Además, con un adaptador alternativo –aún de buena calidad– me he encontrado que, por ejemplo, ignoraba el ajuste de ISO Automático introducido en la cámara, revirtiendo «a traición» a ISO 100 manual...

En el modo de enfoque manual, tan pronto accionamos el aro de enfoque de un objetivo AF, se acciona el aumento de la imagen (3) y no sólo eso, sino que podemos elegir –por menú– el «throw», el ángulo de giro de infinito a la distancia mínima de enfoque.
En el caso de utilizar un objetivo enteramente manual, para Leica M, por ejemplo, podemos activar la ampliación de imagen con una simple pulsación del joystick. Personalmente, me encantan esas opciones o modo de trabajo.

Un Leica Summar 5 cm f/2 del entorno de 1935 en montura de rosca usado con doble adaptador: de rosca a bayoneta Leica M y de esta a montura de bayoneta L: casi 90 años y perfectamente funcional sobre la más reciente cámara Leica; un canto a la no obsolescencia programada . © Valentín Sama

Aunque en sentido estricto no se recomienda emplear objetivos retráctiles –imagen de arriba– sobre estas cámaras, y ello por riesgo de daños accidentales sobre el cuerpo/sensor de las mismas, con las debidas precauciones podemos disfrutar de su particular estética de imagen. No tendremos ningún problema para enfocar con mayor precisión aún que con el sistema telemétrico original, ya que lo hacemos sobre el mismísimo plano focal.

A la hora de utilizar objetivos mediante adaptador, lo ofrecido por la SL3 a través de menú roza lo sorprendente:
  • Permite introducir manualmente (para ópticas no codificadas), multitud de referencias de ópticas Leica M y R. Sólo de Leica M he contado más de 50 referencias. Ello optimiza en principio corrección de viñeteo y aberraciones cromáticas.
  • A ello se suman los 10 del sistema Leica «S» de formato medio
  • Permite introducir para «otros objetivos», valores de focal de: 12, 15, 17, 18, 21, 24, 25, 28, 35, 40, 50, 55, 58, 70, 75, 85, 90, 100, 135, 180, 200, 280, 300 y 400 mm
  • ¿Vuestro objetivo no obedece a ninguna de estas focales?... pues se nos abre un teclado virtual para introducir la deseada
Creo entender que la posibilidad de introducir a mano focales de objetivos no perfilados, puede tener que ver bastante con el sistema de estabilización, pero no está confirmado en este momento.

© Valentín Sama


En contra de lo que pudiera esperarse (conexión para flash), este zócalo es para la conexión de sincronización de «Video Time Code». De ahí su aparentemente extraña ubicación. Va protegido por una tapa a rosca. © Valentín Sama

MUESTRAS

A continuación, una galería de imágenes, que nos ayudarán a comprender mejor las capacidades fotográficas de la nueva SL3 (4)

Summilux-SL 50 mm f/1.4 a f/1.6 1/200 seg a ISO 100 Enfoque puntual © Valentín Sama

Summilux-SL 50 mm f/1.4 a f/1.4 1/160 seg a ISO 100 Enfoque puntual © Valentín Sama


Summilux-SL 50 mm f/1.4 a f/1.8 1/320 seg ISO 100 Enfoque puntual © Valentín Sama

Summilux-SL 50 mm f/1.4 a f/11 1/800 seg ISO 100 © Valentín Sama

Summilux-SL 50 mm f/1.4 a f/1.4 1/640 seg ISO 100 Enfoque puntual © Valentín Sama
«Enamorado» de ese enfoque puntual...

Voigtländer Color-Skopar 28 mm f/2.8 ASPH. mediante adaptador; a f/4 1/100 seg ISO 2.500 © Enfoque manual Valentín Sama

Voigtländer Color-Skopar 28 mm f/2.8 ASPH. mediante adaptador; a f/8 1/150 seg ISO 100 Enfoque manual © Valentín Sama

Summilux-SL 50 mm f/1.4 a f/5.6 1/100 seg ISO 12.500 © Rafael Roa

Summilux-SL 50 mm f/1.4 a f/5.6 1/100 seg ISO 1.250 © Rafael Roa


Summilux-SL 50 mm f/1.4 a f/7.1 1/60 seg ISO 12.500 © Rafael Roa


Summilux-SL 50 mm f/1.4 a f/3.5 1/100 seg ISO 5.000 © Rafael Roa



Para esta imagen, con una infame mezcla de luz de LEDs, fluorescentes y luz natural de ventana, el AWB de la SL3 actuó con gallardía  «más allá del deber». Summilux-SL 50 mm f/1.4 a f/1.4 1/160 seg ISO 1.600 © Valentín Sama

© Rafael Roa.  Boceto para un proyecto en desarrollo. Leica Summarit-M 75 mm f/2.5 a f/11-8. ISO 50

Trabajar con esta cámara –también en estudio, arriba– nos ha brindado la oportunidad de comprobar que los objetivos Leica-M, de todas las gamas, especialmente los diseñados desde 2010, tienen reserva suficiente de capacidad de resolución para operar sin complejos sobre ese sensor de 60 Mpx.


