La reciente introducción de un objetivo macro para las cámaras sin espejo Sony de montura «E», ha despertado una cierta fascinación por parte de los seguidores de la firma (1) . Pero entiendo que pocos –sean o no seguidores de ella– conocen la historia de los que son considerados como los primeros objetivos especializados «macro» para cámaras de 35 mm en formato Barnack, y espero que a más de uno le sorprenda descubrir no ya que el primero no fuese el famoso Micro-Nikkor 55 mm f/3.5 de Nikon (2) , sino los Kilfittt Makro Kilar, y que además estuviesen fabricados nada menos que… en Liechtenstein. Un desarrollo absolutamente pionero y genial, realizado hace ahora 70 años, sin la ayuda de los modernos ordenadores ni el uso de lentes aesféricas, grupos flotantes, correcciones por firmware y otra moderna parafernalia. © Valentín Sama En la curiosa historia de estos Makro Kilar podemos encontrar –en un largo y azaroso recorrido– los vínculos entre un relojero húngaro y la cerveza bávara...
Sí, al final nos convertimos en seres extraños, aunque no más que otros. Se veía venir. Una sociedad cambiante demanda personas a la altura de las circunstancias, así que decidimos cumplir el mandato y hacer lo mejor posible aquello que la propia sociedad nos pedía: fotografías originales, contemporáneas y llenas de significado. Sin embargo, y a pesar de nuestros esfuerzos, las cosas no salieron tal y como esperábamos. Todo empezó con los apagones. Cada vez más frecuentes y cada vez más largos. Hubo ocasiones en que llegaron a durar varios días. Así no era posible crear imágenes de manera continua, seria y tranquila. Al principio se instaló cierta psicosis al no poder predecir esos cortes de luz que iban incrementando su cantidad y su duración. Corrió el rumor de que la demanda de energía era excesivamente alta y por eso sucedían los apagones. Que el sistema no podía proporcionar la cantidad de luz necesaria que requerían los millones de pantallas trabajando ininterrumpidamente dí...