He podido disponer, durante unos pocos días (*), de una unidad plenamente funcional, de nueva Leica Q3 que ahora mismo se presenta, y aquí están los resultados, en primicia en lengua española. A primera vista, la Q3 puede parecer una simple evolución de la Q2, dotada ahora de un sensor «a lo M11», pero si «rascamos bajo la piel» quizá lleguemos a la conclusión de que estamos ante un modelo casi enteramente nuevo, salvo por su brillante objetivo integrado de focal fija Leica Summilux 28 mm f/1.7 ASPH.
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¿Cómo no quererla? © Valentín Sama |
Para aquellos que deseen un poco de contexto, ofrezco unos enlaces de posible interés:
Tras poner a prueba a la Leica Q3 me atrevo a afirmar que la «filosofía» tras su concepción es la de ofrecer a sus usuarios imágenes resueltas, lo más perfectas posibles directamente desde la cámara. Así, hardware y software trabajan en equipo a través de diversas funcionalidades y opciones. Lo evaluaremos un poco más adelante.
Aunque en la tabla de más abajo se muestran –en rojo– las diferencias fundamentales de la Q3 respecto de la Q2, destaco a continuación algunas de las –a mi juicio– más notables.
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Parece una Q2, pero bajo la piel, es «otra cámara» © Valentín Sama |
Lo primero, sería el sensor; aunque no se cita específicamente, sería un derivado del empleado en la Leica M11, esto es un CMOS retroiluminado (BSI) en formato Barnack, de triple resolución: 60, 36 o 18 megapíxeles utilizando tecnología de «pixel binning» para cubrir siempre, independientemente de la resolución aplicada, el formato de 24 x 36 mm, y ello frente a los, por otro lado, nada despreciables 47,3 Mpx de la Q2. Merced al incremento de la resolución máxima, los creadores de la Q3 se han animado ahora a añadir el «recorte» de focal equivalente de 90 mm a los previos de 35 mm, 50 mm y 75 mm.
Entrecomillo «derivado» porque aquí reside otra de las novedades clave de la Q3: el sensor debe incluir ahora (1) forzosamente píxeles de detección de fase, ya que la Q3 suma, al sistema AF «por contraste» de la Q2, AF por detección de fase, y AF por «depth of defocus» o DFD. Más sobre esto, en el apartado de manejo y tomas de campo. El número total de puntos AF es de 315, pero su activación depende lógicamente del modo de selección. Ahora, se ofrece, además, detección y seguimiento de personas y «mascotas».
En este terreno –y en otros– entra en acción el nuevo procesador Leica Maestro IV, que sube la reactividad del AF, pero permite también potenciar la gestión de la relación señal/ruido del sensor para ofrecer una gama ISO de 50 a 100.000 con un ajuste nativo de ISO 100, así como ofrecer secuencias de disparo hasta un 50% más rápidas. Ni que decir tiene que ese mismo procesador debe ser responsable de las impactantes prestaciones de vídeo de la Q3, pero... dejemos eso para más adelante.
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© Ana Carretero |
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© Ana Carretero |
En lo «más aparente», la pantalla posterior es ahora basculante, lo que, desde luego agradecemos infinito los que ya no tenemos la agilidad de los más jóvenes para adoptar posturas más o menos, ejem, «atléticas». Además, se mantiene la protección IP52 contra la intemperie que ya ofrecía la Q2.
Menos aparente, hasta que pegamos el ojo al ocular: el OLED pasa de 3,68 Mpx a nada menos que 5,76 Mpx. y 120 f.p.s... ¡y vaya si se nota!
Ese visor, de factor 0,79x, permite evaluar todo el campo ofrecido por el objetivo de 28 mm de focal incluso a los usuarios de gafas, y de todas formas ofrece un elegante mando retráctil de ajuste de dioptrías, que va de -4 a +2.
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© Valentín Sama |
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Un buffer de 8 Gb permitiría hasta 63 tomas consecutivas a 15 f.p.s. en modo DNG+JPG Leica Q3 vs Leica Q2 © Leica |
Sensor de triple resolución y emulación de focales
Si en el caso de la M11 Leica valoraba fundamentalmente las bondades del nuevo CMOS con capacidad de pixel binning en el hecho de que a 60 Mpx. (Large) la capacidad de reproducción de detalles finos es –evidentemente– máxima, a 36 Mpx. (Medium) se gana un punto de rango dinámico y –finalmente– a 18 Mpx. (Small) la relación señal/ruido es óptima, en el caso de la Q3, el tema se trata de forma distinta. Y ello tiene su lógica; veamos la influencia del modo de emulación de focales –un modo de recorte, en realidad– en el número de píxeles que configurará la imagen final.
