Como ya se ha publicado en estas páginas, distintas fuentes muy próximas a Leica han generado –en ocasiones diferentes– el rumor de que la nueva réflex integral de la firma ...”incorporaría un captor de mayor tamaño que el de 24 x 36 mm”...
Más o menos todos hemos bautizado a esta nonata como “Leica R10”, una cámara que al parecer sería ya plenamente funcional y podría estar lista no ya solo para enseñarse en la próxima Photokina, sino quizá, para presentarse a la prensa a finales de julio.
Una Leica R9, dotada del módulo digital. ¿Tendrá la R10 una configuración similar? © Valentin Sama
Leica ya disponía de un captor de dimensiones "ad hoc" para su respaldo digital... © Valentin Sama
Todo esto no son más que puras lucubraciones por mi parte, y se basan exclusivamente en declaraciones públicas del Sr. Kaufmann y de otro portavoz de Leica durante unas charlas también públicas ante una asociación norteamericana de coleccionismo histórico de Leica. Más concretamente, de las declaraciones del sr. Kaufmann puede deducirse que la nueva cámara será una SLR digital integral autofoco.
De esas informaciones, podría deducirse –con claridad meridiana– que la nueva “R10” emplearía, tal como he citado anteriormente, un captor de tamaño “mayor que el de 24 x 36 mm”. A partir de ahí se puede comenzar a soñar y especular, y es a eso a lo que os invito. Quizá se trate de algo muy simple, casi pedestre, pero siempre se puede dar vuelo a la imaginación, y la razón no es otra que Leica... ¡inventó el formato de 24 x 36 mm!
Óscar Barnack © archivos Leica
Está bien... fue Óscar Barnack, y no para Leica inicialmente, sino para si mismo. Y hasta es posible que antes existiese algún artefacto con ese formato o uno similar, pero fue Leica, la que decidió comercializar “la cámara de Barnack”, inicialmente como “Leca” y poco más tarde, como “Leica”. Ahora, con la nueva religión de la fotografía digital, muchos llaman a ese formato “full frame”, cuando “full frame” son otros, como por ejemplo el “Cuatro Tercios”, y no debería dudarse mucho en denominar al 24 x 36 mm, en realidad “double frame”. Pero no deseo irritar demasiado a los pobladores de esos foros de Dios....
De muchos es conocido que Óscar Barnack entró en Leitz (fabricante de microscopios) con la misión de desarrollar una nueva cámara para cine. Concretamente el día uno de enero de 1911.
Según el propio Barnack, desarrolló un pequeño aparato fotográfico que le permitía ahorrar 60 m de película “de cine” de 35 mm cada vez que debía calibrar un nuevo numero de emulsión para realizar pruebas en el prototipo de cámara de cine. Ello se debía a que, a la sazón, esos grandes rollos de película cinematográfica no se caracterizaban por la fidelidad en la sensibilidad real de una “lata” a otra.
Óscar Barnack en su taller personal © archivos Leica
Quizá convenga recordar, que el fotograma estándar de una película cinematográfica sobre película de 35 mm es de 18 x 24 mm, con el lado horizontal utilizando el ancho máximo posible de la película, dejando un espacio para las dos perforaciones de arrastre y la banda de sonido.
Óscar Barnack durante uno de sus paseos © archivos Leica
Se dieron dos factores adicionales que pudieron ser determinantes para el futuro de la Fotografia tal como la conocemos ahora: por un lado Óscar Barnack era aficionado a la fotografía, y de naturaleza enfermiza, y como consecuencia no podía acarrear en sus caminatas por el campo las pesadas cámaras de placas entonces al uso, y por otro lado, pronto tuvo ocasión de comprobar que el “inventito” que se había construido para testar las muestras de película daba una calidad de imagen más que aceptable.
La buena calidad de las ópticas para microscopio de Leitz se dejaba ver, y no en vano el propio Óscar Barnack se había encargado de actualizar las máquinas de tallado y pulido de la fábrica.
Óscar Barnack comprobó que la película cinematográfica ofrecía una finura de grano bastante buena, si bien el formato de 18 x 24 mm no “daba” para ampliaciones de un tamaño satisfactorio.
Puesto que el ancho de la película no permitía ampliar el formato en ese sentido, se le ocurrió que sí que podría hacerse en el sentido longitudinal.... y de ahí surgió el “double frame” o el formato de 24 x 36 cm (18 x 2 = 36).
