Los atascos, si tiene un la suerte de poder llevarlos bien, pueden tener sus ventajas, y eso me ocurrió ayer.
La verdad es que había quedado para comer con Francisco, al que –todavía sin su permiso- no puedo llamar mi amigo, pero todo el desarrollo fue mucho más placentero de lo que primera vista podía haber sido una simple comida de trabajo; “de negocios” podría ser una afirmación excesiva, dada la cuantía de las transacciones puras y duras concretadas hasta la fecha.
Pero, puestos a tomar decisiones de recorrido para recoger unos equipos y depositar otros, el parcial desconocimiento por parte Francisco de los entresijos de la M30, le hizo (¡pobre!) confiarse en mi, y decidimos “recoger” primero y “dejar” después.
Ello nos permitió compartir coche con aire acondicionado (alabado sea el Señor), así como comprobar la buena fe de camioneros de reparto y mecánicos en funciones varios a la hora de solicitar ayuda para encontrar direcciones en polígonos industriales que más parecen –al estilo de hablar sevillano, “políngonos”.
A la vuelta, a la hora de “dejar”, merced a un fino atasco que “navegamos” desde Valportillo a Embajadores, la charla que habíamos comenzado entre antipasto y postre a base de mascarpone, se concretó en una suerte de animado concurso en el que Francisco y yo mismo nos zambullimos de forma voluntaria y relajada: un recordatorio a suerte de reto, de cámaras, películas, objetivos y accesorios de “otros tiempos”. Porque lo que no me había podido imaginar –gran error por mi parte- es que Francisco, además de vivir de la fotografía, amaba la fotografía y gozaba del tormento y el éxtasis del coleccionismo.
Así, entre parada y parada, coche delante y coche detrás, la cosa transcurrió más o menos así…
- ¿La cámara SLR japonesa clásica más rara?
• Déjame pensar, lo tengo en la punta de la lengua…. Tenía unos objetivos muy luminosos…
- Empieza por “zeta”..
• ¡Zunow!
- Exacto..
• Son carísimas, no he visto ninguna pero si en fotos en subastas de eBay…
- Dicen que eran las precursoras de las Miranda…
• Mi primera SLR, con 15 años, fue una Miranda…
– Tenían muchos fallos…
• Pero llevaban doble montura, bayoneta y rosca universal…
- Es cierto…
- Siempre me gustaron las cámaras de la generación de las Nikon F…
• Tengo una F de la segunda serie.
-¡¿De cortinilla de tela?!
- No…. De las de titanio enrollado, después de las 100 primeras, pero de las de palanca de arrastre hueca por debajo, y sin prisma Photomic, más bonitas…
- Cierto…
Y así siguió la cosa, con preguntas, respuestas, contrapreguntas, valoraciones, reflexiones, recuerdos recuperados, aportaciones… una maravilla.
Comentarios acerca del olor de la grasa de una réplica Leica china frente al de una Fed soviética… nombres de amigos, autores de libros, anécdotas de vendedores, tiendas, ocasiones únicas, acertadas o perdidas…
Así, por ejemplo, descubrí, además, que existe las Tashihara en versión 20 x 25 cm , algo que desconocía… y que su precio no es superior al de una SLR digital de gama media/baja… y también la auténtica historia de las Kardon, las famosas y raras copias de Leica made in U.S.A… en parte con piezas de Leica.
¡Ah! Los atascos.
Son para disfrutarlos.
La verdad es que había quedado para comer con Francisco, al que –todavía sin su permiso- no puedo llamar mi amigo, pero todo el desarrollo fue mucho más placentero de lo que primera vista podía haber sido una simple comida de trabajo; “de negocios” podría ser una afirmación excesiva, dada la cuantía de las transacciones puras y duras concretadas hasta la fecha.
Pero, puestos a tomar decisiones de recorrido para recoger unos equipos y depositar otros, el parcial desconocimiento por parte Francisco de los entresijos de la M30, le hizo (¡pobre!) confiarse en mi, y decidimos “recoger” primero y “dejar” después.
Ello nos permitió compartir coche con aire acondicionado (alabado sea el Señor), así como comprobar la buena fe de camioneros de reparto y mecánicos en funciones varios a la hora de solicitar ayuda para encontrar direcciones en polígonos industriales que más parecen –al estilo de hablar sevillano, “políngonos”.
A la vuelta, a la hora de “dejar”, merced a un fino atasco que “navegamos” desde Valportillo a Embajadores, la charla que habíamos comenzado entre antipasto y postre a base de mascarpone, se concretó en una suerte de animado concurso en el que Francisco y yo mismo nos zambullimos de forma voluntaria y relajada: un recordatorio a suerte de reto, de cámaras, películas, objetivos y accesorios de “otros tiempos”. Porque lo que no me había podido imaginar –gran error por mi parte- es que Francisco, además de vivir de la fotografía, amaba la fotografía y gozaba del tormento y el éxtasis del coleccionismo.
Así, entre parada y parada, coche delante y coche detrás, la cosa transcurrió más o menos así…
- ¿La cámara SLR japonesa clásica más rara?
• Déjame pensar, lo tengo en la punta de la lengua…. Tenía unos objetivos muy luminosos…
- Empieza por “zeta”..
• ¡Zunow!
- Exacto..
• Son carísimas, no he visto ninguna pero si en fotos en subastas de eBay…
- Dicen que eran las precursoras de las Miranda…
• Mi primera SLR, con 15 años, fue una Miranda…
– Tenían muchos fallos…
• Pero llevaban doble montura, bayoneta y rosca universal…
- Es cierto…
- Siempre me gustaron las cámaras de la generación de las Nikon F…
• Tengo una F de la segunda serie.
-¡¿De cortinilla de tela?!
- No…. De las de titanio enrollado, después de las 100 primeras, pero de las de palanca de arrastre hueca por debajo, y sin prisma Photomic, más bonitas…
- Cierto…
Y así siguió la cosa, con preguntas, respuestas, contrapreguntas, valoraciones, reflexiones, recuerdos recuperados, aportaciones… una maravilla.
Comentarios acerca del olor de la grasa de una réplica Leica china frente al de una Fed soviética… nombres de amigos, autores de libros, anécdotas de vendedores, tiendas, ocasiones únicas, acertadas o perdidas…
Así, por ejemplo, descubrí, además, que existe las Tashihara en versión 20 x 25 cm , algo que desconocía… y que su precio no es superior al de una SLR digital de gama media/baja… y también la auténtica historia de las Kardon, las famosas y raras copias de Leica made in U.S.A… en parte con piezas de Leica.
¡Ah! Los atascos.
Son para disfrutarlos.
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