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© Leica
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Podemos ver que para la emulación de focal más extrema, la de 90 mm, resultaría probablemente más aconsejable la opción L-JPG que la S-JPG. Así, en el caso de la Q3, desde Leica se comenta que se mantienen las ventajas antes citadas de rango dinámico y relación señal/ruido, respectivamente para los modos M y S, pero el énfasis se pone en el menor peso de los archivos y la rapidez de gestión...
Al efecto se contemplan todas las combinación de tamaño (resolución) por separado para los archivos DNG y JPEG. Ya que estamos con las emulaciones de focal, vamos a ver en un caso práctico lo que suponen en lo que respecta a ángulo cubierto (2).
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A la focal nativa de 28 mm © Valentín Sama |
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Emulación de 35 mm © Valentín Sama |
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Emulación de 50 mm © Valentín Sama |
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Emulación de 75 mm © Valentín Sama |
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Emulación de 90 mm © Valentín Sama |
A notar que las emulaciones de focal se muestran a través de marcos luminosos, como los recortes que son, recordando la estética de visor de las Leica telemétricas de la serie M. Más adelante, en la sección manejo y tomas de campo, podremos ver otras muestras prácticas a distintas focales, de la nativa a las de emulación.
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El sistema de marcos de la Q2 (en este caso) se mantiene en la Q3, en un cierto estilo «Leica M» © Valentín Sama |
Leica Q3: configuración y mandos
La adición de la función de basculación («tiltable») a la pantalla posterior ha hecho recomendable una redistribución de los pulsadores, pasándolos al lado derecho, junto a la empuñadura (comparad con la Q2, arriba). Los más acostumbrados a la Q2 necesitarán un cierto periodo de acomodación, como fue mi caso (3).
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© Valentín Sama |
La presentación de la pantalla táctil sigue los pasos ya vistos anteriormente, de separar las áreas de foto y de vídeo. En la práctica resulta de manejo fácil e intuitivo.
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© Valentín Sama |
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© Valentín Sama |
La nueva funcionalidad basculante de la pantalla no sólo facilita el manejo de toma en ángulos más extremos, sino que a buen seguro complacerá a los que piensen sacar partido de las potentes prestaciones de vídeo que ofrece ahora la Q3 de la mano del sensor y del rendimiento del procesador Maestro IV.
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© Valentín Sama |
Estos puertos, protegidos tras una discreta tapa en el costado izquierdo de la cámara, a buen seguro darán muchas alegrías a los usuarios de la Q3 entusiastas del vídeo... ¡y a los fabricantes de accesorios especializados! Un puerto mini HDMi y otro USB-C ofrecen –entre otras– opciones de conexión «tethered» a ordenador con Lightroom, así como a dispositivos «Atomos», micros externos, etc., etc.
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La pantalla del menú específico para vídeo de la Q3 © Leica |
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© Leica |
Las opciones de vídeo de la Q3, arriba, son muy importantes. Incluyen Apple ProRes, 8K y 4K, codec.h265, y perfiles LUT y L-Log (**). A no olvidar, que el Summilux 28 mm f/1.7 que incorpora la Q3 incluye estabilización óptica OIS (abajo), tanto en modo Foto como Vídeo. No es extraordinariamente potente en pasos, pero sí ayuda_ he podido realizar tomas a mano a 1/4 de segundo con buenos resultados.
A ello ayuda que la obturación central, es especialmente silenciosa y libre de trepidaciones, incluso en el modo mecánico, que llega a 1/2.000 de segundo en el extremos superior. A no olvidar que –al ser de tipo central («leaf shutter») sincroniza con flash electrónico hasta 1/2.000 de segundo, lo que resulta muy interesante para un uso creativo de combinaciones de luz ambiente con la citada luz de flash.
En el modo de obturación electrónica podemos llegar a 1/16.000 de segundo, y naturalmente, podemos optar por el modo «híbrido».
Quizá fuese deseable una mayor reactividad en apartados tales como puesta en marcha de la cámara y «play» para visionado de imágenes, pero esperemos: estamos todavía con una unidad de firmware 1.0.
