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Leica M10-R: Primeros resultados. Prueba completa, con muestras

La nueva Leica M10-R, con su nuevo sensor a color de 40 Mpx. nominales ha sido presentada hace unos minutos. Tras su prueba, durante los días pasados, estos son mis primeros resultados y su valoración. Con muestras de ajustes ISO, y de campo.

¿Qué Leica M es esta? A simple vista sólo el detalle de más abajo nos lo desvelará... © Valentín Sama

© Valentín Sama

Una Leica M10 de 40 Mpx.

Dicho de forma rápida, para aquellos conocedores de la familia de las cámaras Leica telemétricas: la nueva M10-R es una suerte de recombinación de las M10 y M10-P, dotada en este caso de un sensor enteramente nuevo, de 40 Mpx.

Otros, quizá, preferirían decir que estamos ante una Leica M10 Monochrom... en versión de color.
Pero una cosa es clave: no, el nuevo sensor de la M10-R no es el mismo que el  que monta la Q2, ni tampoco el de la SL2, siendo de desarrollo enteramente nuevo.




Aunque estos dos esquemas de microlentes no se corresponden oficialmente con las empleadas para el sensor de la M10-R, este bien podría emplear una combinación de las dos: una forma semiparabólica (arriba), junto con un descentrado progresivo de de centro a esquinas (abajo). Ambas © Leica

Para este nuevo sensor –de 40,89 Mpx. en concreto– se anuncian, aparte de su alta resolución y una cuidada optimización de fotodiodos y microlentes para "dedicarlo" a los objetivos de la serie Leica-M, grandes virtudes adicionales: un "rango tonal" de hasta 15 pasos, muy bajo nivel de ruido a ajustes ISO elevados –menor que el propio de la M10–  y posibilidad de exposiciones muy largas, de hasta 16 minutos. La gama de sensibilidades va de 100 a 50.000 ISO.
Sobre todo esto, veremos –un poco más adelante– mis resultados.

Actualización 20/07/2020:
Según unas manifestaciones recientes de Stefan Daniel [Director Global de la División de Producto] para Leica Forum (en alemán), tal como reflejo más arriba, se ha trabajado mucho sobre el diseño del sensor.
Así, el ratio entre la parte activa e inactiva del mismo se ha mejorado de forma apreciable, así como el control de la simetría espacial de cada "fotosite", de cada fotodiodo. Eso ha redundado, a pesar de la mayor resolución respecto a la M10 (casi el doble), en un 10% más de eficacia en la capacidad nativa de recepción de fotones. De ello se deriva el gran "rango dinámico" y la favorable relación señal/ruido, que hace que la M10-R ofrezca un nivel de ruido no ya igual sino incluso ligeramente inferior al del sensor de la M10.

Otro área del sensor donde se ha "afinado" mucho es en la del filtraje del infrarrojo (IR) y ultravioleta (UV). En lugar de dos filtros IR y UV separados, se han cementado entre sí, como dos lentes de un esquema óptico. Ello permite:
  • Una reducción de 0,2 mm del espesor global, respecto al "paquete" de filtros del sensor de la M10. Ello ofrece, por un lado, mayor transmisión de luz, al eliminar dos superficies aire/vidrio, y por otro lado, una reducción de reflejos internos y de la refracción.
  • Un reducción del grado de viñeteo, sobre todo con los objetivos angulares más extremos.
  • Menos "trabajo" para el procesador y para el software correspindiente, a la hora de reducir "colores falsos" creados por la radiación no visible.
En otro orden de cosas, algunos se preguntaban acerca de si el conjunto de la calidad óptica de los objetivos y la del telémetro sería suficiente y no mostraría "flaquezas" frente a la alta resolución del nuevo sensor, y al respecto Stefan Daniel ha comentado que, acerca de los objetivos Leica-M no se tuviese ninguna duda, y que acerca del telémetro, conservando su estructura se había llevado un extremadamente exhaustivo trabajo de reducción de tolerancias ópticas y mecánicas.
Así, probablemente, el telémetro mecánico de la M10-R sea el más preciso fabricado por Leica para su serie "M".
Puedo dar fe, tal como indico más adelante, que la precisión observada en la prueba con objetivos tan críticos como el Noctilux-M 50 mm f/0,95 ha sido absolutamente sin tacha.
De hecho, Stefan Daniel anima a los usuarios de la M10R a emplear sobre ella objetivos Leica de series anteriores –desde 1954 y antes– admitiendo el carácter de una cierta suavidad a su plena apertura, y disfrutando de su alta calidad de imagen tan pronto se cierra el diafragma en uno o dos puntos...

