© Valentin Sama
Lo prometido es deuda: estoy retomando el sistema Olympus “E” (basado en las cámaras E-1 y E-300, y puedo comentar, que, al igual que los equipos Olympus OM, se trata de equipos diferentes, en el mejor sentido de la palabra. Ahora que los fabricantes más populares, como Canon y Nikon comienzan a reconocer públicamente, que aunque en algunos casos es posible emplear objetivos de series antiguas sobre las SLR digitales modernas, lo ideal es emplear objetivos diseñados específicamente, desde un principio, el planteamiento de Olympus, basado precisamente en esa premisa, adquiere todo su significado. De hecho, en las pruebas independientes realizadas por las más serias revistas europeas, los objetivos “casi-telecéntricos” de Olympus, en combinación con el captador CCD de tipo “full frame” están recibiendo las mejores puntuaciones y valoraciones. Como ya algunos sabe, los objetivos de tipo telecéntrico “vuelcan” la imagen con marcha de rayos casi perpendicular al captador, lo que evita problemas de merma de calidad de imagen. Por su parte, el CCD “full frame” dispone de fotocélulas (píxeles, si se desea) de mayor tamaño y produce, en base a ello, un más amplio intervalo tonal.
Y sin embargo, aún reafirmando que para digital los objetivos deben ser específicos, no deja “tirados” a los antiguos fieles de la marca. ¿Cómo?
Simplemente ofreciéndoles la posibilidad de un adaptador (gratuito mediante prueba de compra de una E-1) que les permite usar los incomparables objetivos de la serie OM sobre las E-1 o E-300.
© Valentin Sama
Los modos de empleo son, bien en exposición manual, bien en prioridad de abertura. La cámara nos indicará, en el visor, el tiempo de obturación a introducir para la abertura seleccionada. El enfoque, desde infinito, se realiza sin problemas manualmente.
Como botón de muestra (algo extremo) os presento unas fotografías de una E-300, perfectamente operativa con un OM Zuiko 24 mm f/3,5 Shift. Tanto este objetivo desplazable como el OM 35 mm f/2,8 Shift permiten fotografiar con desplazamientos correctores de línea a toda perfección. La reducción de ángulo de toma que produce tamaño del captador “cuatro tercios” hace que el efecto producido suponga el equivalente de “doblar la focal”. Así, por tanto, los dos objetivos citados se comportarían como un 48 mm y un 70 mm respectivamente. Y sí: han calculado bien, el 55 mm f/1,2 podría usarse como un 110 mm f/1,2, y por poner un ejemplo, el 200 mm f/5, que mide tan solo 10,5 cm de largo, podríamos usarlo como un 400 mm f/5. Ya sabemos que los resultados no serán óptimos, y que nuestro 18 mm f/3,5 se convertiría en algo así como un 36 mm f/3,5, pero para las focales medias y largas… ¿no os parece interesante”.
Por cierto: una Olympus E-300, con un objetivo original equivalente a un 28-90 mm la he visto anunciada, nueva, a 799 euros, IVA incluido. Y además, el también incomparable placer de “ir contracorriente"…
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