Cuando no resulta fácil concentrarse, ¿debe uno permanecer en silencio?
Quizá si, pero el Blog espera y es posible que una forma de retomar el rumbo sea volcar las ideas sueltas que se entremezclan entre las neuronas supervivientes... Algunas de esas ideas pasan fugazmente en blanco y negro, en los milisegundos que transcurren entre el dormir y el despertar, y si bien su relevancia puede ser dudosa, su pasar deja huella.
He enviado una señal cifrada a Klaatu en petición de ayuda, y mientras espero una eventual respuesta, aporto aquí algunos de los volcados extraídos del papel continuo de la vieja impresora de agujas que se puso en marcha de forma inesperada, tras años de inactividad en esta suerte de Nostromo.
Si: de esa impresora que cuando opera con su vaivén, es el equivalente del NAPALM: si bien no huele, si que suena a victoria...
Lo último en los culebrones de firmware viene de las recientes actualizaciones de Nikon para su D3 por un lado y de Canon para sus 1D Mark III y 1Ds Mark III.
Sin entrar en grandes pormenores, ya es sabido que la actualización del “firm” de la D3, que debía introducir interesantes mejoras al tiempo que solucionaba algún que otro pequeño “bug” de menor importancia, provocó en las cámaras de los que lo instalaron, “bugs” mucho más graves que las mejoras introducidas.
Parte del problema radica en que –al diferencia de las actualizaciones de ACR– las actualizaciones de “firm” eliminan sin posibilidad de recuperación el “firm” anterior...
Nikon tuvo que colgar en su Web a toda prisa el “firm” antiguo, para que los sufridos usuarios pudiesen volver a reinstalarlo. Una bonita faena que nos hace pensar... “en qué están pensando” los “algoritmeadores” que cuelgan semejante engendro sin probarlo a fondo con anterioridad.
Pero, al fin y al cabo, por lo menos, las cláusulas de actualización de Nikon no son tan abusivas como las de Canon, que ya son famosas por “encasquetar” a los sufridos usuarios toda la responsabilidad de la actualización, aunque se trate de algo que solucione o trate de solucionar fallos graves de funcionamiento de modelos concretos de sus cámaras.
La realidad es que uno, como usuario, debería plantearse seriamente si actualizar o no el firmware de su cámara tan pronto se ofrecen, pues las consecuencias pueden ser –como se ha demostrado– nefastas. Esperar unos días y revisar los foros específicos podría ser aconsejable.
Y no solo en cuestión de cámaras, sino también de aplicaciones informáticas. En más de una ocasión, actualizar alguna de esas aplicaciones ha supuesto –en casos bien documentados– pérdida de compatibilidad con archivos flash y otros “bugs” notables.
Como de costumbre, si te pones en contacto con el “soporte técnico”, nadie sabe nada.
En otros casos, las actualizaciones de firmware suponen, bien mejoras sobre el funcionamiento en base al feedback recibido por los usuarios, bien aportación de compatibilidad con “hardware” (cámaras, objetivos y flashes) debido a posibles evoluciones de los mismos.
Un caso reciente, es la posibilidad que se ofrece, mediante una actualización de “firm”, de que objetivos “anteriores” de Olympus y Leica D (Panasonic) para el sistema Cuatro Tercios, puedan realizar el “Contrast AF” o enfoque por contraste, tanto sobre la L-10 de Panasonic como sobre la Olympus E-420 y quizá algún futuro modelo que puedan presentar ambas firmas.
En este sentido, ya no llama la atención, pero si se puede observar, con una cierta ironía, que Phil Askey, de DPReview/Amazon vea como un serio problema que para actualizar un objetivo Olympus para compatibilizarlo con una cámara Panasonic sea necesario hacerlo.... sobre una cámara Panasonic (y a la inversa, objetivo Leica D Panasonic sobre cámara Olympus), y no se haga eco proporcional de la importancia de los fallos recientes de los “firm” de Canon y Nikon.
Ello no significa que algunos usuarios de Olympus estén enteramente satisfechos de que –al menos por el momento– “no se pueda” disponer de una actualización de firmware que permita hacer “Contrast AF” con su flamante E3.
No es menos cierto que el usuario objetivo de una Olympus E-420 o una Panasonic L10 es diferente del de una E3, y quizá esa función no se considere “propia”, pero personalmente soy uno de los que piensan (quizá erróneamente) que no les resulta convincente el argumento de que “no se puede hacer” vía actualización de firmware. Y si es cierto que no se puede... es un fallo.
Afortunadamente ya se aportó la opción de disponer de estabilización para los objetivos OM...
Y dentro de este revoltijo de ideas, y ya que estamos con Olympus, de recientes declaraciones de altos responsables de la firma, podemos deducir que ya se está trabajando, y de firme, en un modelo superior a la E-3 y que “se tardará menos” en tenerla lista comparativamente a lo ocurrido con la E-3.
Mientras tanto, corren los rumores de un nuevo zoom angular “ligero, compacto y relativamente económico” en la gama de los 8-18 mm (equivalente a 16-36 mm), así como de un macro de 100 mm (equiv. a 200 mm) y de algún que otro cuerpo de gama media.
Con un poco de suerte veremos algo antes de Photokina y el resto para Photokina.
Seguiremos esperando un despacho de Klaatu. Mientras tanto, el silencio se nos hace clamoroso.