© Valentín Sama

Y al ajuste ISO más bajo, ahora de 50, el sensor de la SL3 nos ofrece resultados otrora reservados a cámaras de banco y gran formato. Y nadie nos impide trabajar con ella sobre trípode. Con una rótula micrométrica podemos disfrutar de ciertas antiguas sensaciones...¡con un equipo ligero!
De hecho, aunque la Leica SL3 incorpora un modo de «corrección de perspectiva», puesto que ello supone un cierto recorte del fotograma... ¿por que no usar un auténtico «shift» sobre la misma»? Que también podría ser un Leica 28 mm f/2.8 PC Super-Angulon-R...

El vídeo

Y no podemos dejar de lado las nuevas altas capacidades de vídeo que ofrece la SL3. Así, nos ofrece los modos:
  • C8K (17:9) a 8192 x 4320
  • 8K (16:9) a 7680 x 4320
  • C4K (17:9) a 4096 x 2160
  • 4K (16:9) a 3840 x 2160
  • Full HD (16:9) a 1920 x 1080
La SL3 goza de compatibilidad con códecs tales como los H.265 y ProRes de Apple, Rec. 709, L-Log Rec. 2020, HLG Rec. 2020, etc.
Pos ratios son de 8 bit/10 bit sobre tarjeta SD y de 10 bit en la salida HDMI. No faltan, por cierto, todos los puertos necesarios.

Ranuras para tarjetas y puertos. © Leica

¿Lo «tuyo», es el vídeo? © Leica

La Alianza L: un ecosistema a explorar © Leica


Leica SL3: conclusiones

Como cualquier otra Leica, la SL3 no es fácil de clasificar. Los menos familiarizados con la marca y el concepto de la «Alianza L», que gira en torno a la montura «L» desarrollada por Leica, quizá ignoren que... en ese grupo hay ocho marcas, y que existen actualmente ¡en torno a 90 ópticas compatibles con esa montura!

Eso sin contar con las disponibles en la totalmente actual montura Leica-M, las de «legado» disponibles en Leica R, las del sistema Leica S para formato medio y las de innumerables monturas que podrían usarse mediante adaptador sobre el cuerpo de una Leica SL3. De hecho, yo mismo he hablado muchas veces de la posibilidad de una «Leica M con visor electrónico», cuando «esa cámara» sería en realidad esta SL3.

Por otro lado, tenemos el magistral sensor de resolución variable inaugurado con la M11, un «chip» que considero que es –hoy día– «el estado del arte» en formato Barnack: la calidad del color, la extensa gama tonal y la flexibilidad de los archivos DNG en lo que a ajuste de luces y sombras en postproducción nos dan mucho juego en aplicaciones creativas y profesionales.

Cuando lo comento, soy consciente de que –en ocasiones– se me mira como un emisario de un lejano exoplaneta, pero pienso que la SL3 es precisamente «una de esas rarezas de Leica» sino una suerte de «respaldo polivalente», el centro de un amplio sistema de objetivos, de opciones ópticas que habría que valorar en su conjunto.

Y además, una cámara ágil, de fácil manejo y altas prestaciones que puede llegar a sorprender una vez que se trabaja con ella. ¿Es «cara»? (5) No más o no mucho más que una «despejada» de alta gama dentro ese formato original... Barnack.



Acerca del sensor de las SL3, M11, M11-P y Q3

La nueva Leica SL3 incorpora el muy especial sensor de las Leica M11, M11-P y Q3, esto es, un sensor «de resolución variable». El sensor –en formato Barnack (24 x 36 mm)– ofrece una resolución nativa de 60 Mpx., pero también nos permite fotografiar a resoluciones de 36 Mpx. y 18 Mpx. Pero lo fundamental es que, para estas dos últimas resoluciones «inferiores»... se siguen utilizando todos y cada uno de los 60 fotodiodos, manteniendo el formato de 24 x 36 mm.

