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Novena crónica

Galaxia Aghcrown.
Cuarto sector.
Zona LD/IF.
Área de influencia de Trantor.
Tiempo del duodécimo sol.




Cielo radiactivo de blackradón sobre cumbres de boulderado
(Vista de Klaatu desde escotilla polarizada)

Justo a la entrada del duodécimo sol en el arco tangencial, se activa mi telepantalla al recibir aviso de entrada de electroconsulta de Ivaj, uno de mis alumnos más brillantes. Brillante en cuanto a interés por aprender, ya que en cuanto a futuro, lo único brillante que parece contar hoy en día es el impertinente y molesto resplandor azulado de los horteras xenorayos que montan las navéculas de transición a los asteroides suburbiales… pero como tantas otras veces, me disperso.

La consulta es simple: ¿debe expender Ivaj sus decagalaxos duramente ganados en una moderna fototrap numérica o seguir fiel a su silverada y sublimarlos en un explorador secuencial lineal del tipo empleado para numerizar aquellos registros silverados que hayan merecido previamente la aprobación tutelada? La duda se le plantea en cuento al sistema, no en lo que se refiere al modelo, pues según me comunica en sincopada animación a través de la licuapantalla de baja frecuencia, los modelos los tiene ya decididos, pues uno de ellos ha recibido el premio ASIE (Asociation of Standards from Intergalactical Experts) y el otro el premio APIT (Asociation of Photographers Intergalacticaly Tempered)…
Mientras miro distraídamente a través de la escotilla polarizada la forma en que las nubes de blackradón mordisquean con su beso de radiación corrosiva los picos lejanos de la cordillera de silicoplasma boulderado, no puedo por menos de ponderar con una cierta mezcla de tristeza y nostalgia la evolución de los tiempos y costumbres. ¿Debería decirle a Ivaj que “los Reyes son los padres”, tal como ocurría llegado el momento, en Acqua, la ahora lejana colonia, esto es, decirle la verdad?
Quizá si.
Las costumbres evolucionan y los grupos de personas, también, de la misma forma que evolucionan las personas en sí mismas, si bien lo hacen de manera distinta según su interrelación. Lo que en los momentos del origen de la Fundación fueron bien intereses incluso nobles, bien defensa legítima de intereses ante ataque de otros grupos, puede haber evolucionado hacia algo meramente comercial, asociado a un juego de castas. Castas que se concretan al haberse creado diferentes categorías de miembros en las Asociaciones, con una plataforma de “nobles” por encima del resto del grupo. Y yo, Klaatu, lo puedo decir con una cierto conocimiento de causa, por haber formado parte de los primeros jurados de la APIT, en los ilusionados instantes iniciales de la Fundación, antes de apartarme voluntariamente al percibir, aún a través de la máscara de respiración de mi túnica dunesca, los primeros efluvios de lo que yo estimé suponía una cierto deslizamiento hacia la posible corrupción.
Quizá debería contarle a Ivaj…
Que en los primeros soles, los auténticos expertos que realmente comprobaban las bondades de los productos, tomaban realmente las decisiones acerca de qué productos merecían los premios.
Que desde hace mucho tiempo, los expertos que configuran ahora alguna de esas asociaciones no solo no han llegado a probar nunca algunos de los productos que coronan con sus premios, sino que ni siquiera han pasado por sus manos…
Que parte de los miembros del jurado no conocen la panlingua en la que se desarrollan las deliberaciones y votaciones, si bien acuden gustosos a los exóticos planetas en los que disfrutan, a cuenta de la Organización, de los agasajos propios del acontecimiento …
Que en su despiste el jurado ha llegado a conceder premios a productos obsoletos, sin presencia ya en el mercado…
Que para evitar esa bochornosa situación han caído en la aberración de pedir a las propias compañías que nominen cuales de sus productos de entre sus palmcatálogos se deben hacer acreedores a los premios…
Que esos premios son cotizados, pues se ha demostrado que el peaje que las compañías deben pagar por lucir en sus palmcatálogos el marchamo que acredita el premio recibido, vende, querido Ivaj
Que la casta de nobles se reúne separadamente en diversas ocasiones para tomar decisiones que no pueden ser discutidas ni muchas veces conocidas por el resto de los miembros…

Soy por tanto de la opinión, querido Ivaj, que debes comprar según las prestaciones que estimes puedan ofrecer los equipos que consideras, según tus ya bastante profundos conocimientos, incluso “a pesar” de que el producto que te interese haya recibido uno de eos premios que tanto parecen haberte impresionado.
Por cierto, dentro de unas pocas miliUtias, se reunirá uno de esos jurados para conceder los premios correspondientes a este periodo de soles. Parece ser que en esta ocasión se reúnen en la lejana colonia de Acqua, en aquella laguna famosa por el encanto perverso de la fetidez decadente de sus vías de comunicación para navéculas: la famosa Laguna Fétida.

Y ahora, debo dejarte, pues acaba de llegar un despacho urgente en navécula de plasma, procedente de las redes de escuchas que el comité de sabios decidió ya hace algunas Utias establecer a fin de tratar de preservar el Conocimiento Fundacional del sutil ataque constante de las Fuerzas del Lado Oscuro.
Klaatu

Despacho urgente. EEPM
De unidad EPCFxxxxxxx3 a: Klaatu
Procedente de fuentes de fiabilidad absoluta (abrir holograma para certificación de agente), ha sido detectada una reunión al parecer secreta de al menos parte de la Casta Superior de la APIT.
Miembros fieles de la Casta Inferior han manifestado voluntariamente, al haber sido consultados, su absoluto desconocimiento del encuentro.
Dicho encuentro ha sido organizado y financiado por una de las compañías aspirantes a diversos premios de los que se han de conceder en breve en la reunión global de la Laguna Fétida de Acqua.
La reunión ha tenido lugar en una de las más exóticas reservas de Acqua, llevando asociada la correspondiente paleta de, prueba de equipos, agasajos, celebraciones y premios sociales.
Como parte de las actividades lúdico-sociales se ha celebrado, entre los miembros de la Casta Superior, un certamen de captación numérica de asemelladuras de los ejemplares de biomuestras existentes todavía en la reserva.
La cabeza visible de la Casta Superior de la APIT ha recibido el primer premio por una bonita asemelladura de un impresionante Zitidar (1), o al menos ese ha sido el parecer del jurado constituido por la firma comercial organizadora de la reunión.
Fin del despacho.


(1) No debemos confundir un Zitidar con un Thoat, error relativamente frecuente entre los poco iniciados.
El Thoat puede cabalgarse, suponiendo que no mate a dentelladas a su pretendido jinete antes de que éste no le domine telepáticamente en su aproximación. En todo caso, los ejemplares que quedan se destinan meramente a exhibición.
El Zitidar, una suerte de mastodonte, utilizado en tiempos como bestia de arrastre, se conducía también telepáticamente. Podría cabalgarse, pero meramente como ayuda a su guiado desde una atalaya superior, sobre todo en los pasos difíciles de alguna de las llanuras de Barsoom.

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