Sin embargo, en contra de lo supuesto, el valor de 36 mm no surgió por “casualidad” o de forma evidente, sino tras largas conversaciones de Óscar Barnack con Max Berek, el ingeniero de Leitz especializado en óptica. Se consideró la relación de formato de 1,5:1 como adecuada, quizá en parte porque equivalía a la del 6 x 9 cm.. en miniatura.
Leica 0 © Valentin Sama
Leica III © Valentin Sama
No puedo extenderme excesivamente aquí en relación a los motivos que llevaron finalmente a Leitz a comercializar el invento particular de Óscar Barnack, pero ya conocemos acerca del éxito de Leica... y del formato de 24 x 36 mm. Hoy en día, y en contra de lo que opinan muchos, en mi opinión personal y la de otros expertos más cualificados que yo mismo, tanto en óptica como en electrónica y captores, en el mundo de la fotografía digital, no tiene mucho sentido seguir aferrados a formatos y proporciones que no ya son de otra época, sino que son de otro medio –el fotoquímico– que es bien distinto.
En digital, y si nos ceñimos exclusivamente a cámaras de la gama de las SLR digitales, podemos encontrar cámara clasificables entre las las que incorporan captores de formato “antiguo”, de 24 x 36 mm (relación aprox. 1,5:1), las que incorporan el conocido como “APS-C”, que –en sus distintas variantes– es bastante similar al 18 x 24 mm original de cine, y también conceptos nuevos, como el Cuatro Tercios (relación aprox. 1,33:1).
En el llamado “formato medio” digital, el formato más popular es el de 36 x 48 mm (relación aprox. 1,33:1).
Y quizá sea el momento adecuado para volver a nuestra leica R10 de “formato mayor que el de 24 x 36 mm”.
De ser eso cierto, podríamos tratar de especular con las razones, y una de ellas podría ser la más sencilla de todas: que Leica esté dispuesta a entrar en el “formato medio digital” de 36 x 48 mm, lo que podría hacer, bien dentro de una configuración de cámara de 35 mm (al estilo R9), bien en una configuración enteramente nueva. En todo caso, la primera consecuencia parece ser que sería la de que la nueva cámara no fuese compatible con los objetivos de la serie R de Leica. También es cierto que esos objetivos R podrían emplearse –mediante adaptador– cubriendo un formato menor, tal como hacen los Nikkor DX sobre la Nikon D3.
Para la Leica M8, la firma pidió a Kodak la fabricación de un sensor especial, con las microlentes desplazadas de centro a esquinas, a fin de hacerlo compatible con los angulares no retrofoco de la línea M desde los años cincuenta ahasta ahora.
Utilizar un captor de formato estándar parece lógico hoy día por cuestión de economía, pero... ¿acaso no pidió Leica a Kodak que le fabricase un captor absolutamente específico para su M8, a fin de compatibilizarlo con ópticas M más antiguas?
Por eso soy de la opinión de que debemos atrevernos a ser más osados e imaginativos, aunque solo sea por cuestión de ejercitar el sano ejercicio de poner en comunicación nuestras dos neuronas.
Hace tiempo que pienso que un fabricante podría atreverse a comercializar una SLR digital con captor de formato cuadrado y configuración de SLR de 35 mm. Ello permitiría ir a un diseño muy
ergonómico, con los mandos repartidos entre dos “empuñaduras” casi simétricas. La cámara podría hacer fotos apaisadas o verticales, sin necesidad de contorsionismo alguno, de forma digital, con un simple toque de botón.
Con un captor de 48 x 48 mm podría obtenerse, además de ese formato, un 36 x 48 mm horizontal o vertical.
Con un captor más modesto y menos costoso, de 36 x 36 mm, podrían obtenerse las dos variantes del 24 x 36 mm para los que deseen seguir con ese formato en realidad un tanto obsoleto en la era digital.
Pero, tal como comento unas líneas más arriba, os invito a lucubrar, y hasta podemos pensar en un premio más o menos honorífico – con desfile militar sobre el hombro izquierdo en YouTube a cargo de Hugo Solo– al que se aproxime más en su estimación/aportación a lo solución que finalmente pueda presentar Leica.
Voy fuera de concurso, pero puedo pensar, además de en los formatos cuadrados de más arriba en alguno de los siguientes:
36 x 48 mm (1,33:1)
32 x 48 mm (1,5:1)
32 x 42,5 mm (1,33:1)
28 x 37 mm (1:32:1)
Lo dicho: ¡a lucubrar!