© Leica

¿Cómo es posible eso? En realidad es muy sencillo, al menos en principio: aplicando la conocida tecnología de «pixel binning». El sistema no es otro que sumar los fotones atrapados en cada uno de los 60 millones de fotodiodos a fin de mejorar –en determinadas condiciones de toma– la calidad de imagen.

Así, desde Leica se nos indicó, y en un principio, que –al valor de 36 Mpx.– alcanzaríamos un punto más de rango dinámico –15 pasos en lugar de 14– al tiempo que a 18 Mpx., el ruido –con el mismo rango de 14 pasos de los 60 Mpx.– sería lo más bajo posible, en todos los casos con una profundidad de color de 14 bit para los DNG y de 8 bit para los JPEG. Evidentemente, a 60 Mpx. la resolución de detalles finos será máxima, y de hecho la más alta en una Leica-M hasta la fecha.

La verdad es que –a priori– el tema es de lo más interesante, y parece que, en principio lo más normal sería operar habitualmente en 36 Mpx., la opción más equilibrada... ¿o quizá no? A la vista de las tomas controladas que ofrezco –y de los resultados que cada uno obtenga– se tomará la decisión más oportuna en cada caso.

Por el momento, tal como es costumbre en todas las marcas, no conocemos quién es el fabricante de este sensor, si bien sabemos que ahora, en esta Leica SL3, el control es por medio del procesador Leica «Maestro IV», un procesador (probablemente   de Fujitsu) que, en mis pruebas, en la versión III, se reveló ya como muy rápido. El filtro del sensor sigue la pauta del incorporado en la M 10R, siendo monolítico bicapa UV+IR, y muy fino, a fin de optimizar el rendimiento con los objetivos angulares del sistema M. Debe ser similar, si no idéntico al de la M 10-R.

A continuación vuelco los resultados obtenidos por medio de este sensor en la M11, por un lado porque la disponibilidad de tiempo ha sido insuficiente para montar la prolija prueba del bodegón, y por otro, debido a que  la prueba de la SL3 se ha realizado sobre una unidad todavía, con un firmware 1.0.0, que por experiencia suelen demostrar no estar todavía al 100%.

Actualización a 10/032024: de hecho ya se ha presentado, aproximadamente 48 horas después del lanzamiento, la actualización a 1.1.0 del firmware…

No obstante, y esto es de importancia, a la vista de las tomas de campo realizadas con la SL3, ajustes ISO de hasta 12.500, tengo la sensación de que el procesador Maestro IV es capaz de arañar bastante más de calidad a ese sensor, tanto en lo que respecta a ruido como a calidad de color, velocidad aparte.

Prueba de rendimiento bajo condiciones controladas (M11)

Para la primera prueba del sensor que ahora monta la SL3, utilicé un «bodegón» que incluye un buen número de elementos para ponérselo difícil a los sensores y firmware de las cámaras, y por eso es intencionadamente barroco. El objetivo utilizado fue un APO-Summicron-M 50 mm f/2, el que se supone es el «tope de gama M» en calidad de reproducción en esa focal. Se ha utilizado a f/8-11 para evitar entrar en zona de difracción.

Aunque cada observador aplicará su propio criterio, os hago ciertas observaciones y sugerencias:
Algunos objetos están dispuestos de tal manera –más claros a la izquierda, más oscuros a la derecha– con la intención de extender el rango tonal de la escena, ya que la iluminación –de ventana– está ubicada a 45º a la izquierda y 25º desde arriba. Hay una sutil luz de contra con nido de abeja que viene por la derecha. El modo de color, salvo indicación en contra, es el «estándar».

Punto clave es la tabla Pro-Passport de colorchecker para la que se ajusta color y exposición (parche gris medio). Lo demás «se deja caer, según Ansel Adams» y debiera permitir nuestras evaluaciones visuales y mediciones.