El manejo

Para abordar este tema, habría que hacer previamente unas diferenciaciones: para aquellos familiarizados con el sistema Leica-M por un lado, y para los neófitos por otro.
Para los primeros es muy sencillo: el manejo es prácticamente idéntico al de una Leica M10 salvo en lo concerniente a las diferencias de sensor, y al respecto hay un punto importante sobre el que me extenderé más adelante. Con calma.

Para los segundos, vale la pena precisar algo más.
El obturador mecánico, de laminillas metálicas de recorrido vertical y control electrónico de la Leica M10-R es extremadamente silencioso y libre de vibraciones. Es el mismo de la M10-P. El "punto" de disparo, me ha parecido –personalmente– algo duro, aunque "nítido" en el desencadenante de la acción: el punto en sí, es claro. Creo que de usar esta cámara le añadiría un bonito "soft-release" accesorio... de los que figuran entre las opciones del catálogo.

Me gusta que el conmutador concéntrico al disparador sea sólo "ON/OFF", pues me evito confusiones –como en el caso de la Monochrom Typ-246– de activar por error, bien el disparo secuencial, bien el autodisparador. No es menos cierto que quizá otros echen de menos esas opciones, que ahora se seleccionan vía menú.


Desde Leica se presume de que el cuerpo de las M10 es ya "tan delgado como el de las Leica-M de película", y ello es casi cierto: sólo 4 mm de grosor separan a la M4-P clásica de la nueva M10-R. © Valentín Sama

En ese visor óptico telemétrico clásico se ofrecen pares de marcos de encuadre luminosos para las focales de 35/135 mm, 28/90 mm o 50-75 mm. Para los acostumbrados a los modelos Leica-M más clásicos, puede resultar un poco irritante al principio descubrir que esos encuadres –al funcionar por medio de LEDs– no se muestran salvo que la cámara esté en modo "ON"...

Para los no familiarizados con este mundo, sólo comentar que el acoplamiento de cada objetivo activa mecánicamente la entrada del par de marcos correspondientes y que mediante la palanca externa a la izquierda de la montura los podemos introducir manualmente a modo de prueba, de previsualización, lo que evita tener que cambiar de objetivo.

Contemplando el alojamiento para la batería nos podemos hacer idea del adelgazamiento del cuerpo en fundición de aleación de magnesio de las Leica M10... © Valentín Sama

A partir de ahí, se dan unos temas comunes con otros modelos de Leica-M y otros más específicos de las series digitales más modernas.

Comenzando por los primeros, es cierto que se dispone de marco de encuadre para la focal de 28 mm, pero resulta casi imposible ver los extremos laterales del marco con una sola mirada, y deberemos hacer un cierto contorsionismo ocular para chequear el encuadre... y con gafas, casi imposible.
Es una de las razones por las que prefiero mis ópticas de 35 mm frente a las de 28 mm, incluso con mi veterana M4-P. Una solución parcial, pero recomendable es utilizar una lente correctora dióptrica –del catálogo– sobre el ocular.

La diferencia de tamaño entre un Noctilux-M 50 mm f/0.95 y un Summicron-M 50 mm f/2 se percibe si los colocamos lado a lado... © Valentín Sama

A los veteranos no sorprende a estas alturas que determinados objetivos, y el Noctilux-M 50 mm f/0,95 es uno de ellos –arriba– "asomen" por la esquina inferior derecha del marco del encuadre...

Enfocar por telémetro de coincidencia es toda una experiencia. A nada que se tengan unos pocos conocimientos de óptica y de mecánica, se maravilla uno de que un Noctilux 50 mm f/0,95 tomado a voleo de una vitrina de una tienda, "de" un foco clavado –a corta distancia y a f/0.95– con un cuerpo de Leica M10-R sacado de un almacén; sin estar emparejados. Hablo de un caso real...
Esa labor de ajuste en fábrica, justifica en parte el precio de estos equipos.

