Miquel Barceló, junto con Alberto Anaut, presentaron ayer la publicación “MATADOR N” en el Salón de Columnas del Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Miquel Barceló ha dirigido personalmente el último número de la
“revista” MATADOR. Tal como comentan los responsables de la publicación, en ella ha volcado todos sus gustos, filias, obsesiones e influencias. Junto a Alberto Anaut, editor de Matador, mantuvo una relajada conversación pública en la que desgranaron todos los contenidos de la revista.
Me permito destacar una –a mi entender– bella frase de Miquel Barceló: ...”en relación a las [imágenes] argénticas, las imágenes digitales es probable que se deslicen... esquían, dejan menos memoria”...
Por mi parte, siempre he considerado que la publicación MATADOR es un ejemplo de ejecución sobresaliente y de promoción soberbia, y el lleno del salón de columnas del Círculo de Bellas Artes de Madrid así lo certifican, pero –también desde siempre– he tenido mis dudas acerca de si debe llamarse “revista” a una publicación que tiene lugar en ciclos más o menos anuales, más bien más que menos.
En lo que respecta a la fórmula de este año, encomendada íntegramente a un artista como la copa de un pino, que es Miquel Barceló, mi opinión personal, es que el resultado es.... una obra de artista. Y no lo digo solo en términos positivos.
Tal como comentó Barceló, ...”es la biografía de un momento determinado”...
Su momento.
Miquel Barceló ha dirigido personalmente el último número de la
“revista” MATADOR. Tal como comentan los responsables de la publicación, en ella ha volcado todos sus gustos, filias, obsesiones e influencias. Junto a Alberto Anaut, editor de Matador, mantuvo una relajada conversación pública en la que desgranaron todos los contenidos de la revista.
Me permito destacar una –a mi entender– bella frase de Miquel Barceló: ...”en relación a las [imágenes] argénticas, las imágenes digitales es probable que se deslicen... esquían, dejan menos memoria”...
Por mi parte, siempre he considerado que la publicación MATADOR es un ejemplo de ejecución sobresaliente y de promoción soberbia, y el lleno del salón de columnas del Círculo de Bellas Artes de Madrid así lo certifican, pero –también desde siempre– he tenido mis dudas acerca de si debe llamarse “revista” a una publicación que tiene lugar en ciclos más o menos anuales, más bien más que menos.
En lo que respecta a la fórmula de este año, encomendada íntegramente a un artista como la copa de un pino, que es Miquel Barceló, mi opinión personal, es que el resultado es.... una obra de artista. Y no lo digo solo en términos positivos.
Tal como comentó Barceló, ...”es la biografía de un momento determinado”...
Su momento.
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