Me permito llamar vuestra atención –de izquierda a derecha– sobre:
  • Los caparazones de jibias, con sus sutiles y cálidas tonalidades blanquecinas
  • Los brillos especulares del reflector de la Speed Graphic y la primera bombilla fungible de magnesio de la historia
  • Los botes Kodak de película, que nos ofrecen el esquema RGB además del blanco y el negro
  • En los coches de «hojalata», en el azul, el conductor no está perfectamente afeitado... ¿lo veís? Y el bólido plateado nos deja detectar pronto ruido de crominancia
  • Además de la torre Eiffel tenéis una copa grabada al ácido, sin olvidar la conmemorativa de los 50 años de Photokina (¡ay!)
  • Bajo ésta un estuche en cartulina serigrafiada
  • Otro punto clave es la cámara Mercury sobre la que ¡ojo!, se ha realizado el enfoque: las filigranas de sus grabados  nos serán muy útiles
  • Una oscura botella de cloro intenta despegarse del fondo de tela negro (sobre el que veremos posible ruido)
  • La delicada caja de laca rusa nos permitirá ver matices de detalle y color
  • El lateral del fuelle de la antigua Kodak pone a prueba la capacidad de gama tonal en el extremo opuesto a los brillos especulares del reflector de la Speed Graphic
  • Y finalmente ¡hay algo mucho más oscuro casi escondido el extremo derecho del encuadre!
  • Las flores nos aportan matices de color orgánico y en el anuncio de Agfa no caigáis en la trampa: ¡en el original las letras no son en blanco puro!
  • Ya que estamos en ello: en las imágenes en las que asoma el jardinero con la pala tras la Mercury...¡hay aplicada reducción de ruido!
Poner absolutamente todas las tomas realizadas (sólo del bodegón unas 420) sería abusivo y aburrido, pero creo que sí que puedo ofrecer algunas clave. Siempre hay que tener en cuenta que la propia plataforma de Blogger impone una cierta compresión, aparte de las variables de monitores, etc. Por eso añado algunas observaciones personales. En principio, todas las imágenes se dejan ampliar. Todas, © Valentín Sama

A 60 Mpx. e ISO 64, la que se supone era la sensibilidad nativa del entonces nuevo sensor BSI y que ahora, en la SL3 permite bajar a ISO 50.

A 60 Mpx. e ISO 200

A 36 Mpx. e ISO 200

A 18 Mpx. e ISO 200
Ahora, vamos a subir, de forma valiente a los ajustes ISO altos a muy altos... y puesto que, quizá nos pueda interesar, vamos a ofrecer la variante con reducción de ruido.

A 60 Mpx. e ISO 1.600

A 60 Mpx. e ISO 1.600, con reducción de ruido +1

A 36 Mpx. e ISO 1.600

A 36 Mpx. e ISO 1.600, con reducción de ruido +1

A 18 Mpx. e ISO 1.600

A 18 Mpx. e ISO 1.600, con reducción de ruido +1

¿Nos atrevemos?... ¡Subamos a ISO 25.000!

 
A 60 Mpx. e ISO 25.000

A 60 Mpx. e ISO 25.000, con reducción de ruido +1

A 36 Mpx. e ISO 25.000

A 36 Mpx. e ISO 25.000, con reducción de ruido +1

A 18 Mpx. e ISO 25.000

A 18 Mpx. e ISO 25.000, con reducción de ruido +1

A 60 Mpx. e ISO 6.400

A 36 Mpx. e ISO 6.400

A 18 Mpx. e ISO 6.400


El sensor Leica BSI de triple resolución incorporado en la SL3: mis impresiones previas basadas en ese mismo sensor sobre la M11

Lo reconozco: podemos pasar horas examinando y discutiendo sobre los archivos, y es posible que cada uno extrajese conclusiones algo diferentes. Por eso voy a atreverme –es un riesgo– a resumir. ¿Está lo que promete Leica acerca de sus tres DNGs –60/36/18 Mpx.– ahí? La respuesta es afirmativa. Pero hay que mirar con detalle.

ISO 64 la calidad de imagen a 60 Mpx. es tan apabullante que si fuese posible, rara vez saldríamos de ese ajuste. En ese terreno las mejores ópticas luminosas APO de Leica tienen su terreno, para ser utilizadas a grandes aberturas. A notar, que el obturador híbrido mecánico/electrónico nos ofrece tiempos de hasta 1/16.000 de segundo para poder explotar a pleno sol esas aberturas.

Sólo una escena con un rango tonal extraordinario nos invitaría a «tirar» del modo de 36 Mpx.
Así por ejemplo, sin salir del ajuste ISO más bajo podéis encontrar algo más de texturas en las altas luces especulares y en las sutilezas de los caparazones de las jibias. Puesto que la resolución sigue siendo muy alta no es mentira que –tal como indica la firma– el modo de DNG 36 es quizá el más equilibrado.
A estas alturas espero que ya hayáis descubierto lo que había escondido en las sombras a la derecha, junto a la cámara Kodak: una caja de bakelita; casi negro absoluto salvo por los delatores brillos de su grabado.

