Galaxia Aghcrown.
Cuarto sector.
Zona LD/IF.
Área de influencia de Trantor.
Tiempo del noveno sol.
Zona LD/IF
Ferronavécula 4
Los cubos aleatorios han terminado su caprichosa carrera sobre el tapete de selenofoam y nos muestran con toda la crudeza de un archivo RAW que, aparentemente, la suerte está echada. La mayoría de las signaturas reducen su presencia en el mercado del silverado, tanto en fabricación de productos como en el apoyo que brindan a los medios más cultos de comunicación no efímera. El juego, los objetivos alienantes a cumplir, parecen estar claros como atmósfera de Virginium desde que alguna de las signaturas especializadas en fototraps numéricas recomienda a sus usuarios “que no piensen”. La invasión de los ultracuerpos parece haber alcanzado la compleción de esta primera fase, y por todas partes nos rodean los adeptos de la nueva religión, o los “abducidos”, tal como me comentaba verbalmente hace unas miliUtias uno de mis replicantes de ADN. A pesar de ello, existen signaturas que no solo no abandonan el silverado, sino que lo acogen en sus palmcatálogos, lo cuidan e incluso expanden su difusión dentro de sus posibilidades, lo que aporta esperanza, en el mejor sentido de la palabra en este caso, por supuesto.
Somos bastantes los de la Nueva Malla, Thuvia, Aor, Bromur, Tars Tarkas, Jodar, Selarom, Kantos Kan, yo mismo y otros más, los que nos reconocemos, sin necesidad de saludo secreto, a través de la determinación tranquila de nuestra mirada. Incluso hemos pedido a Hor Vastus, que se nos una, una vez confirmado finalmente converso a la nueva religión, tal como sospeché tras mi avistamiento en la explanada de las Pirámides. Sus aportaciones pueden sernos igualmente útiles. Estamos seguros de no estar en posesión de la verdad, pero nos sentimos no menos seguros de que no solo estamos firmemente determinados a alcanzar el máximo conocimiento, sino también, a conservarlo. Si, también de los nuevos ritos, pero con el máximo aprecio y dedicación a la práctica de los anteriores, los que algunos comienzan a llamar “antiguos”.
Estamos trabajando en distintos frentes. ¡Se reactivan los cuartos oscuros, se limpian probetas, se hacen listados de sistemas y consumibles silverados disponibles, cargamos de nuevo con rico silverado nuestras silveradas clásicas! E incluso invertimos nuestros últimos decagalaxos en rescatar del peor final posible las silveradas que liquidan aquellas signaturas que se ven obligadas a ello por la agresiva invasión de los ultracuerpos bárbaros venidos de más alla de la Marca del cinturón Dinámico…
Lo hemos dicho: no haremos nada nuevo. Ya en Acqua, durante la larga noche de La Gran Peste, otros recopilaron, copiaron, iluminaron, archivaron, protegieron y conservaron para generaciones futuras los archivos que contenían el conocimiento de las artes a fin de protegerlos de la pesadilla de la barbarie que asolaba los campos y los ríos. Más modestamente, ahora hemos comenzado una tarea similar. Disponemos ya, rescatados de entre las manos de más o menos oscuros mercaderes y mercenarios trashumantes, de maravillosos dispositivos relacionados con el registro silverado de imagen, artefactos que probablemente serían considerados ahora como “extraño objeto de culto para aplicaciones rituales desconocidas” por parte de los adeptos de la nueva religión. Localizamos, adquirimos, fichamos y conservamos antiguos manuales y formularios que nos permitirán, de ser necesario, reconstruir formulaciones y materiales silverados. Si nos mantenemos fuertes en nuestro propósito, conseguiremos que no se pierdan ni los ritos ni los medios para que, aquellos asemelladores que deseen seguir ofreciendo la maravilla de la imagen estable, sobre plata, lo puedan seguir haciendo.
Como ya hemos tenido ocasión de comentar, somos de la opinión de que la Civilización está ciertamente relacionada con la conservación de la memoria de los ritos, así como con el estudio, y aceptación en su caso, de los mejores de entre ellos que puedan derivarse de las nuevas propuestas, por exóticas y de efímera vida que sean las tribus que las propongan.