Ya pensando en los segundos aspectos, uno tiene la sensación de que la "mancha" del telémetro es más pequeña en estas series que en la MP-4 fílmica de referencia, y también de que el visor es menos contrastado, quizá por las intercapas necesarias para la proyección de los marcos luminosos.
A cambio, se dispone de la información esencial –"Das Wesentliche", según el leitmotiv de Leica– acerca de tiempo de obturación, compensación de exposición, ajustes de medición, etc.

El Summilux-M 28 mm f/1.4 utilizado para parte de la prueba obedece todavía a dimensiones contenidas... Atentos a esas maravillosamente detallas escalas de profundidad de campo. © Valentín Sama

Puede parecer paradójico, tras hablar de las excelencias y precisión del telémetro de estas cámaras, pero sus maravillosos objetivos de sedoso enfoque mecánico aportan algo más: su largo recorrido de enfoque –su "throw", que dicen los anglos– que permite ofrecer unas perfectas escalas de profundidad de campo y llevar los objetivos preajustados a hiperfocal. Y eso es una constante para todos los modelos de Leica-M.

El dorso de la Leica M10-R es coherente con la filosofía Leica de "Lo Esencial" (Das Wesentliche): la botonería es mínima.... y más que suficiente. © Valentín Sama

Sobre el panel superior, encontramos sólo el conmutador "On/Off", el dial de tiempos de obturación, y –a la izquierda– el selector de sensibilidades ISO.
En el panel posterior, fieles al concepto de "Lo Esencial", encontraremos solamente el pulsador para el Live-View (LV), el de reproducción de imágenes (PLAY) y el de los menús.
Arriba a la derecha, la rueda moleteada a la que me gusta asignar la compensación de exposición en modo "A" y que también nos permite navegar dentro del menú, aunque desde mi punto de vista parece más lógico, hacerlo con el pulsador de cruce, que también es posible, naturalmente.

En el modo de uso, pulsar el botón central de este conmutador hace que se nos ofrezca una rápida y completa visión de parámetros tales como nivel de batería restante y espacio libre en la tarjeta.
Hay cosas que vienen desde la Leica M6 y que me gustan menos: las indicaciones por dígitos y diodos rojos en el interior del visor...un detalle que veo ya un poco "viejuno".
Como compensación, encuentro que los menús son escuetos, limpios y de caracteres nítidos: todo ello hace cómoda y sencilla la navegación.


El modo Live-View y el Visoflex II

Sigamos con las paradojas... ¿Tiene sentido usar esos dos recursos en una telemétrica como la M10-R?
Para un uso general, como telemétrica pura, quizá no, pero para mi uso particular la respuesta es absolutamente afirmativa; con mi Leica Typ 246 y más aún con esta nueva M10-R o Typ 6376. Vamos a ver mis razones.



Por un lado, la resolución y la calidad de imagen es tan alta, que esta cámara se presta a ser empleada no ya sólo como una genuina Leica-M "de reportaje", una cámara para moda o retrato empleada a mano en localización, sino también para fotografía de producto, de paisaje, y si se tercia, de industrial. En esos últimos ámbitos, se impone el trípode, y el Live-View permite el encuadre y enfoque con la máxima precisión, a fin de no desperdiciar ni un pixel y cuidar al 100% la ortodoxia de las líneas si la toma lo requiere, especialmente con los angulares.

Además, el Visoflex II nos permite no sólo no tener que agacharnos –bascula hasta 45 grados–  sino además recorrer todo el encuadre para localizar nuestro punto de enfoque ideal, sin tener que modificar el encuadre para hacerlo mediante la "mancha" del telémetro...

En el modo Live-View, bien sobre pantalla, bien mediante el Visoflex II, se dispone de ayudas opcionales tales como "focus peaking", aumento, y retículos: todo ello nada despreciable.

Para según qué aplicaciones de esta polifacética nueva Leica-M, estimo que el visor electrónico Visoflex II nos puede ser muy útil. Eso sí: la protuberancia posterior entorpece un poco el uso alternativo con el visor óptico. © Valentín Sama

¿Es todo idílico? Pues no: por un lado, con el Visoflex II, al ser protuberante en su parte posterior, se entorpece un poco  alternar su uso con el visor normal de la M10-R, y por otro, disparar en modo Live-View implica un cierto retardo, debido al movimiento adicional de las cortinillas del obturador.


