La prueba del objetivo Carl Zeiss Vario-Sonnar 24-70 mm f/2,8 ZA sobre una Sony Alfa 900, en DSLR Magazine, no ha sido precisamente cuestión baladí.
Los objetivos Leica y Carl Zeiss son casi míticos y poder analizarlos a fondo es una complicada mezcla de privilegio y reto técnico. Hacerlo sobre la nueva Alfa 900 suponía un aliciente adicional.
Se dice, por voces muy autorizadas (1), que Canon y Nikon han establecido un acuerdo semisecreto de “no agresión”, de tomarse las cosas con calma a la hora de presentar nuevos modelos de alta gama.
Ese pacto vendría avalado por la amistad personal de los presidentes de ambas compañías.
Si eso fuese verdad, no es menos probable que el supuesto pacto esté sugerido precisamente por la irrupción de Sony con su Alfa 900 en el terreno de las cámaras SLR digitales de alta gama.
Aunque los responsables de la firma no la proponen directa y estrictamente como “cámara profesional”, no parece caber duda de que “apunta muy buenas maneras”.
Le falta, todavía, “sistema”, sistema de objetivos “ad hoc”, entre otras cosas. Pero los Carl Zeiss comienzan a demostrar estar a la altura de las circunstancias. Y aunque algunos si los emplean sistemáticamente, no todos los fotógrafos profesionales necesitan una gama absolutamente completa, dotada de enormes teleobjetivos “de Agencia”. Y la Alfa 900 ofrece prestaciones a un precio muy interesante. Estoy en disposición de poderlo avanzar.
Y el rendimiento del Carl Zeiss Vario-Sonnar 24-70 mm f/2,8 ZA sobre la Alfa 900 no es... ninguna broma.
(1) Erwin Puts
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