En enero de 1925 –hace ahora un siglo– comenzó el ensamblaje de las primeras unidades de producción de la «Leica Kamera» y en febrero de ese mismo año se comenzaron a despachar esas pioneras unidades hacia el comercio especializado. ¡Había comenzado la era de fotografía en 35 mm con el novedoso formato «Barnack»! El 24 x 36 mm que ahora –curiosa y empecinadamente– siguen una gran parte de los fabricantes de cámaras digitales. Pero la historia había comenzado bastante antes: hacia 1911, cuando Oskar Barnack –un mecánico de precisión de 31 años– se incorpora a la empresa Ernst Leitz Optische Werke de la ciudad germana de Wetzlar. (1).
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| «Ur Leica» © Leica |
Encargado del desarrollo de una cámara cinematográfica para película de 35 mm decide crear un pequeño dispositivo –una cámara primitiva– para probar «puntas» de las grandes bobinas de esa película cinematográfica, cuya sensibilidad real, variaba notablemente de un número de emulsión a otro: se trataba de reducir el desperdicio.
La mayor parte de la historia del desarrollo es harto conocida, (2) por lo que –en este artículo– me voy a centrar en reseñar ciertos aspectos y curiosidades que –quizá por menos conocidas– me parecen más interesantes por su singularidad.
- Oskar Barnack, cuando sus primeros ensayos de lo que más tarde vendría en ser la cámara Leica, estaban en desarrollo muy primitivo, se refería a ellos como la «Mikro Lilliput Kamera». Para marzo de 1914 tenía la primera completada, y para abril del mismo año había finalizado dos unidades. La primera patente se registró en mayo.
- La primera versión –cuya réplica oficial puede verse más abajo– exigía ocluir el objetivo antes de armar el obturador y avanzar la película al siguiente fotograma; las cortinillas no se solapaban automáticamente y no hacerlo así provocaba la veladura parcial del fotograma.
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| «Leica Null», réplica funcional de la Leica Cero (2004), con su imprescindible tapón para el objetivo. © Valentin Sama |
- Al parecer, Oskar Barnack era casi fanático de la precisión: en la fábrica, tenía fama de poder apreciar táctilmente –en una pieza– una diferencia de grosor de 1/100 de mm respecto a la ideal. Ni que decir tiene que eso resultó positivo para el acabado y funcionamiento de las Leica.
- Un desarrollo importante de Barnack (1920) fue la creación de un chasis que permitía la carga de la película en la cámara a plena luz de día. (abajo). «No Virginia»... no siempre hubo esos «carretes» de formato 135 que utilizas ahora.
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| © Valentín Sama |
- La escasa disponibilidad de tipos de vidrios ópticos adecuados –suministrados entonces sólo por Sendinger Glasshütte y Shott– decantó a Berek, el diseñador óptico, y a Barnack por la focal de 50 mm en lugar de la 42 mm empleada originalmente en los prototipos: sólo esa opción permitía –a la sazón– el espesor de cuerpo más objetivo deseado por Barnack y Berek a fin de que su cámara pudiese transportarse –con el objetivo retraído– en el bolsillo de una chaqueta, tal como era su desiderátum.
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| Almacén de vidrios ópticos en Leitz. © Leitz |
- Con las primeras Leica producidas –apenas dos docenas– Barnack hizo «malabarismos políticos» en la Firma Leitz, y así, la que obedecía al número 102 se la entregó a Leitz –el Jefe y dueño–, pero la 101, de mayor valor simbólico, se la entregó a August Bauer, Jefe de Racionalización de Producción y Acabado, cuyo apoyo interno necesitaba... También, muy inteligentemente, envió la Nº 211 a Julius F. Willy Frerk, editor de las revistas para aficionado «Photowoche» y «Photofreund». (3)
- Llegados a este punto, existía un problema clave por su gravedad: ¡la calidad de la película cinematográfica de 35 mm disponible era insuficiente para el grado de ampliación necesario de los pequeños fotogramas de 24 x 36 mm! De hecho el objetivo de la Leica superaba sobradamente la capacidad de resolución del soporte sensible disponible a la sazón.
- Max Berek había trabajado incansablemente en colaboración con Oskar Barnack en el desarrollo de un objetivo a la altura de las necesidades de ampliación del fotograma de 24 x 36 mm, muy pequeño para los estándares de la época, en los que el tamaño de negativo de 6 x 9 cm se empleaba para «portatiles cámaras de montaña» (6,25 veces más pequeño). El desiderátum: un millón de puntos de imagen sobre los 864 mm2 del fotograma.