Calidad de los archivos, y DNG vs JPEG

Personalmente pienso que existe una notable diferencia de densidades –así lo decíamos con película– entre el archivo DNG y el JPEG en una misma exposición. De esa forma, con la unidad de prueba, he debido ajustar la exposición, por lo general, a -2/3 de punto, tanto en modo de medición multizona, como de promedio con preponderancia central, a fin de conseguir un JPEG directamente utilizable, y no con aspecto de sobreexpuesto. El archivo DNG correspondiente, aparece con aspecto de subexposición correspondiente a esos -2/3 de punto, pero naturalmente no hay ningún problema en "recuperarlo". Más adelante me extiendo sobre la flexibilidad de estos DNG.
Ignoro en este momento si este punto se mantendrá en las unidades "de calle" de la Leica M10-R, pero los usuarios de la APP "FOCUS" lo debieran tener en cuenta. Bien entendido que se trata de un tema en cierta forma de gustos personales y "para gustos... hay colores".

¿Hablamos de colores y calidad de imagen? Con los JPEG directos de cámara, en modo neutro, los resultados de contraste y color me han parecido realmente extraordinarios. Todo va en gustos, pero en lo que se refiere a "nitidez" o "enfoque", soy de la opinión de que la calidad "brilla" más si en postproducción aplicamos en torno a un 100% de máscara de enfoque sobre el DNG. Lógicamente podríamos hacer el ajuste del JPEG en cámara antes de la toma vía menú.
En todo caso, la flexibilidad de los archivos DNG a la hora de realizar ajustes, tales como recuperar sombras y luces, me ha parecido superlativa.

Leica Summarit-M 75 mm f/2.5. ISO 100, 1/350s a f/8. © Valentín Sama

Detalle de la anterior al 100% © Valentín Sama

Ciertamente, resulta un alivio comprobar que existe algún otro fabricante de sensores "por ahí" que insufle optimismo a la hora de salir de la "dictadura" de Sony. Claro que el precio en fábrica de estos sensores "dedicados" –incluyo el de la Q2– debe ser para quitar el hipo y ello hay que repercutirlo en el precio final de las cámaras...
Naturalmente que este exigente sensor de 40,89 Mpx. pondrá a prueba la calidad de las ópticas. En el caso de las Leica-M, su calidad, al menos en las del catálogo actual, esa calidad debe estar a la altura del valor del soldadito español.

Pero cada óptica tiene su carácter, incluso dentro de la misma focal y no olvide el usuario, que no debiera esperar la misma "rabia" en la imagen captada mediante un Noctilux-M 50 mm f/0.95 a su plena apertura, que un APO-Summicron-M 50 mm f/2 a su valor óptimo de abertura de diafragma. Para conocer el carácter de nuestros objetivos están las curvas MTF. Pero queda un "caveat" más, veamos.

Un caveat: cuidado con la trepidación

Ya hace años, junto con mi colega Manuel San Frutos, ahora Editor de Albedo Media, descubrimos que las más avanzadas cámaras Sigma dotadas de sensor Foveon se mostraban especialmente sensibles a la trepidación, produciendo en ocasiones la borrosidad de imagen característica derivada de ese problema.
No tardamos mucho en reconocer ese mismo problema en los nuevos sensores de mayor resolución según pauta Bayer que se iban incorporando al mercado. Este hecho –probablemente asociado a la particular estructura "en pozo" de los fotodiodos de los sensores digitales– es en la actualidad plenamente reconocido.

Un accesorio interesante que mejora el agarre de las Leica-M: esta suerte de "gatillo" o reposo del pulgar, que se acopla sobre la zapata. © Leica

Pues bien, mi experiencia de estos días con la Leica M10-R, sus 40 Mpx., y la alta calidad posible de imagen, ha venido a corroborar esa tendencia. Es cierto que mi equilibrio corporal y pulso no son "los de antes", pero si disparas a mano –incluso con la focal de 50 mm– a tiempos de obturación por debajo de 1//80 de segundo, no te lleves una desilusión si amplías tu imagen al 100%.

Todo depende mucho de la focal empleada, claro; veamos la experiencia de cada uno, pero me ha parecido intuir, a través de ciertas informaciones técnicas de Leica, que esa sería una pauta recomendada. De hecho, en el menú, al elegir ISO Auto, se pueden elegir opciones de "bloqueo", de tiempo de obturación por ejemplo para 1/2 veces la focal... algo que yo recomendaría.