Por esa razón, hace ya deciUtias, que en silencio, a la vez que abrimos nuestros cuartos oscuros a la conservación de la riqueza silverada, nos especializamos tenazmente en el conocimiento acerca de la nueva religión, la de las fototraps numéricas. Nos hemos preocupado de que nuestras calculadoras multitarea de nanopartículas proteínicas Cam sean de las más potentes entre las potentes, y estamos, en la Nueva Malla, en disposición de entender más allá de cualquier nivel que los acólitos y exorcistas de la religión numérica puedan imaginar.
Y ahora, debo dejaros por el momento: acaba de llegar, en la ferronavécula de transbordo, la última aportación a nuestros fondos: “Das Große Agfa Laborbuch” de Beck y Westendorp, y debo darle entrada en la Enciclopedia Galáctica. Esta antigua obra contiene valiosa información acerca de los laboratorios dedicados al silverado, incluyendo, fórmulas, descripción de dispositivos de tratamiento, antiguos protocolos de trabajo… ¡una joya!
Me emociona sostener este libro en mis manos. Fechado en lo que algunas tribus de Acqua llamaban “año 1942”(*), está realizado en antigua pasta de vegetales triturados, y se conserva en condiciones magníficas, mucho mejor que los últimos cabronatos (**) circulares que nos llegaron el otro día…
Klaatu
(*) Este primitivo sistema de contaje de tiempo estaba
relacionado a su vez con otra religión diferente a la
numérica, pero eso, es otra historia.
(**) Originalmente denominados “policarbonatos”, en poco tiempo han
pasado a llamarse popularmente de la forma abreviada arriba reflejada, por causa de sus malas características de conservación, que provocan, en ocasiones, pérdida de contenidos. Resulta paradójico que para evitar ese problema, algunas signaturas los comienzan a mercadear fabricados con metales nobles… del rango de los empleados en los sistemas silverados.
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Cuarto sector.
Zona LD/IF.
Área de influencia de Trantor.
Tiempo del noveno sol.
Zona LD/IF
Ferronavécula 4
Los cubos aleatorios han terminado su caprichosa carrera sobre el tapete de selenofoam y nos muestran con toda la crudeza de un archivo RAW que, aparentemente, la suerte está echada. La mayoría de las signaturas reducen su presencia en el mercado del silverado, tanto en fabricación de productos como en el apoyo que brindan a los medios más cultos de comunicación no efímera. El juego, los objetivos alienantes a cumplir, parecen estar claros como atmósfera de Virginium desde que alguna de las signaturas especializadas en fototraps numéricas recomienda a sus usuarios “que no piensen”. La invasión de los ultracuerpos parece haber alcanzado la compleción de esta primera fase, y por todas partes nos rodean los adeptos de la nueva religión, o los “abducidos”, tal como me comentaba verbalmente hace unas miliUtias uno de mis replicantes de ADN. A pesar de ello, existen signaturas que no solo no abandonan el silverado, sino que lo acogen en sus palmcatálogos, lo cuidan e incluso expanden su difusión dentro de sus posibilidades, lo que aporta esperanza, en el mejor sentido de la palabra en este caso, por supuesto.
Somos bastantes los de la Nueva Malla, Thuvia, Aor, Bromur, Tars Tarkas, Jodar, Selarom, Kantos Kan, yo mismo y otros más, los que nos reconocemos, sin necesidad de saludo secreto, a través de la determinación tranquila de nuestra mirada. Incluso hemos pedido a Hor Vastus, que se nos una, una vez confirmado finalmente converso a la nueva religión, tal como sospeché tras mi avistamiento en la explanada de las Pirámides. Sus aportaciones pueden sernos igualmente útiles. Estamos seguros de no estar en posesión de la verdad, pero nos sentimos no menos seguros de que no solo estamos firmemente determinados a alcanzar el máximo conocimiento, sino también, a conservarlo. Si, también de los nuevos ritos, pero con el máximo aprecio y dedicación a la práctica de los anteriores, los que algunos comienzan a llamar “antiguos”.