- Las primeras 144 cámaras (aprox.) incorporaron el «Anastigmat 5 cm f/3.5 de cinco lentes (5/3), y las 713 unidades siguientes (aprox.) el «Elmax 5 cm f/3.5 (idéntico). Para 1926 Berek había conseguido recalcular el objetivo a un esquema de 4 lentes (4/3), creando los primeros y finalmente famosos «Elmar», inicialmente en versión 5 cm f/3.5 que se montó en las cámaras a partir del número 46.000 (aprox.). Era importante reducir el número de superficies, ya que –por entonces– no se aplicaban, todavía, recubrimientos antirreflejos.
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| Libro de notas de Max Berek, con anotaciones acerca de un Elmar de 70 mm © Leitz |
- Sin embargo, entre tanto, Schleussner (luego ADOX) había enviado a Leitz muestras de su película «Toxo» y –tras las pruebas– por primera vez, en Leitz, intuyeron que las deseadas mejoras en el material sensible estaban «a la vuelta del esquina».
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| Una imagen clásica de la antigua factoría Leitz en Wetzlar © Leitz Camera AG |
- En una larga reunión de empresa, con Ernst Leitz II, Rudolf Zack, Max Berek, y Oskar Barnack, se sopesaron detalladamente todos los argumentos. –en pro y en contra– y finalmente a las 12h 30 de la mañana, llegó la famosa frase de Ernst Leitz II, más o menos en el sentido: ...«los argumentos en contra de la entrada en producción de la cámara no se fundamentan en sus características, sino antes bien en las deficiencias de la película. El cine es cada vez más popular y las emulsiones mejorarán. Con ello, la Fotografía cambiará, y si no actuamos ahora, alguien se nos adelantará. Los riesgos no me parecen inaceptables. Son las 12h 30, mi ahora de almorzar, he tomado mi decisión: ¡comenzaremos la producción lo antes posible!»
- La producción de la «Leica Kamera» suponía el empleo de en torno a 190 piezas, y algunas de ellas, por primera vez en la industria fotográfica, obedecían a tamaños antes sólamente empleados en relojería. (4)
- Muy curiosamente, la parte grabada de cada cámara Leica –el panel superior– era denominado «base», y ello debido a que las cámara se montaban por la parte inferior, con el panel grabado apoyado abajo, como base. Para diciembre de 1924 ya se disponía de varios cientos de «bases» y así, en febrero de 1925 se despacharon las primeras unidades al comercio, y más concretamente a Berlin, Köln, München, Frankfurt, Düsseldorf, y Nürenberg, así como –naturalmente– a delegaciones en el extranjero.
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| Esto sería lo que se denominaba una «base». Pero la numeración nos delata que corresponde a una Leica III de 1934 © Valentín Sama |
También se inició una nueva y en cierto modo polémica batalla en torno al concepto de «grano fino», una obsesión derivada del necesario mayor factor de ampliación de los pequeños negativos.
El contexto
En la toma de decisión para la entrada en producción de la Leica Kamera, y por tanto de la «Kleinbild Fotografie», influyó el contexto, y ello, de forma significativa.
Así, sólamente en Berlín, las asociaciones de de fotógrafos aficionados sumaban más de 400 miembros, y a nivel nacional, más de 4.000.
Por supuesto que ya existían revistas para entusiastas de la fotografía, entre ellas «Photofreund», «Fotowoche», «Photographie für Alle»... a la que se sumaría –lógicamente– la nueva revista «Die Leica».
Y además, ¿adivinan Uds.?... ya hacia 1931 se creó en Berlín la primera escuela Leica, precursora de las «Leica Akademie» actuales.
La evolución
Aunque la realidad no es otra que la «Leica Kamera» fue concebida inicialmente como un pequeño y ágil instrumento fotográfico «de bolsillo» de un sólo objetivo fijo (6), pronto Barnack comenzó a lucubrar con la idea de evolucionar su creación hacia un sistema con objetivos intercambiables y ya para 1930 –sólo cinco años después de la primera comercialización de la Leica presentó la primera unidad para objetivos intercambiables con rosca de Ø39 mm y para 1931, a partir del número de cámara 6.000 (aprox.), la montura estandardizada con distancia de registro de 28,8 mm.
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| Montura Leica: una enorme compatibilidad © Valentín Sama |
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| Adaptadores de rosca LTM 39 a bayoneta Leica © Valentín Sama |
Basta decir que –mediante un simple y económico adaptador, arriba– prácticamente todos esos objetivos estandardizados y dotados de leva para el telémetro incorporado de la Leica II (Modell D), se pueden emplear sobre las más modernas «Leica M» digitales actuales a fecha de 2025. Eso es hablar de compatibilidad y fidelidad al cliente, así como de conservación del valor.
Tres espaldarazos
Entre tanto, la fotografía con película cinematográfica de 35 mm recibiría tres espaldarazos que la consolidaron y propulsaron hacia lo que vendría en llamarse «paso universal».