Hablando de objetivos y focales: la codificación óptica a 6 bit, en este caso del Noctilux-M 50 mm f/0.95 permite un cierto grado de comunicación entre objetivo y cámara, cara a optimizar efectos de viñeteo, aberraciones cromáticas periféricas, etc. Pueden apreciarse los sectores blancos y negros en la montura del objetivo, y el lector óptico tras la ventanilla transparente en el lado de la montura de bayoneta.  El sistema, por lo ingenioso me parece genial... © Valentín Sama

Obviamente esto no es una regla inamovible, pero para eso están las altas luminosidades de los objetivos Leica-M y el buen rendimiento del sensor: podemos trabajar a grandes aperturas y/o a ajustes ISO más altos cuando la situación lo aconseje.
Que a las Leica-M, "de nacimiento", les falta "grip", lo sabemos todos y por eso hay distintos accesorios y "half cases" que lo compensan: con más razón que llevo una de estas ayudas para usar la Typ 246, lo recomendaría para esta M10-R.

Sensor: tomas de control y rendimiento

Para poder evaluar el rendimiento general del sensor y en particular a los distintos ajustes ISO, he realizado numerosas tomas de campo, pero especialmente he montado un "bodegón" o "naturaleza muerta" a fotografiar bajo condiciones controladas.

Bodegón: su nota técnica

En este montaje, creado ad-hoc para poner en las máximas dificultades al sensor de la Leica M10-R, he medido –exposímetro "spot" por medio– hasta 15 puntos de "rango", desde las luces especulares del reflector de la Speed Graphic hasta las sombras más profundas, en el extremo derecho, contra el fondo.

El objetivo utilizado ha sido un Summicron-M 50 mm f/2 ajustado a f/11: un cuarto de punto antes de entrar en el límite teórico de difracción.
El enfoque se ajustó, en Live-View, mediante el Visoflex II, sobre el "Exposímetro Infalible Wynne's" presente en el montaje. Más de un elemento está en el mismo plano de enfoque –entre ellos las originales escalas y mandos de la cámara Mercury II–, al tiempo que  la mayoría del resto queda dentro de los márgenes de la profundidad de campo.

Una combinación muy equilibrada y que nos habla de compatibilidad transgeneracional: la más moderna de las Leica-M con un Summicron-M de aproximadamente1965. Los datos del objetivo –a falta de codificación óptica– se pueden introducir a mano vía menú. © Valentín Sama

Para la iluminación se ha utilizado luz continua, de amplio espectro, con ajuste Kelvin personalizado.
Aunque este bodegón incluye muchos de los elementos utilizados en pruebas anteriores, los resultados obtenidos no son directamente comparables.
Las imágenes tienen una pequeña compresión, necesaria para la agilidad del blog, y pueden descargarse (respetando el ©) para un examen detallado en vuestros ordenadores.

Ajustes ISO y rendimiento

Pienso que en la naturaleza muerta montada tenéis elementos suficientes para juzgar la calidad de imagen en términos de resolución, calidad de color –con pigmentos naturales y artificiales–, detalle en luces y sombras, ruido, etc.

Siempre partiendo de la base de que "grano" o "ruido" son aspectos un tanto subjetivos, para mi gusto, el ruido se me antoja prácticamente inapreciable hasta ISO 1.600, ligeramente mayor para ISO 3.200 e incluso para ISO 6.400, todavía perfectamente asumible. Ya para ISO 12.500 es francamente apreciable y para ISO 25.000 e ISO 50.000... "lo esperado", pero muy lejos de los absurdos resultados que nos ofrecen otros fabricantes para lo que yo vengo en llamar "ISO en modo Unicornio".

En base a lo anterior, estimo que es muy coherente que el dial superior ofrezca valores hasta ISO 6.400 y que de ahí en adelante, se elijan vía menú. Quizá represente una suerte de sutil mensaje.

ISO 100

ISO 200

ISO 400

ISO 800

ISO 1.600

ISO 3.200

ISO 6.400


Soy de la opinión de que el hecho de que el dial mecánico de ajustes de sensibilidad ISO de la M10-R llegue hasta ISO 6.400 y de ahí en adelante operemos vía menú, nos lanza un sutil mensaje con la clásica discreción Leica... Leica M10-R. Leica Summilux-M 28 mm f/1.4 ASPH. ISO 200, 1/125s a f/1.4. © Valentín Sama

ISO 12.500

ISO 25.000

ISO 50.000

Por otro lado, soy de la opinión de que los técnicos de Leica tienen margen todavía para trabajar sobre los JPEG para el ajuste de ISO 50.000 (y probablemente ISO 25.000): no soy ningún experto en Photoshop (o equivalente), pero me convence más mi modesto tratamiento –abajo– a partir del DNG de ISO 50.000, que el propio de la firma...