Estamos trabajando en distintos frentes. ¡Se reactivan los cuartos oscuros, se limpian probetas, se hacen listados de sistemas y consumibles silverados disponibles, cargamos de nuevo con rico silverado nuestras silveradas clásicas! E incluso invertimos nuestros últimos decagalaxos en rescatar del peor final posible las silveradas que liquidan aquellas signaturas que se ven obligadas a ello por la agresiva invasión de los ultracuerpos bárbaros venidos de más alla de la Marca del cinturón Dinámico…
Lo hemos dicho: no haremos nada nuevo. Ya en Acqua, durante la larga noche de La Gran Peste, otros recopilaron, copiaron, iluminaron, archivaron, protegieron y conservaron para generaciones futuras los archivos que contenían el conocimiento de las artes a fin de protegerlos de la pesadilla de la barbarie que asolaba los campos y los ríos. Más modestamente, ahora hemos comenzado una tarea similar. Disponemos ya, rescatados de entre las manos de más o menos oscuros mercaderes y mercenarios trashumantes, de maravillosos dispositivos relacionados con el registro silverado de imagen, artefactos que probablemente serían considerados ahora como “extraño objeto de culto para aplicaciones rituales desconocidas” por parte de los adeptos de la nueva religión. Localizamos, adquirimos, fichamos y conservamos antiguos manuales y formularios que nos permitirán, de ser necesario, reconstruir formulaciones y materiales silverados. Si nos mantenemos fuertes en nuestro propósito, conseguiremos que no se pierdan ni los ritos ni los medios para que, aquellos asemelladores que deseen seguir ofreciendo la maravilla de la imagen estable, sobre plata, lo puedan seguir haciendo.
Como ya hemos tenido ocasión de comentar, somos de la opinión de que la Civilización está ciertamente relacionada con la conservación de la memoria de los ritos, así como con el estudio, y aceptación en su caso, de los mejores de entre ellos que puedan derivarse de las nuevas propuestas, por exóticas y de efímera vida que sean las tribus que las propongan.
Por esa razón, hace ya deciUtias, que en silencio, a la vez que abrimos nuestros cuartos oscuros a la conservación de la riqueza silverada, nos especializamos tenazmente en el conocimiento acerca de la nueva religión, la de las fototraps numéricas. Nos hemos preocupado de que nuestras calculadoras multitarea de nanopartículas proteínicas Cam sean de las más potentes entre las potentes, y estamos, en la Nueva Malla, en disposición de entender más allá de cualquier nivel que los acólitos y exorcistas de la religión numérica puedan imaginar.
Si, la suerte podría parecer haber estado echada.
Ferronavéculas de transbordo.
Ferronavéculas de transbordo.
Y ahora, debo dejaros por el momento: acaba de llegar, en la ferronavécula de transbordo, la última aportación a nuestros fondos: “Das Große Agfa Laborbuch” de Beck y Westendorp, y debo darle entrada en la Enciclopedia Galáctica. Esta antigua obra contiene valiosa información acerca de los laboratorios dedicados al silverado, incluyendo, fórmulas, descripción de dispositivos de tratamiento, antiguos protocolos de trabajo… ¡una joya!
Me emociona sostener este libro en mis manos. Fechado en lo que algunas tribus de Acqua llamaban “año 1942”(*), está realizado en antigua pasta de vegetales triturados, y se conserva en condiciones magníficas, mucho mejor que los últimos cabronatos (**) circulares que nos llegaron el otro día…
Klaatu
(*) Este primitivo sistema de contaje de tiempo estaba
relacionado a su vez con otra religión diferente a la
numérica, pero eso, es otra historia.
(**) Originalmente denominados “policarbonatos”, en poco tiempo han
pasado a llamarse popularmente de la forma abreviada arriba reflejada, por causa de sus malas características de conservación, que provocan, en ocasiones, pérdida de contenidos. Resulta paradójico que para evitar ese problema, algunas signaturas los comienzan a mercadear fabricados con metales nobles… del rango de los empleados en los sistemas silverados.
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