Quizá si, pero el Blog espera y es posible que una forma de retomar el rumbo sea volcar las ideas sueltas que se entremezclan entre las neuronas supervivientes... Algunas de esas ideas pasan fugazmente en blanco y negro, en los milisegundos que transcurren entre el dormir y el despertar, y si bien su relevancia puede ser dudosa, su pasar deja huella.
He enviado una señal cifrada a Klaatu en petición de ayuda, y mientras espero una eventual respuesta, aporto aquí algunos de los volcados extraídos del papel continuo de la vieja impresora de agujas que se puso en marcha de forma inesperada, tras años de inactividad en esta suerte de Nostromo.
Si: de esa impresora que cuando opera con su vaivén, es el equivalente del NAPALM: si bien no huele, si que suena a victoria...
Lo último en los culebrones de firmware viene de las recientes actualizaciones de Nikon para su D3 por un lado y de Canon para sus 1D Mark III y 1Ds Mark III.
Sin entrar en grandes pormenores, ya es sabido que la actualización del “firm” de la D3, que debía introducir interesantes mejoras al tiempo que solucionaba algún que otro pequeño “bug” de menor importancia, provocó en las cámaras de los que lo instalaron, “bugs” mucho más graves que las mejoras introducidas.
Parte del problema radica en que –al diferencia de las actualizaciones de ACR– las actualizaciones de “firm” eliminan sin posibilidad de recuperación el “firm” anterior...
Nikon tuvo que colgar en su Web a toda prisa el “firm” antiguo, para que los sufridos usuarios pudiesen volver a reinstalarlo. Una bonita faena que nos hace pensar... “en qué están pensando” los “algoritmeadores” que cuelgan semejante engendro sin probarlo a fondo con anterioridad.
Pero, al fin y al cabo, por lo menos, las cláusulas de actualización de Nikon no son tan abusivas como las de Canon, que ya son famosas por “encasquetar” a los sufridos usuarios toda la responsabilidad de la actualización, aunque se trate de algo que solucione o trate de solucionar fallos graves de funcionamiento de modelos concretos de sus cámaras.
La realidad es que uno, como usuario, debería plantearse seriamente si actualizar o no el firmware de su cámara tan pronto se ofrecen, pues las consecuencias pueden ser –como se ha demostrado– nefastas. Esperar unos días y revisar los foros específicos podría ser aconsejable.
Y no solo en cuestión de cámaras, sino también de aplicaciones informáticas. En más de una ocasión, actualizar alguna de esas aplicaciones ha supuesto –en casos bien documentados– pérdida de compatibilidad con archivos flash y otros “bugs” notables.
Como de costumbre, si te pones en contacto con el “soporte técnico”, nadie sabe nada.
En otros casos, las actualizaciones de firmware suponen, bien mejoras sobre el funcionamiento en base al feedback recibido por los usuarios, bien aportación de compatibilidad con “hardware” (cámaras, objetivos y flashes) debido a posibles evoluciones de los mismos.
Un caso reciente, es la posibilidad que se ofrece, mediante una actualización de “firm”, de que objetivos “anteriores” de Olympus y Leica D (Panasonic) para el sistema Cuatro Tercios, puedan realizar el “Contrast AF” o enfoque por contraste, tanto sobre la L-10 de Panasonic como sobre la Olympus E-420 y quizá algún futuro modelo que puedan presentar ambas firmas.
En este sentido, ya no llama la atención, pero si se puede observar, con una cierta ironía, que Phil Askey, de DPReview/Amazon vea como un serio problema que para actualizar un objetivo Olympus para compatibilizarlo con una cámara Panasonic sea necesario hacerlo.... sobre una cámara Panasonic (y a la inversa, objetivo Leica D Panasonic sobre cámara Olympus), y no se haga eco proporcional de la importancia de los fallos recientes de los “firm” de Canon y Nikon.
Ello no significa que algunos usuarios de Olympus estén enteramente satisfechos de que –al menos por el momento– “no se pueda” disponer de una actualización de firmware que permita hacer “Contrast AF” con su flamante E3.
No es menos cierto que el usuario objetivo de una Olympus E-420 o una Panasonic L10 es diferente del de una E3, y quizá esa función no se considere “propia”, pero personalmente soy uno de los que piensan (quizá erróneamente) que no les resulta convincente el argumento de que “no se puede hacer” vía actualización de firmware. Y si es cierto que no se puede... es un fallo.
Afortunadamente ya se aportó la opción de disponer de estabilización para los objetivos OM...
Y dentro de este revoltijo de ideas, y ya que estamos con Olympus, de recientes declaraciones de altos responsables de la firma, podemos deducir que ya se está trabajando, y de firme, en un modelo superior a la E-3 y que “se tardará menos” en tenerla lista comparativamente a lo ocurrido con la E-3.
Mientras tanto, corren los rumores de un nuevo zoom angular “ligero, compacto y relativamente económico” en la gama de los 8-18 mm (equivalente a 16-36 mm), así como de un macro de 100 mm (equiv. a 200 mm) y de algún que otro cuerpo de gama media.
Con un poco de suerte veremos algo antes de Photokina y el resto para Photokina.
Seguiremos esperando un despacho de Klaatu. Mientras tanto, el silencio se nos hace clamoroso.
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