ISO 50.000;  JPEG personalizado desde el DNG Todas: © Valentín Sama


Tomas de campo

Usar la Leica M10-R sobre el terreno, me ha permitido analizar mejor su manejo, pero también evaluar sus posibilidades bajo distintas situaciones y con distintas ópticas. A continuación, una pequeña selección de tomas.

Leica M10-R. Leica Summarit-M 75 mm f/2.5. ISO 100, 1/350s a f/8. © Valentín Sama

¿Qué combinación de cámara y objetivo no arrojaría buenos resultados en situaciones favorables de luz? Aún así, ampliad y observad, no sólo el detalle, sino también la riqueza de matices. Y eso que los Summarit-M eran sólo "es escalón de entrada" en las ópticas Leica-M...


Leica M10-R. Leica Noctilux-M 50 mm f/0.95 ASPH. ISO 250, 1/60s a f/2. © Valentín Sama

El Noctilux-M 50 mm f/0.95 ASPH. ofrece una notable riqueza de matices en esta situación de iluminación mixta. Naturalmente, el nuevo sensor de 40 Mpx. nominales no es ajeno a ello.


Leica M10-R. Leica Summilux-M 28 mm f/1.4 ASPH. ISO 100, 1/500s a f/8. © Valentín Sama

Para esta toma, el sensor de la M10-R mostró su muy buen talante para reproducir los tonos pastel de las viejas bombas de combustible, tras sus muchos años de exposición al sol.


Leica M10-R. Leica Summilux-M 28 mm f/1.4 ASPH. ISO 500, 1/60s a f/1.4. © Valentín Sama

Una situación ideal para el Summilux-M 28 mm f/1,4 ASPH. Aún para un 28 mm, el foco es tan selectivo a la plena apertura de f/1,4 que podemos ver como se diluye desde el punto de enfoque –la paletilla delantera– por delante y por detrás de la misma.
A pesar de la abigarrada estructura del fondo –cadenas metálicas brillantes– el objetivo la resuelve en un armonioso bokeh.


Leica M10-R. Leica Noctilux-M 50 mm f/0.95 ASPH. ISO 200, 1/90s a f/0.95. © Valentín Sama

A pesar de estar fotografiada "La Dama", en oblicuo, a través de un vidrio blindado y a la plena apertura de f/0.95 todavía nos permite apreciar el detalle en los pocos milímetros de profundidad de campo disponibles. En cuanto a la precisión del telémetro y el bokeh, no parece que se pueda pedir mucho más...

Leica M10-R. Leica Summilux-M 28 mm f/1.4 ASPH. ISO 200, 1/125s a f/2. © Valentín Sama

Leica M10-R. Leica Summarit-M 75 mm f/2.5. ISO 200, 1/250s a f/3.4. © Valentín Sama

Tomas de larga duración

Para la prueba de exposición de larga duración, preferí buscar un escenario natural exterior antes que uno interior, así que –todavía bajo "NDA", esto es, bajo embargo– el pasado día 19 de junio, nos fuimos a una localización anteriormente vislumbrada al pasar por la M30: los restos de las gradas del estadio Vicente Calderón.
Entre las muchas tomas realizadas conforme se ponía el sol y avanzaba el anochecer (ver más arriba), que me permitieron poner a prueba el "rango tonal" del sensor, realizamos la última que os muestro, ya de noche cerrada.



Está realizada sin compensación de exposición –de ahí el aspecto "diurno"– a ISO 100 y f/11, en modo "A", de tal forma que el sistema dio una exposición de 8 minutos... seguida de otros 8 minutos de operaciones de "reducción de ruido en cámara". Sin llegar a los 16 minutos que anuncia la firma –y que parecen muy posibles– en mi opinión los resultados no pueden ser más positivos...

Naturalmente, entre el consumo de batería y los tiempos empleados en la reducción de ruido, estas exposiciones largas –y sobre todo las del entorno de los 15 minutos– deberían ser más bien planificadas, más que una sucesión de tomas digitales en modo "prueba y error".

