Hace años que vengo dando la lata a los ingenieros de distintas marcas, y especialmente a los de Olympus y Panasonic con la idea de desarrollar una cámara dentro del protocolo Cuatro Tercios o Micro Cuatro Tercios... ¡con un captor cuadrado!
En efecto, ambos protocolos fijan como parámetro fundamental –además de los propios de la bayoneta y contactos– el de la diagonal del captor. Dicho de otra forma: no se está hablando de dimensiones concretas de ancho por alto, sino de diagonal.
Y para una misma diagonal se pueden ofrecer muchos formatos.
Incluyendo el cuadrado. Sin saltarse el protocolo.
El concepto digital se presta excepcionalmente bien la utilización de un captor cuadrado en las nuevas cámaras EVF, EVIL o de visor electrónico a nivel del ojo con óptica intercambiable, ya que la decisión de toma “horizontal” o “vertical” puede llevarse a cabo por medios electrónicos, bien en cámara, bien en postproducción.
Puesto que hacerlo en cámara es mucho más purista, veamos las ventajas:
Desde el punto de vista del diseño y fabricación de las cámaras, el diseño –al no tener que considerar voltear el aparato para unas tomas u otras– puede ser mucho más sencillo y ergonómico: los mandos se podrían repartir de forma más lógica y sin necesidad de tener que ofrecer mandos duplicados como se hace ahora en las cámaras profesionales.
La estabilidad de toma también sería mayor, con los dos codos junto al cuerpo. No olvidemos que la decisión del formato de toma “H” o “V”, se realizaría simplemente mediante la pulsación de un botón. Otros formatos y proporciones podrían compararse fácilmente.
A ello se añaden otras ventajas de carácter óptico y mecánico:
La superficie de toma del formato cuadrado es más de un 10% mayor que el de uno rectangular al uso: en lugar de ofrecer la opción de un formato 1:1 recortando un 3:2 o un 4:3, como es el caso de ahora en muchas cámaras... ¡ofrezcamos un 1:1 nativo, mucho mayor y recortemos a los otros formatos!
Un sensor de arquitectura cuadrada permite una exploración y extracción de datos más lógica, así como un enfriamiento más racional, sin olvidar menos riesgo de viñeteado y una mejor explotación de las bondades de los objetivos.
Las cámaras podrían ser más pequeñas y ligeras, con un centro de gravedad más bajo.
Para usarlas en aplicaciones deportivas, sobre monópodes, serían también ideales.
Y por supuesto en estudio, sobre trípode...
¡Y muchas cosas más!
¿Se llegará a fabricar una cámara de este estilo?
Huhmmmm.... lo dudamos: el Sector, de la mano de Marketing, se han vuelto ultraconservador.
¿Y quizá los usuarios también lo sean?
El éxito del llamado “full frame”, así parece indicarlo...
En efecto, ambos protocolos fijan como parámetro fundamental –además de los propios de la bayoneta y contactos– el de la diagonal del captor. Dicho de otra forma: no se está hablando de dimensiones concretas de ancho por alto, sino de diagonal.
Y para una misma diagonal se pueden ofrecer muchos formatos.
Incluyendo el cuadrado. Sin saltarse el protocolo.
El concepto digital se presta excepcionalmente bien la utilización de un captor cuadrado en las nuevas cámaras EVF, EVIL o de visor electrónico a nivel del ojo con óptica intercambiable, ya que la decisión de toma “horizontal” o “vertical” puede llevarse a cabo por medios electrónicos, bien en cámara, bien en postproducción.
Puesto que hacerlo en cámara es mucho más purista, veamos las ventajas:
Desde el punto de vista del diseño y fabricación de las cámaras, el diseño –al no tener que considerar voltear el aparato para unas tomas u otras– puede ser mucho más sencillo y ergonómico: los mandos se podrían repartir de forma más lógica y sin necesidad de tener que ofrecer mandos duplicados como se hace ahora en las cámaras profesionales.
La estabilidad de toma también sería mayor, con los dos codos junto al cuerpo. No olvidemos que la decisión del formato de toma “H” o “V”, se realizaría simplemente mediante la pulsación de un botón. Otros formatos y proporciones podrían compararse fácilmente.
A ello se añaden otras ventajas de carácter óptico y mecánico:
La superficie de toma del formato cuadrado es más de un 10% mayor que el de uno rectangular al uso: en lugar de ofrecer la opción de un formato 1:1 recortando un 3:2 o un 4:3, como es el caso de ahora en muchas cámaras... ¡ofrezcamos un 1:1 nativo, mucho mayor y recortemos a los otros formatos!
Un sensor de arquitectura cuadrada permite una exploración y extracción de datos más lógica, así como un enfriamiento más racional, sin olvidar menos riesgo de viñeteado y una mejor explotación de las bondades de los objetivos.
Las cámaras podrían ser más pequeñas y ligeras, con un centro de gravedad más bajo.
Para usarlas en aplicaciones deportivas, sobre monópodes, serían también ideales.
Y por supuesto en estudio, sobre trípode...
¡Y muchas cosas más!
¿Se llegará a fabricar una cámara de este estilo?
Huhmmmm.... lo dudamos: el Sector, de la mano de Marketing, se han vuelto ultraconservador.
¿Y quizá los usuarios también lo sean?
El éxito del llamado “full frame”, así parece indicarlo...
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