Fujifilm anuncia su GFX 100S II, una nueva versión de la ya de por sí muy evolucionada cámara sin espejo de formato medio (1), dotada de un sensor de GFX 102MP CMOS II, de 102 megapíxeles, en un formato de 32,9 x 43,8 mm (diagonal de 55 mm), un sensor que ha recibido, al parecer mejoras que –según la firma– redundan en:
- Rendimiento mejorado de los fotodiodos, que ofrece mayor rango dinámico y menor ruido que el modelo anterior, permitiendo además utilizar el ajuste de ISO 80 como el estándar o «base».
- Pauta de microlentes mejorada, lo que no sólo permite mejorar el aprovechamiento de la luz de centro a esquinas del fotograma, sino que –además– mejora el rendimiento del AF en los bordes, respecto al modelo anterior. (2)
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La nueva GFX 100S II presume de una detección de sujetos basada en Inteligencia Artificial (IA) lo que mejoraría el rendimiento AF; esa detección por IA permite discriminar sujetos tales como animales –entre ellos, aves–, coches, motos, bicicletas, aviones, trenes, insectos y drones. No falta, por supuesto, el AF facial.
El algoritmo predictivo, permite ofrecer mejores características de AF en modo de seguimiento.
Todo ello viene potenciado por el más reciente procesador «X-Processor-5», que permite alcanzar hasta 7 f.p.s.
El visor electrónico es de 5,76 Mpx. y un factor 0,84X, y se entiende qua la parte óptica que le da servicio se ha cuidado mucho para ofrecer una alta calidad de imagen visual de borde a borde.
Los amantes del vídeo, disfrutarán de su ajuste base de ISO 100, así como del peso del cuerpo, de tan sólo 883 gramos, muy asumible para una cámara de formato medio.
Con unas dimensiones (cuerpo) de 104 mm (alto) por 87 mm (fondo), la GFX 100S II se maneja todavía con facilidad, también, en parte al los nuevos acabados de textura «BISHAMON-TEX7» © FUJIFILM |
Uno de los puntos fuertes del sistema GFX 100S es la estabilización en el cuerpo –ahora IBIS de hasta 8 puntos– que también permite a la GFX 100S II entrar en modo «Pixel Shift Multi-Shot» y ofrecer una imagen equivalente a 400 Mpx.
Igualmente, en el modo «Color Real», se combinan cuatro archivos RAW, con un desplazamiento de un pixel, para evitar los colores falsos inherentes a la Pauta Bayer del sensor. Todo ello siempre, entendemos, sobre trípode.
El precio estimado (cuerpo) es de 5.500 €. Algo que permite el hecho prescindir del costoso sistema de visores intercambiables original de la GFX 100 II.
Simultáneamente, se anuncia un espectacular objetivo GF500 mm f/5.6 R LM OIS WR, equivalente aproximadamente a un clásico «400 mm» para el formato Barnack de 24 x 36 mm.
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El esquema óptico es de 21 lentes en 14 grupos, incluyendo dos lentes Super ED y cinco ED, a fin de controlar lo más posible las aberraciones cromáticas. El peso es de 1.375 gramos.
El multiplicador –no incorporado– Fujinon GF1.4X TC WR lo lleva a 700 mm, equivalente a un 554 mm en formato Barnack, pero –no olvidemos– llevando su apertura máxima a f/8 equivalente. El precio estimado se sitúa un poco por debajo de los 4.000 €.
De todo lo anterior, me parece muy interesante que parece claro que Fujifilm desea entrar en competencia con sistemas digitales sin espejo de formato Barnack, ofreciendo ligereza, rapidez de procesado, avances en el AF, estabilización, etc., y ello con la ventaja de un sensor algo mayor (aprox. 1,667 X) en lo que se refiere a rango dinámico y capacidad de ampliación. Desde el momento en que ven esta cámara viable para –por ejemplo– «birding» y deportes, el reto está lanzado.
Lástima que los objetivos deban ser más grandes y pesados. Si pudiesen aplicar la misma fórmula que Leica aplicó para sus ópticas de la serie M... otra cosa seria. Pero la necesidad del AF lo impide y además, el precio se dispararía.
Para su sistema «X» original, de formato APS-C, Fujifilm presenta una óptica muy atractiva –pareja ideal para su también nueva X-T50– como es el Fujinon XF 16-50 mm f/2.8-4.8 R LM WR, equivalente a 24-70 mm para el formato Barnack. A pesar de que es de apertura máxima variable y de esta no es muy brillante en el extremo «largo», su peso contenido de 240 gramos lo puede hacer interesante como óptica estándar popular. Obedece a un esquema de 9 grupos a partir de 11 lentes, de las cuales tres son aesféricas y otras tres en vidrio ED.
X-T50 © Fujifilm |
Fujifilm X-T50: estabilizada, sensor BSI X-Trans CMOS 5 HR de 40,2 Mpx., y dial separado de «simulación de película». (3)
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(1) En sus notas de prensa, tanto en inglés como en español, Fujifilm vuelve a la praxis –en mi opinión equivocada– de referirse a este sensor –que no es sino de un modesto formato medio– como «de gran formato». Sobre este tema ya me extendí en su momento en el artículo correspondiente.
(2) Si no recuerdo mal, fue Leica la primera firma en incorporar microlentes especialmente distribuidas de centro a bordes para optimizar el rendimiento de sus primeras cámaras digitales de la serie M (M8) y así poder emplear las excelentes ópticas clásicas previamente disponibles.
(3) Hace muchos años, cuando Fujifilm comenzó a incorporar en sus cámaras digitales los «modos de emulación de película», ya avancé que, tarde o temprano, la firma suprimiría de sus catálogos esas mismas películas, como así lamentablemente ha venido siendo.
Comentarios
Un saludo.
JCS
En fin...
Saludos