El primero vino de la mano del lanzamiento de la cámara Contax, de Zeiss Ikon, en 1932, seguido en 1934 por la Kodak Retina Typ 117 en 1934, una «folding» para 35 mm. La introducción en 1936 de la Kine Exakta, la primera réflex monocular para el que pronto sería el más popular soporte fotosensible, y en ese mismo año, del Kodachrome en formato 135-36, marcó una Era icónica.
El 16 de enero de 1936 falleció Oskar Barnack: se habían puesto en el mercado 185.000 Leicas, y su legado continua en 2025.
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| Una Leica III junto a una Contax I © Valentín Sama |
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| Kodak Retina I (Typ 117) © Kodak |
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| Kine Exakta original © Valentín Sama |
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| El Kodachrome en su primera presentación © Eastman Kodak |
Los reveses de la Guerra
La «WWII» afectó, lógicamente a Leica, produciendo cámaras para ejército de tierra (7), y así, tras la capitulación, sus patentes fueron declaradas inválidas y la producción –en un 95%– destinada obligatoriamente durante un tiempo a servir a las fuerzas de ocupación.
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| Efectivos de tropas de ocupación U.S.A. marchan con la afectada factoría Leitz al fondo. © Creative Commons |
Muy probablemente –es una teoría personal– ello, y la posterior situación geopolítica y la Guerra Fría tuvieron su peso en la decisión de Leitz que le llevó a la epopeya de montar –en 1952– un centro de producción completo en Midlanad, Ontario, Canadá. Allí, Walter Mandler desarrollaría aproximadamente 45 ópticas Leica M y R, entre ellas algunas míticas, tales como el Summilux-M 35 mm f/1.4, y el Noctilux-M 50 mm f/1.2, los primeros en su clase. También, la muy interesante Leica M4-P saldría de esas factorías.
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| © Valentín Sama |
2025
Con el 70 aniversario de la Leica M recién cumplido, se puede contar con que –para el Centenario de Leica– la firma nos ofrezca no sólo alguna de sus ya habituales ediciones especiales, sino una tanda de no menos especiales celebraciones. Ello incluirá, muy probablemente, la apertura de nuevas tiendas a nivel mundial, así como el fortalecimiento de programa de formación a través de su «Leica Akademie».
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| Leitz–Park © Valentín Sama |
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| El Dr. Andreas Kuffmann, CEO de Leica, siendo entrevistado con motivo de la inauguración del Leitz-Park en 2014 © Valentín Sama |
Lo que sí es seguro que habrá una gran celebración en el Leitz-Park de Wetzlar, celebraciones «menores» en las delegaciones a nivel internacional, e incluso se presentará un documental sobre la cámara Leica, a cargo del prestigioso director, especializado, Reiner Holzemer.
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| Leica M3, la primera «M» (1954). © Valentín Sama |
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Fuentes: Propias, incluyendo contenidos de este Blog, «Leica, das Produkt und Sammler Buch», toda la obra de Erwin Puts («Leica Lens Compendium», «The Leica Path», «Leica Lens Saga», etc.), «McKeown´s Guide», «Exakta Collection», «50 Years Leica M», «Ninetynine Years Leica», «Leica M». etc., etc.
(1) Oskar Barnack provenía de la firma Zeiss
(2) En esa historia se incluye el hecho de la decisión por parte de Barnack, de multiplicar por dos el lado corto (18 mm) del fotograma de cine para llegar a los 36 mm, pero tengo una teoría adicional: de esa forma, el fotograma seguía la misma proporción –3:2– del a la sazón muy popular 6 x 9 cm.
(3) «Semana Fotográfica» y «Amantes de la Fotografía». (aprox.)
(4) Casi seguro que no es casual, que más tarde se montase una factoría Leica –todavía muy activa– en una antigua fábrica de relojes, concretamente en Familicão (Portugal), así como que la firma Leica entrase –de forma relativamente reciente– en la fabricación de relojes de lujo.
(5) Históricamente se han contabilizado hasta unos 14 aparatos fotográficos que usaban película cinematográfica de 35 mm con anterioridad a Leica, pero se trataba de artefactos más o menos primitivos sin recorrido comercial ni fabricación en gran serie.
(6) El propio Jim Mc/Keown, me comentó en privado, en uno de mis viajes a Bièvres, que en efecto: en el concepto original de Barnack para su Leica no se contemplaba en absoluto la evolución hacia un sistema con cambio de óptica, y que -por tanto– llevarlo a cabo supuso una complicación tecnológica muy importante.
(7) Todo estaba perfectamente organizado: Leica suministraba fundamentalmente al ejército de tierra (Heer) ; Robot al del Aire (Luftwaffe) y Exakta a la Kriegsmarine. En este último apartado había una excepción: en los submarinos se empleaban también Leicas, ya que –por entonces– no había ópticas de focales suficientemente angulares para las Exakta como para operar en los estrechos confines de los «U-Boot».
Comentarios
Y de la cámara cinematográfica que le encargaron desarrollar a Barnack... ¿Se sabe algo?
Saludos