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Una lente, dentro del esquema 11/9 es la responsable de la estabilización óptica OIS © Leica |
Leica Q3: en la mano y prueba de campo
Aunque ya tenía experiencia personal con la Q2 en versiones «a color» y Monochrom, la utilización de la nueva Q3 ha representado una experiencia casi totalmente nueva, por las igualmente nuevas funcionalidades incorporadas. No puedo aquí cubrir todas, pero sí las que me han parecido más notables o novedosas.
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© Valentín Sama |
Un conmutador «on/off», un dial de tiempos de obturación, un aro de ajuste de aberturas de diafragma, y un aro de de enfoque de opción manual y suave helicoidal... ¿puede pedirse algo más clásico? Dos o tres pequeños detalles: por un lado, el aro de aberturas de diafragma incorpora medios «clics» ¡incluso entre f/1.7 y f/2! Por otro, ofrece un ajuste «A» que en combinación con lo propio en el dial de tiempos de obturación nos ofrece la opción «programa» que se suma al automatismo de prioridad de abertura y el modo manual.
El pulsador a la derecha del disparador lo asigné al cambio rápido del ajuste ISO. Y ya que hablamos de ISO...
El valor nativo de sensibilidad del sensor en formato Barnack de la Q3 es de ISO 100, al tiempo que la gama se extiende de ISO 50 a ISO 100.000 o ISO 100K. El valor de ISO 50 nos puede resultar muy útil cuando queremos explotar la posibilidades de foco selectivo a f/1.7 bajo luz intensa. ¿Y los ajustes de ISO 100K, 50K y 25K, serán valores «unicornio»? (4)
Vamos a verlo-
Puedo avanzar que los resultados obtenidos a esos valores extremos me han sorprendido favorablemente y me han hecho pensar que la capacidad de gestión del procesador Maestro IV es muy elevada y ello comparando –no se asusten– los archivos DNG –sin tratar– frente a los JPEG, ya tratados en cámara por el procesador, por cierto con ajuste de reducción de ruido en nivel «bajo».
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ISO 100.000, archivo DNG © Valentín Sama |
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ISO 100.000, archivo JPEG directo de cámara © Valentín Sama
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ISO 50.000, archivo DNG © Valentín Sama
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ISO 50.000, archivo JPEG directo de cámara © Valentín Sama |
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ISO 25.000, archivo DNG © Valentín Sama |
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ISO 25.000, archivo JPEG directo de cámara © Valentín Sama |
Tras esta prueba previa, y a la vista de las altas calidades alcanzadas, decidí usar libremente ajustes ISO del entorno de ISO 6.400 a ISO 12.500 sin temor alguno allí donde fuese necesario, y no dudaría llegar al ajuste ISO 100K si «la FOTO» a alcanzar requiriese de ese rango. Me imagino que manos expertas quizá pudiesen mejorar aún el ajuste de cámara para el JPEG tratando el DNG en postproducción...
A continuación, a través de otras tomas de campo, vamos a ir explorando algunos modos especiales y capacidades de la Q3.
Uno de ellos es el modo de «control de la perspectiva» o corrección de las líneas convergentes que se producen –especialmente con objetivos angulares– cuando sacamos la cámara de la horizontalidad pura. Alguna otra cámara –de OM System, por ejemplo– lo ofrece, pero el funcionamiento de la Q3 me ha parecido especialmente eficiente. Así, nítidos marcos luminoso nos muestran –en pantalla o visor– el efecto y recorte que se ha de producir. Y el resultado es francamente bueno.
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Sin corrección... |
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Con corrección directa automática en cámara. Ambas a ISO 800 a f/8 © Valentín Sama |
Por supuesto que esta corrección de perspectiva puede hacerse a posteriori en postproducción de ordenador, pero recordemos: la «idea», el
«leitmotiv» de la Q3 es que el usuario pueda dejar «terminadas» lo más posible sus tomas
«straight out of the camera».
En el modo de «ajustes de JPG» encontramos, allí abajo, algo un poco enigmático en primera instancia: «iDR». Al abrir la opción, se nos ofrece un submenú con varios ajustes, de »OFF» a «Alto», «Normal», «Bajo» y «Auto». Nos encontramos ante una suerte de modo de extensión del rango dinámico o DR. Veamos una muestra con un difícil sujeto...
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Sin iDR. © Valentín Sama |
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Con iDR en modo «Alto» Ambas a ISO 1.600 y f/8 © Valentín Sama |
El efecto me ha parecido más que interesante, pero requiere mayor tiempo de experimentación del que se ha dispuesto en esta prueba. Mi sensación es que amplía de forma bastante efectiva las sombras, pero sin recortar las luces.
