De entre la nueva gama de compactas digitales presentadas por Nikon, es de destacar su modelo Coolpix S10, entre otras razones no ya por incorporar un sistema de estabilización Nikon VR (“Vibration Reduction”), sino por el hecho de que, a la chita callando, no se trata del sistema de estabilización Nikon VR por lentes móviles en el objetivo, sino por un sistema de estabilización por desplazamiento del captador. Resulta curioso que se haya tomado la determinación de conservar las mismas siglas “VR” para dos sistemas de estabilización completamente distintos.
La S10,una cámara de alta calidad de acabado, sigue el diseño de las cámaras con objetivo giratorio respecto al cuerpo de la cámara, un original concepto introducido con las primeras Minolta Dimage, y que, tras caer un poco en desuso, ha sido recuperado con bastante acierto por parte de Nikon para algunos de sus últimos modelos.
El objetivo es un 6,3-63 mm f/3,5, compuesto por 12 elementos en 9 grupos, y que además de ser equivalente a un 38-380 mm, sorprende por su favorable abertura máxima constante de f/3,5. El ajuste ISO equivalente llega hasta 800, lo que combinado con el captor de 6 megapíxeles y la estabilización debe ofrecer buenas posibilidades a los usuarios de la cámara.
La pantalla de 6,35 cm de diagonal ofrece un ángulo de visionado de 170˚, y gracias al esquema basculante, permite tomas desde puntos extraordinariamente bajos o altos para tomas que pueden resultar muy sugestivas.
Al igual que la mayoría de las compactas ahora presentadas, la Coolpix S10 ofrece el modo de retrato que detecta rostros automáticamente y enfoca sobre ellos, así como corrección digital en cámara del efecto de ojos rojos y el Nikon D-Lighting para corrección de contraluces.
Con unas dimensiones de 112.5 x 74,5 x 40,5 mm para 220 gramos de peso, la S10 emplea tarjetas de tipo SD, al tiempo que dispone de una memoria interna de 16 Mb.
A diferencia de la anterior, la también nueva Nikon Coolpix L5 emplea el sistema VR de estabilización por desplazamiento de lentes en el objetivo, y ello con dos niveles opcionales de “potencia”.
Dotada de un objetivo 6,3-31,4 mm f/2,9-5,0, equivalente a un 38-190 mm, utiliza un captor de 7,1 megapíxeles.
Sus dimensiones son de 97 x 61 x 45 mm para 170 gramos de peso, y al igual que el resto de las compactas Nikon ahora presentadas, utiliza tarjetas SD.
Por su parte, la nueva Nikon Coolpix S7c se distancia de los dos modelos anteriormente citados al incorporar estabilización digital en cámara a posteriori, actuando sobre el archivo.
Emplea un objetivo 5,8-17,4 mm f/2,8-5,0 equivalente a un 35-105 mm y un captor de 7,1 megapíxeles.
La pantalla en este caso es de 7,62 cm de diagonal.
Uno de los rasgos más distintivos de la S7c es su capacidad nativa Wi-Fi (IEEE 802.11 b/g) que permite transmitir imágenes inalámbricamente a un ordenador o a una impresora compatible que puedan estar razonablemente próximos.
Mediante el nuevo software Nikon Coolpix Connect, en determinados países (no en España), pueden transmitirse imágenes a gran distancia.
A los tres modelos citados, se suma el L6, alimentado por pilas “AA” de litio de un solo uso para 1.000 disparos de duración, y la S9, del tipo “slim” o “estilizada”.
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