El modo de Blanco y Negro

A mi modo de ver, la combinación de alta resolución y el muy logrado algoritmo de conversión en cámara –debe ser muy similar al de la Q2– arrojan resultados extremadamente satisfactorios.

Leica M10-R. Leica Summilux-M 28 mm f/1.4 ASPH. ISO 100, 1/4.000s a f/2. Modo monocromo. © Valentín Sama

Adicionalmente, os ofrezco una tomas comparativas, que espero os resulten curiosas. A falta –en el momento de la prueba– de una M10 Monochrom, aporto la comparación con una Monochrom Typ 246...

Leica Monochrom Typ 246. ISO nativo 320. © Valentín Sama


Leica M10-R. ISO 320. Modo BN de JPEG en cámara de 20 Mpx.. © Valentín Sama


Leica M10-R. ISO 320. Modo BN de JPEG en cámara. © Valentín Sama

¿Habéis mirado con detalle las tomas en B/N del bodegón? A la plena resolución de la M10-R, en cuestión de detalle, lógicamente, la Typ-246 sale perdiendo... ligeramente. Si igualamos el número de píxeles (en cámara, en la M10-R), el sensor monocromo nativo recupera su ventaja: tomad como muestra, por ejemplo, la escala "Depth of Focus" (sic) de la cámara Mercury II.
Evidentemente, la M10 Monochrom ocupa su espacio en el cuarteto M10 con todos los honores.

Leica M10-R: conclusiones

No resulta fácil resumir impresiones y resultados acerca de un aparato que, por un lado obedece a la idea de Leica "Das Wesentliche", esto es "Lo Esencial [sólo]", y por otro ofrece unas capacidades tan diversas que –tal como indican responsables de la firma– "es más que la suma de sus partes", adaptándose a una muy amplia gama de disciplinas fotográficas.
A la vista de los resultados desde luego que no discutiría la afirmación de que estamos "ante el mejor sensor jamás montado en una Leica-M".

Añadamos a esa versatilidad la compatibilidad de ópticas de bayoneta desde 1954 –y desde antes mediante adaptador–, y el valor de un "objeto" histórico icónico...y eso es la Leica M10-R, incluyendo esos pequeños detalles un tanto anticuados que  
hacen que la M10-R sigue siendo un producto que resultará un tanto opaco a los "Leica haters" del mundo, y que no es fácilmente entendible sin el concurso de las ópticas Leica-M, y del conocimiento de lo que significan las series de producción cortas, los compactos diseños ópticos, el montaje de precisión y el valor en el tiempo.

¿Cual sería el usuario objetivo de la nueva M10-R, el "target"?
De hecho, podríamos preguntarnos –además– cuál es el "objetivo" de esta cámara: la Leica M a color de más resolución; casi el doble de la de la M10 "estándar", partiendo de la base de que desde la firma se hace mucho hincapié en que se trata de una variación de producto y no de una línea nueva.



Desde un punto de vista práctico, podríamos decir que esta M10-R, en base a su alta resolución, podría interesar a todos aquellos que en más de una ocasión hayan sentido la necesidad de hacer algún "crop" sobre sus archivos de una Leica-M.
En realidad ello va contra la propia "filosofía M", pero...disponer casi exclusivamente de focales fijas, y la menor precisión de encuadre del sistema de visor telemétrico frente al réflex o al electrónico, a veces lo hacen necesario.
Pero habría una razón más relacionada con el sensor: se trataría del mejor sensor a color para Leica-M disponible hasta la fecha, y no sólo por la resolución.

Por ello un usuario objetivo claro sería aquel que –ya dentro del sistema M– quiere escalar, de categoría, de potencial de imagen.
Otros "target" serían –por ejemplo– usuarios de Leica S que deseen una cámara más ligera y compacta que sus réflex de formato medio pero con mucha resolución, aquellos que hayan entrado directamente al "M-System" con una Monochrom, o aquellos que gusten del formato Barnack desde otros sistemas "full frame" y –por fin– deseen disfrutar del producto original; es lo que suele llamarse "shifters" o en español, diríamos... tránsfugas honrosos. Y naturalmente aquellos "que se conformen fácilmente con lo mejor"... y se lo puedan permitir.


Comentarios

JCS ha dicho que…
8000€ el cuerpo M10R a 200€ por Megapixel...
Como dice Erwin Puts una "luxury brand".

Un saludo.

