En los buenos tiempos de la fotografía profesional, un sistema se consideraba como «auténticamente profesional» si incluía, entre sus muchos objetivos accesorios y equipamiento vario, al menos un objetivo «Tilt & Shift», esto es, basculable y desplazable, o al menos uno... desplazable.
Pero llegó el tratamiento digital de la imagen, y la mayoría de los fabricantes, «decidió» que no tenía sentido diseñar y fabricar complicados objetivos cuando «eso» se podía hacer «en Photoshop». Claro que eso era un argumento profundamente erróneo, pero...
La cuestión es que ahora, Fujifilm ha tenido el valor –que tiene mérito– de presentar no ya uno, sino dos T/S para sus cámaras de formato medio (*) GFX: los Fujinon GF 30 mm f/5.6 T/S y Fujinon GF 110 mm f/5.6 T/S Macro.
Actualizado a 16h 30
Pueden apreciarse los mandos para giro y desplazamiento y a la derecha, abajo, más discreto el «mini pedal» para liberar el giro sobre la propia montura © Fujifilm |
Para que no tengáis que echar cuentas: sobre el sensor de 32,9 x 43,8 mm de las GFX, sus focales «equivalentes» son de 24 mm y 87 mm respectivamente.
Ambos objetivos cubren un círculo de imagen de Ø 85 mm, lo que en relación al círculo nativo del sensor, de Ø 54,8 mm, permite desplazamientos de ± 15 mm y basculamientos de ±8,5 grados y ±10 grados, respectivamente.
Un sistema de giro de la montura sobre su eje óptico en ± 90 grados, permite que todos esos movimientos se puedan hacer en virtualmente cualquier dirección. En contra de lo que suele afirmarse, estos objetivos no «controlan la profundidad de campo», sino que permiten gestionar los planos preferentes de enfoque, que es una cuestión distinta. La profundidad de campo en sí sigue a cargo del valor de abertura de diafragma y otras «zarandajas»...
El Fujinon GF 30 mm f/5.6 T/S representa un clásico para arquitectura y paisaje, al tiempo que el Fujinon GF 110 mm f/5.6 T/S Macro, con su escala hasta 0,5X se presta especialmente para fotografía de producto y «bodegón» pero también daría mucho juego en retrato creativo, merced a su capacidad de poder provocar desenfoques selectivos independientemente del valor de abertura de diafragma elegido.
© Fujifilm |
El Fujinon GF 30 mm f/5.6 T/S (arriba) obedece a un esquema de 16 lentes en 11 grupos, incluyendo tres elementos aesféricos –uno de ellos como lente frontal– así como dos ED y uno Super ED. Los tratamientos antirreflejantes son del avanzado tipo Fujifilm Nano GI, lo que no vendrá mal dado, por un lado el elevado número de superficies, y por otro, el ángulo de toma de un equivalente a un 24 mm, que muy fácilmente incluirá en el encuadre partes muy luminosas de la escena, como cielos, ventanas, reflejos especulares, etc.
© Fujifilm |
La calidad de imagen se da «por supuesta» dado que será obligatorio ofrecer resultados óptimos –borde a borde– incluso con los movimientos extremos. Si hacemos caso de las curvas MTF de la firma (abajo) podemos hacernos una idea.
Curvas, de izda. a dcha. para 10, 20 y 40 pares de líneas por milímetro. © Fujifilm |
Este objetivo tiene un largo de 138,5 mm para un peso de 1,34 Kg. La rosca para filtro frontal es de Ø105 mm. Su precio estimado será del entorno de los 4.500 €.
© Fujifilm |
Un detalle a mi juicio muy interesante es que el GF 30 mm f/5.6 T/S se suministra junto con un collarín accesorio específico para trípode: no solo facilita un empleo con buen equilibrio de masas, sino que –al parecer– está situado en un punto nodal de la óptica, lo que facilitaría realizar «stitching» (cosido) de imágenes usando los desplazamientos de la misma. Con los 100 megapíxeles de las GFX 100 podéis ir «echando cuentas»...
© Fujifilm |
En lo que concierne al Fujinon GF 110 mm f/5.6 T/S Macro (arriba), sigue un esquema de 9 grupos a partir de 11 lentes de las cuales una es aesférica y dos de tipo ED. Un punto interesante es que se trata de un diseño con el diafragma ubicado en posición central, lo que –en teoría– implica algo muy favorable en lo que se refiere a baja distorsión. De hecho, desde la firma se indica que no es necesaria corrección electrónica vía firmware.
Esto... tiene todo el aspecto de un retrofoco invertido... © Fujifilm |
Al igual que el GF 30 mm f/5.6 T/S, esta óptica incorpora sensores de detección de grado de giro y desplazamiento, cuyos valores registra hacia los datos RAW.
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¿Dudas con las curvas MTF? ¡Pero si es muy fácil!
El GF 110 mm f/5.6 T/S Macro tiene un largo de 149 mm para un peso de 1.255 Kg y emplea filtros de rosca de Ø 72 mm. Su precio estimado será del entorno de los 4.000 €
Por lo que veo por las imágenes, ambos objetivos emplean mandos para control de los giros y deplazamientos de generoso tamaño y –como casi todos los T/S que he tenido ocasión de utilizar– más bien raquítico para el bloqueo.
© Fujifilm |
Es una lástima que la apertura máxima de ambos objetivos se haya quedado en f/5.6 sin llegar al menos a un f/4, pero entiendo que el tamaño, peso y costes se habrían disparado dadas las necesidades de cobertura para todos esos movimientos.
En suma, la adición de estas ópticas representa una excelente noticia para los fotógrafos que saben apreciar que la mayor perfección posible de la imagen debe conseguirse en la toma y no por maniobras posteriores de procesado digital, que llevan a «pixel stressing». Quizá seamos pocos, pero duros de pelar.
Aunque Fujifilm ya ofrecía una solución que permitía control de perspectiva, los nuevos T/S resultan mucho más manejables.
Los dos nuevos T/S de Fujifilm se presentan junto con un GF 55 mm f/1.7 WR equivalente a un 44 mm, así como una versión mejorada de su cámara de formato medio GFX 100, la GF 100 II.
(*) Fujifilm sigue empeñada, en sus notas de prensa, en referirse a estas cámaras como «de gran formato», lo que es profundamente incorrecto: se trata de –soberbias– cámaras de formato medio, cuyo sensor de 32,9 x 43,8 mm, siendo 1.667 veces mayor que el Barnack de 24 x 36 mm, ni siquiera es el mayor de los digitales... de formato medio. Todo ello lo explico en este artículo.
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