Al ajuste de ISO 1.600, un valor muy útil –«dadme un 1.600 ISO limpio, y me conformo»– decía en una ocasión el gran David Airob, la gama tonal y la nitidez es todavía muy buena para 36 Mpx., y el mínimo ruido mejora con la reducción, con casi inapreciable pérdida de nitidez. En este ajuste ISO es cuando ya se empieza a notar la mejoría en ruido utilizando el modo de DNG 18.

Al saltar  al valor de 25.000 ISO, es cuando comienzan a pasar cosas más llamativas. A DNG 60 el ruido es –tal como definen muy bien en USA– del tipo «sal y pimienta»: bastante acusado.
El ajuste teóricamente ideal, por la acumulación de fotones con el «pixel binning» ofrece una suerte de grano –más que ruido de crominancia– de aspecto muy nítido, del tipo «revelado con Rodinal» de la fotografía fotoquímica. La reducción de ruido aquí lo reduce, pero a costa de nitidez. Quizá un ajuste de reducción menor del utilizado, cero en lugar de +1, ofrecería un compromiso interesante.
Por supuesto, en los ajustes ISO altos intermedios, para 6.400 y 12.400 los resultados en ruido se escalan proporcionalmente, con resultados que me parecen muy buenos. Aunque, este sensor, todavía bajo el procesador Maestro III nos pide, amablemente, trabajar habitualmente a 200, 400, 800 ISO. Con más tiempo del que he podido disponer con la SL3 es muy probable que descubramos que el Maestro IV mejore aún más los resultados.

Ya que hablamos de alta resolución conviene recordar que, al fotografiar con las cámaras con esas características, conviene evitar en todo lo posible la trepidación. En ese sentido, en el modo de ISO automático, podemos realizar ajustes para limitar los tiempos de exposición/obturación en rangos de fracciones de la focal utilizada en cada momento.



(1) La unidad ha sido cedida por Leicastore Madrid
(2) A esta tasa de secuencia, la SL3 opera en modo de obturación electrónica, totalmente inaudible
(3) Si tenemos activada esa opción en el menú
(4) Las de vídeo, por disponibilidad de tiempo, tendrán que esperar...
(5) PVP: 6.860 €
(*) Confirmado: el CAI se reserva de momento a la M10-P al estimarse que encarecería innecesariamente a la SL3

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En el año 1935 se presentó el Kodachrome 135-36 y en el año 1936 la Kine Exakta, la primera SLR para película de 35 mm ¡Buenas añadas! © Valentín Sama (*) Todo lo que necesitas conocer acerca del Kodachrome, incluyendo algunas cosas que –quizá– te contaron mal... Los orígenes El escenario es una avenida de la ciudad de Nueva York, en un anochecer de 1917 . Leopold Mannes y Leopold Godowsky Jr. salen de visionar en un cine el filme «Our Navy» , y se lamentan de la pobre «reproducción de color» –si es que se le puede llamar así– que ofrece el sistema de proyección «Prisma», similar al «Kinemacolor», que se fundamenta en un dispositivo bastante burdo, de filtros aditivos rotativos frente al objetivo del proyector. La realidad es que, a la sazón no existe ninguna película en color «tripack» viable. Algo une a los dos Leopoldos además de su nombre: ambos son músicos profesionales, y acostumbran a dar recitales, de violín y piano, Godowsky y Mannes, respectivamente. Pero hay algo más: los

«Pentax 17»: algún detalle que no te han contado

Los artículos sobre la nueva cámara para medio formato sobre película,  Pentax 17 , abundan, y aunque la mayoría son meras transcripciones de la nota de prensa, hay incluso alguna apresurada «review» ya publicada. Personalmente ya aventuré alguna opinión antes de su lanzamiento , pero ahora, veo que resulta conveniente avanzar algunos detalles que parece que tanto a Pentax como a esos primeros «desembaladores» y «probadores» de la cámara se les han pasado por alto . Y pueden tener su importancia... veamos. Nada de codificación DX © Ricoh Pentax Atentos a esos dos diales... © Ricoh Pentax  La Pentax 17 permite a sus usuarios seleccionar manualmente el ajuste ISO de la película a utilizar, o quizá debiéramos decir «exige» , ya que no incorpora lectura de los códigos DX de los chasis de película. Ello no es ni bueno ni malo, y de hecho ofrece alguna posibilidad (1) para usuarios avanzados, aunque ese no sea «el grupo objetivo» de esta camarita. Los ajustes ISO que se pueden introducir