Dentro del apartado de ajustes de los JPEG tenemos las opciones clásicas de color estándar, natural, vívido, blanco y negro y –finalmente– blanco y negro de alto contraste. Un poco escondido en cada uno de estos ajustes encontramos las específicos de «nitidez» y «contraste».
A través de la nueva aplicación Leica FOTOS 4.0 podremos cargar los «Leica Looks» que ofrecerán acabados en «selenio», «sepia» y otros por ver, ya que hoy mismo todavía no estaba disponible la APP. Se habla, por cierto, de una interacción cámara a terminal móvil diez veces más rápida que anteriormente.
Vamos a ver una serie de tomas de campo.
Actualización a 26/05/2023: ya está disponible la nueva versión de la aplicación Leica FOTOS
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A través de un –sucio– vidrio de ventana: ningún problema con el AF. A la focal nativa de 28 mm y f/2.8. ISO 200. Arriba y abajo, mis «trenes fantasma» favoritos. © Valentín Sama |
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La pantalla basculante permite encuadres bastante ortodoxos sin grandes acrobacias corporales. En este caso con iDR en modo Auto. ISO 200 a f/8. Focal nativa de 28 mm © Valentín Sama |
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Este laborioso corte de una locomotora de vapor me pedía casi a gritos el modo de color «Vívido». ISO 1.600 a f/8. Focal nativa de 28 mm © Valentín Sama |
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A la focal nativa de 28 mm y modo Vívido. Aún cerrando a f/16 para alcanzar la profundidad de campo deseada no se produce gran pérdida por difracción. Ello nos habla muy bien de los perfiles de las palas del diafragma. ISO 1.600. © Valentín Sama |
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A la focal emulada de 90 mm y L-JPEG. ISO 400 a f/8. © Valentín Sama |
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Focal Nativa de 28 mm ISO 100 f/5.6 © Valentín Sama |
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¡Sí!: la Q3 ofrece en cámara otras proporciones de formato distintas de la 3:2 de su formato de base Barnack. Este tema, tomado con la focal nativa de 28 mm, en el modo de Blanco y Negro de alto contraste, «me pedía» el 1:1 ISO 800 a f/6.3 © Valentín Sama |
Modo macro
Este modo, heredado de la Q2 es otra de las maravillas optomecánicas de Leica. En el modo normal, se nos ofrece desde infinito a 30 cm de distancia mínima de enfoque, y ello tanto en AF como en manual. No está mal...
A continuación, si accionamos sobre un aro del barrilete del objetivo, éste se extiende mecánicamente, cambiando la escala de distancias de enfoque, y podremos pasar de esos 30 cm hasta 17 cm de distancia mínima de enfoque y ello conservando AF o enfoque manual, según nuestra preferencia.
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Modo normal © Valentín Sama |
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Modo macro. Un refinado mecanismo... «Leicalike» © Valentín Sama |
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A la distancia mínima de 17 cm, en AF con el punto en la chapa más cercana ISO 100 a f/16 y a 1/4 de segundo... ¡la estabilización, funciona! © Valentín Sama |
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No es una toma del modo «macro» en sentido estricto, pero se le aproxima. A la distancia mínima de 30 cm y con emulación de focal de 90 mm, a través de un grueso vidrio: de nuevo, ningún problema con el AF ISO 400 a f/2.8 © Valentín Sama |
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ISO 6.400 a f/8 Focal nativa de 28 mm © Valentín Sama |
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Emulación de 50 mm de focal. ISO 100 a f/1.7 © Valentín Sama |
Una nueva batería BC-SCL6
La batería, pasa de 1.860 mAh (Q2) a 2.200 mAh, siendo compatible con los modelos Q2, SL, SL-2 y SL-2S, lo que es una buena noticia. Pienso que la capacidad adicional será bienvenida y en todo caso estimo que, tanto el nuevo procesador como las funcionalidades añadidas «tiran» bastante de la batería, y no sería yo el que –con cualquier cámara– saliese al campo sin una segunda batería de reserva.
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© Valentín Sama |
También resulta muy interesante la alternativa de carga por inducción –compatible con Apple– para lo que es necesario emplear una pequeña y práctica empuñadura adicional.