Más o menos todos hemos bautizado a esta nonata como “Leica R10”, una cámara que al parecer sería ya plenamente funcional y podría estar lista no ya solo para enseñarse en la próxima Photokina, sino quizá, para presentarse a la prensa a finales de julio.
Una Leica R9, dotada del módulo digital. ¿Tendrá la R10 una configuración similar? © Valentin Sama
Leica ya disponía de un captor de dimensiones "ad hoc" para su respaldo digital... © Valentin Sama
Todo esto no son más que puras lucubraciones por mi parte, y se basan exclusivamente en declaraciones públicas del Sr. Kaufmann y de otro portavoz de Leica durante unas charlas también públicas ante una asociación norteamericana de coleccionismo histórico de Leica. Más concretamente, de las declaraciones del sr. Kaufmann puede deducirse que la nueva cámara será una SLR digital integral autofoco.
De esas informaciones, podría deducirse –con claridad meridiana– que la nueva “R10” emplearía, tal como he citado anteriormente, un captor de tamaño “mayor que el de 24 x 36 mm”. A partir de ahí se puede comenzar a soñar y especular, y es a eso a lo que os invito. Quizá se trate de algo muy simple, casi pedestre, pero siempre se puede dar vuelo a la imaginación, y la razón no es otra que Leica... ¡inventó el formato de 24 x 36 mm!
Óscar Barnack © archivos Leica
Está bien... fue Óscar Barnack, y no para Leica inicialmente, sino para si mismo. Y hasta es posible que antes existiese algún artefacto con ese formato o uno similar, pero fue Leica, la que decidió comercializar “la cámara de Barnack”, inicialmente como “Leca” y poco más tarde, como “Leica”. Ahora, con la nueva religión de la fotografía digital, muchos llaman a ese formato “full frame”, cuando “full frame” son otros, como por ejemplo el “Cuatro Tercios”, y no debería dudarse mucho en denominar al 24 x 36 mm, en realidad “double frame”. Pero no deseo irritar demasiado a los pobladores de esos foros de Dios....
De muchos es conocido que Óscar Barnack entró en Leitz (fabricante de microscopios) con la misión de desarrollar una nueva cámara para cine. Concretamente el día uno de enero de 1911.
Según el propio Barnack, desarrolló un pequeño aparato fotográfico que le permitía ahorrar 60 m de película “de cine” de 35 mm cada vez que debía calibrar un nuevo numero de emulsión para realizar pruebas en el prototipo de cámara de cine. Ello se debía a que, a la sazón, esos grandes rollos de película cinematográfica no se caracterizaban por la fidelidad en la sensibilidad real de una “lata” a otra.
Óscar Barnack en su taller personal © archivos Leica
Quizá convenga recordar, que el fotograma estándar de una película cinematográfica sobre película de 35 mm es de 18 x 24 mm, con el lado horizontal utilizando el ancho máximo posible de la película, dejando un espacio para las dos perforaciones de arrastre y la banda de sonido.
Óscar Barnack durante uno de sus paseos © archivos Leica
Se dieron dos factores adicionales que pudieron ser determinantes para el futuro de la Fotografia tal como la conocemos ahora: por un lado Óscar Barnack era aficionado a la fotografía, y de naturaleza enfermiza, y como consecuencia no podía acarrear en sus caminatas por el campo las pesadas cámaras de placas entonces al uso, y por otro lado, pronto tuvo ocasión de comprobar que el “inventito” que se había construido para testar las muestras de película daba una calidad de imagen más que aceptable.
La buena calidad de las ópticas para microscopio de Leitz se dejaba ver, y no en vano el propio Óscar Barnack se había encargado de actualizar las máquinas de tallado y pulido de la fábrica.
Óscar Barnack comprobó que la película cinematográfica ofrecía una finura de grano bastante buena, si bien el formato de 18 x 24 mm no “daba” para ampliaciones de un tamaño satisfactorio.
Puesto que el ancho de la película no permitía ampliar el formato en ese sentido, se le ocurrió que sí que podría hacerse en el sentido longitudinal.... y de ahí surgió el “double frame” o el formato de 24 x 36 cm (18 x 2 = 36).