JCS
Valentín Sama ha dicho que…
Sobre ese concepto habría mucho que hablar...
Desde el punto de vista de precio por Mpx. es posible que se pueda considerar una Leica M10-R un producto de "una marca de lujo", pero –desde mi punto de vista– sería algo parecido a establecer una analogía de "precio por caballo de potencia" en un vehículo a motor, o por precio por gramo a un alimento. Sí...pero hay otros factores.
Algún día habrá que escribir algo más largo sobre este tema...de hecho ya tenía abierto un artículo, pero "me come" el día a día...
Saludos y gracias por el comentario, JCS.
JCS ha dicho que…
Me explico Sr Sama:
Año 2003 cuerpo R9 2600€ un par de años después, "Starter Set" M7+Summicron M50 3000€, ambos en una tienda de Madrid en ese entonces en la Calle C Arniches. Hoy M10R 8000€, SL2 6000€?, ME "económica" 4000€... mi sueldo en los últimos 15 años no se ha multiplicado por dos o por tres, tras la crisis del 2008 más el COVID ahora a duras penas puedo mantener mi poder adquisitivo. Un producto top de Leica es hoy para mi inalcanzable, tal vez el error sea suponer que puedo ser un comprador potencial de la marca, tal vez como pasa con los relojes suizos el Target sean los nuevos ricos de Extremo Oriente o Medio Oriente... no lo sé pero lo sospecho porque aunque siempre fueron caras ahora hace falta una cuenta bancaria muy abultada.
Ahora tenemos cámaras desgastadas como una Fender stratocaster custom shop, ediciones firmadas por "reputados diseñadores" como Lenny Kravitz, fabrica/ parque temático donde tomar un café latte de diseño... ¿Cuánto hay de fotografía y cuanto de esnobismo en la era Kaufmann?.
Entiendo perfectamente la necesidad de transformación y adaptación al mundo digital de la casa y me parece inevitable y fascinante ¿pero a qué precio para el usuario? y ¿qué es lo importante fabricar instrumentos de fotografía de la más alta calidad o piezas que utilizan el reclamo de la exclusividad y el lujo?.
La Leica Store de Madrid es de un gusto exquisito a 50 metros de la plaza del marqués de Salamanca en la milla de oro junto a Dior, Cartier...

Un saludo.

JCS
Valentín Sama ha dicho que…
Bien comentado y razonado, JCS.
Coincido en muchas cosas con Ud...
Y muy especialmente en lo que se refiere a "cosas" (aberraciones) como lo de la edición "Lanny Kravitz Corrspondent", sobre la que que en su momento, en Albedo Media publiqué mi opinión: https://www.albedomedia.com/tecnologia/leica-iqueda-alguien-sensato-ahi/
No obstante, para los que quieran disfrutar de usar una Leica, queda la opción del mercado de segunda mano.
Aunque son cámaras que se deprecian relativamente poco (según modelos), precisamente el carácter de "capricho" que en algún caso suponen, hace que algunos usuarios se desprendan de ellas –en favor de algún nuevo modelo– y las dejan en estado impecable.
Personalmente, creo que pagué 750€ por mi MP-4, en perfecto estado...
Saludos cordiales
V
JCS ha dicho que…
Mi primera Leica fue una RE (segunda mano) en 1994 y también tengo varias ópticas de segunda mano, pero no valoro igual las cámaras analógicas que las digitales usadas, la fragilidad de la electrónica y la dificultad de encontrar defectos a primera vista es alto riesgo, ni hablar de la obsolescencia de comprar un producto con varios años en el mercado: actualizaciones, firmware, oxidación de sensores etc etc etc. y creo que sé de lo que estoy hablando en lo que a electrónica se refiere.
Cuando nadie se acuerde de la M10R su MP 4 estará aún viva y disparando, seguramente hecha por Leitz Canada y desprovista del "glamour estético" que buscan los nuevos ricos, pero que no aporta nada a la fotografía.

Un saludo.

JCS
Valentín Sama ha dicho que…
Es lo que tienen de bueno –en mi opinión– las cámaras mecánicas de buena calidad: que por lo general, son reparables durante mucho tiempo.
Muy de acuerdo con lo que comenta, JCS, en relación a la electrónica, y no sólo referida a las cámaras digitales: así, por ejemplo, al parecer, determinadas averías de las Leica M7 no se pueden solucionar por falta de un componente y por eso se han depreciado de forma importante...
Saludos

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