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© Leica |
Leica Q3: Conclusiones
Si ya califiqué a la Q2 como «una compacta única», la nueva Q3 se coloca en un escalón definitivamente diferente por sus amplias prestaciones. La calidad de la óptica se une a la solidez y refinamiento del cuerpo, así como a las funcionalidades añadidas de foto y vídeo. Aunque todo ello hace que la cámara pueda verse como «más complicada», desde Leica se ha conseguido el objetivo primordial que es –calidad de imagen aparte– ofrecer esa calidad «ya acabada» en la propia cámara. Con la Q3 cada vez se imbrican más las funcionalidades puramente fotográficas –incluso con un toque clásico– con aquellas mejores derivadas de la moderna telefonía móvil y el acceso «en la nube».
Por otro lado, la Q3 se presta a una utilización profundamente profesional merced a su posibilidad de trabajo «tethered» y sus aplicaciones de vídeo. Una flexible herramienta creativa a un precio estimado de 5.995 €, y que estará disponible de inmediato pero en cantidades muy limitadas.
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© Valentín Sama |
(**) Con recorte aproximado de 1.5X para 8K, 4K y Slow Motion
(1) Ignoro si –por lógica de suministros– el sensor de las M11 pudiera incorporar ya píxeles de detección de fase inactivos
(2) Nota: las imágenes se ofrecen en baja resolución, sólo para comparar campos, no para evaluar rendimiento
(3) Al principio, tendía a presionar con mi pulgar derecho involuntariamente el pulsador para vídeo
(4) Término acuñado por mí, para referirme a esos ajustes estratosféricos que servirían para registrar animales mitológicos...
La Q3 mide aproximadamente 130 mm de ancho por 75 mm de alto para un «fondo» de 93/33 mm (con/sin objetivo) para un peso de 740 gramos con batería.
Comentarios
Conozco el museo del ferrocarril de Madrid y las condiciones luminosas y las condiciones operativas, los bedeles no dejan usar un monopie, y estas fotos, están muy bien, muy bien resueltas. Así como la posibilidad de control de los elementos verticales, los cuales allí abundan por doquier. Añado la feliz idea de Leica, de que el producto lo prepares, guises y emplates antes de llegar a casa....
Hay que estar en la calle tomando fotos y menos editando fotos!.
Muy buena prueba.
Luis
El Museo del Ferrocarril de Madrid en verdad no es ninguna maravilla, pero es lo que tenemos y me brinda alguna oportunidad fotográfica en un entorno de una cierta tranquilidad... menos los martes, día favorito para visitas de colegios... y aún así esas visitas se suman a la nostalgia del lugar.
Para los que hemos viajado en trenes tirados por locomotoras de vapor y en en esos TER, TAF y Talgos.. una oportunidad para el recuerdo.
Lástima que, en el Talgo, ahora no se pueda acceder al interior del salón de cola, de muy gratos recuerdos de mi infancia, aunque entiendo que quizá se hubiesen podido cometer algunos abusos... no sé.
Y sí: pienso que la aproximación de la Q3 es acertada y sólo falta ver si desde la firma «lo saben vender» bien.
Saludos cordiales
Valentín
Te sigo desde los tiempos de FV y para mí siempre eres una referencia de total confianza.
Soy un usuario de Leica Q2, cámara que adquirí después de haber leído tu review y ahora con la salida al mercado de la nueva Leica Q3, me surge la duda de si merece la pena realizar el esfuerzo económico que supone el cambio de la Q2 para adquirir la Q3.
Estamos hablando de que la Q2 puede perder el 50% de su valor.
Estamos realmente ante un cambio tan significativo?
O es una evolución en un producto ya muy pulido que aporta algunas mejoras pero que no son determinantes.
Un cordial saludo.
Miguel Angel
Puesto que «hay dinero por medio» la respuesta a tu pregunta no es fácil.
Si crees que usas muchas veces el «recorte» de 75 mm en la Q2, el nuevo «estirón» hasta 90 mm te podría interesar.
¿Necesitas un AF más rápido? ¿Explotarías todo ese potencial de vídeo? ¿Trabajar con la cámara en modo «tethered» es clave en tu flujo de trabajo?
Creo que ahí encontrarás la respuesta.
Personalmente se me ha planteado una disyuntiva equivalente: ¿debo cambiar my Monochrom M Typ 246 por una M11 Monochrom?
Mucho dinero, y sin embargo ahorraría bastante peso...
Pero hay un factor añadido y es que mi Typ 246 tiene un cierto valor sentimental... ¡así que –de momento– se queda!
Saludos cordiales
Valentín