Sin embargo, en contra de lo supuesto, el valor de 36 mm no surgió por “casualidad” o de forma evidente, sino tras largas conversaciones de Óscar Barnack con Max Berek, el ingeniero de Leitz especializado en óptica. Se consideró la relación de formato de 1,5:1 como adecuada, quizá en parte porque equivalía a la del 6 x 9 cm.. en miniatura.
Leica 0 © Valentin Sama
Leica III © Valentin Sama
No puedo extenderme excesivamente aquí en relación a los motivos que llevaron finalmente a Leitz a comercializar el invento particular de Óscar Barnack, pero ya conocemos acerca del éxito de Leica... y del formato de 24 x 36 mm. Hoy en día, y en contra de lo que opinan muchos, en mi opinión personal y la de otros expertos más cualificados que yo mismo, tanto en óptica como en electrónica y captores, en el mundo de la fotografía digital, no tiene mucho sentido seguir aferrados a formatos y proporciones que no ya son de otra época, sino que son de otro medio –el fotoquímico– que es bien distinto.
En digital, y si nos ceñimos exclusivamente a cámaras de la gama de las SLR digitales, podemos encontrar cámara clasificables entre las las que incorporan captores de formato “antiguo”, de 24 x 36 mm (relación aprox. 1,5:1), las que incorporan el conocido como “APS-C”, que –en sus distintas variantes– es bastante similar al 18 x 24 mm original de cine, y también conceptos nuevos, como el Cuatro Tercios (relación aprox. 1,33:1).
En el llamado “formato medio” digital, el formato más popular es el de 36 x 48 mm (relación aprox. 1,33:1).
Y quizá sea el momento adecuado para volver a nuestra leica R10 de “formato mayor que el de 24 x 36 mm”.
De ser eso cierto, podríamos tratar de especular con las razones, y una de ellas podría ser la más sencilla de todas: que Leica esté dispuesta a entrar en el “formato medio digital” de 36 x 48 mm, lo que podría hacer, bien dentro de una configuración de cámara de 35 mm (al estilo R9), bien en una configuración enteramente nueva. En todo caso, la primera consecuencia parece ser que sería la de que la nueva cámara no fuese compatible con los objetivos de la serie R de Leica. También es cierto que esos objetivos R podrían emplearse –mediante adaptador– cubriendo un formato menor, tal como hacen los Nikkor DX sobre la Nikon D3.
Para la Leica M8, la firma pidió a Kodak la fabricación de un sensor especial, con las microlentes desplazadas de centro a esquinas, a fin de hacerlo compatible con los angulares no retrofoco de la línea M desde los años cincuenta ahasta ahora.
Utilizar un captor de formato estándar parece lógico hoy día por cuestión de economía, pero... ¿acaso no pidió Leica a Kodak que le fabricase un captor absolutamente específico para su M8, a fin de compatibilizarlo con ópticas M más antiguas?
Por eso soy de la opinión de que debemos atrevernos a ser más osados e imaginativos, aunque solo sea por cuestión de ejercitar el sano ejercicio de poner en comunicación nuestras dos neuronas.
Hace tiempo que pienso que un fabricante podría atreverse a comercializar una SLR digital con captor de formato cuadrado y configuración de SLR de 35 mm. Ello permitiría ir a un diseño muy
ergonómico, con los mandos repartidos entre dos “empuñaduras” casi simétricas. La cámara podría hacer fotos apaisadas o verticales, sin necesidad de contorsionismo alguno, de forma digital, con un simple toque de botón.
Con un captor de 48 x 48 mm podría obtenerse, además de ese formato, un 36 x 48 mm horizontal o vertical.
Con un captor más modesto y menos costoso, de 36 x 36 mm, podrían obtenerse las dos variantes del 24 x 36 mm para los que deseen seguir con ese formato en realidad un tanto obsoleto en la era digital.
Pero, tal como comento unas líneas más arriba, os invito a lucubrar, y hasta podemos pensar en un premio más o menos honorífico – con desfile militar sobre el hombro izquierdo en YouTube a cargo de Hugo Solo– al que se aproxime más en su estimación/aportación a lo solución que finalmente pueda presentar Leica.
Voy fuera de concurso, pero puedo pensar, además de en los formatos cuadrados de más arriba en alguno de los siguientes:
36 x 48 mm (1,33:1)
32 x 48 mm (1,5:1)
32 x 42,5 mm (1,33:1)
28 x 37 mm (1:32:1)
Lo dicho: ¡a lucubrar!
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