Actualizado a 26/11/05
Científicos de la Universidad de San Francisco (California) y Texas han anunciado en la reputada revista científica "Nature" que han sido capaces de programar las famosas bacterias "Escherishia coli" (E.coli) para ser utilizadas a fin de obtener fotografías. No es el momento para decir que la fotografía se va a la "m", pero casi, pues de muchos es conocido de dónde viene la palabra "colitis", por los desagradables efectos que produce sobre el cuerpo y en algunos casos sobre nuestra vida social.
El invento de la fotografía basada en la bacteria citada trata de un desarrollo derivado de los trabajos –en dura competencia– de ingenieros y biólogos en un área vinculada a la nanotecnología, según un escenario en el que las nanopartículas necesarias para nuevos procesos serían fabricadas por procesos bacterianos. En ese escenario que describe de forma alarmante e interesante la novela "Prey" de Michael Crichton, se trata de manipular genéticamente las bacterias para que actúen no solo como tales –reproduciéndose a "toda máquina"– sino para que, además, se comporten como minúsculas y eficientes máquinas (al estilo de ordenadores, con una cierta lógica propia) para la producción de, por ejemplo, medicamentos, plásticos y combustibles alternativos.
Chis Voigt (nada que ver, suponemos con Voigt-länder), uno de los investigadores del proyecto, ha comentado …"Existe una cierta cultura de "hackers" detrás de todo esto"…
Lo que han hecho Voigt y el resto de los investigadores es combinar, "cruzar" se decía entre caballos y burros, las bacterias E.coli con algas fotosensibles, que en sus reacciones vitales producen compuestos opacos a la luz (me imagino lo que podrían ser esos componentes…). Los genes de las algas se introducen en los de las bacterias que producen la colitis, y a continuación se "emulsionan", esto es, se extienden sobre el fondo de una cápsula de Petri, de las utilizadas en los laboratorios de todo el mundo para los cultivos. A continuación, los investigadores han proyectado una imagen sobre la cápsula, y … voilá: aparece una imagen en blanco y negro.
El funcionamiento de esta "película" biológica se fundamenta en los "fitocromos" ("Phytochromes"), unos fotoreceptores membranosos que se encuentran en algunas plantas y algas. De mis tiempos como estudiante (fallido) de biología, recuerdo que existía un alga que disponía de un fotoreceptor: chlorella, creo que era el nombre. ¿Quizá sea el alga cuyos genes han insertado en la E.coli?
Un aspecto que puede resultar interesante es la alta resolución del sistema: es equivalente a 100 megapíxeles para un "formato" de 2,54 x 2,54 cm. No existe todavía, en el texto que he podido leer (el completo cuesta 30$) indicación del ISO equivalente.
Ya sabíamos que había muchas fotografías que podían llegar a producirnos efectos parecidos a los de una colitis, pero no deja de ofrecer un aspecto muy orgánico que se pueda utilizar precisamente ese tipo de bacteria para hacer fotografías. Ya puestos a pasarnos de graciosos, podíamos plantearnos si utilizar salmonela podría llevar a imágenes sepia… Lo siento, era casi inevitable.
Evidentemente el proceso no se va a emplear, al menos de momento para hacer fotografía: ¿quíen iba a querer experimentar con un proceso fotoquímico ahora, en la era digital? Se empleará probablemente como "interruptor" fotoquímico para otras aplicaciones.
La creación de mutaciones genéticas de este tipo es algo que pone los pelos de punta al más pintado, no ya solo por la posibilidad de creación de armas biológicas, sino por la posibilidad de que uno de los inventos se "desmadre". Pero como parece que se trata de la única solución a la nanotecnología industrial, pues nada, ¡todos al guano!
Actualizar Blog
Científicos de la Universidad de San Francisco (California) y Texas han anunciado en la reputada revista científica "Nature" que han sido capaces de programar las famosas bacterias "Escherishia coli" (E.coli) para ser utilizadas a fin de obtener fotografías. No es el momento para decir que la fotografía se va a la "m", pero casi, pues de muchos es conocido de dónde viene la palabra "colitis", por los desagradables efectos que produce sobre el cuerpo y en algunos casos sobre nuestra vida social.
El invento de la fotografía basada en la bacteria citada trata de un desarrollo derivado de los trabajos –en dura competencia– de ingenieros y biólogos en un área vinculada a la nanotecnología, según un escenario en el que las nanopartículas necesarias para nuevos procesos serían fabricadas por procesos bacterianos. En ese escenario que describe de forma alarmante e interesante la novela "Prey" de Michael Crichton, se trata de manipular genéticamente las bacterias para que actúen no solo como tales –reproduciéndose a "toda máquina"– sino para que, además, se comporten como minúsculas y eficientes máquinas (al estilo de ordenadores, con una cierta lógica propia) para la producción de, por ejemplo, medicamentos, plásticos y combustibles alternativos.
Chis Voigt (nada que ver, suponemos con Voigt-länder), uno de los investigadores del proyecto, ha comentado …"Existe una cierta cultura de "hackers" detrás de todo esto"…
Lo que han hecho Voigt y el resto de los investigadores es combinar, "cruzar" se decía entre caballos y burros, las bacterias E.coli con algas fotosensibles, que en sus reacciones vitales producen compuestos opacos a la luz (me imagino lo que podrían ser esos componentes…). Los genes de las algas se introducen en los de las bacterias que producen la colitis, y a continuación se "emulsionan", esto es, se extienden sobre el fondo de una cápsula de Petri, de las utilizadas en los laboratorios de todo el mundo para los cultivos. A continuación, los investigadores han proyectado una imagen sobre la cápsula, y … voilá: aparece una imagen en blanco y negro.
El funcionamiento de esta "película" biológica se fundamenta en los "fitocromos" ("Phytochromes"), unos fotoreceptores membranosos que se encuentran en algunas plantas y algas. De mis tiempos como estudiante (fallido) de biología, recuerdo que existía un alga que disponía de un fotoreceptor: chlorella, creo que era el nombre. ¿Quizá sea el alga cuyos genes han insertado en la E.coli?
Un aspecto que puede resultar interesante es la alta resolución del sistema: es equivalente a 100 megapíxeles para un "formato" de 2,54 x 2,54 cm. No existe todavía, en el texto que he podido leer (el completo cuesta 30$) indicación del ISO equivalente.
Ya sabíamos que había muchas fotografías que podían llegar a producirnos efectos parecidos a los de una colitis, pero no deja de ofrecer un aspecto muy orgánico que se pueda utilizar precisamente ese tipo de bacteria para hacer fotografías. Ya puestos a pasarnos de graciosos, podíamos plantearnos si utilizar salmonela podría llevar a imágenes sepia… Lo siento, era casi inevitable.
Evidentemente el proceso no se va a emplear, al menos de momento para hacer fotografía: ¿quíen iba a querer experimentar con un proceso fotoquímico ahora, en la era digital? Se empleará probablemente como "interruptor" fotoquímico para otras aplicaciones.
La creación de mutaciones genéticas de este tipo es algo que pone los pelos de punta al más pintado, no ya solo por la posibilidad de creación de armas biológicas, sino por la posibilidad de que uno de los inventos se "desmadre". Pero como parece que se trata de la única solución a la nanotecnología industrial, pues nada, ¡todos al guano!
Actualizar Blog
Comentarios