Harman Technology está últimamente «en el candelero», tanto por ser el muy activo fabricante de los productos que comercializa bajo su propia marca –como pueden ser las películas Kentmere, (1) y la experimental en color «Phoenix 200»– (2), como por fabricar los conocidísimos, productos Ilford, una marca que a muchos suena, por su excelencia como fabricante de productos fotoquímicos para fotografía en blanco y negro: películas, papeles, reveladores, etc. Pero parece un buen momento para recordar algo menos popular fuera de Inglaterra: que Ilford fabricó también cámaras fotográficas, y más concretamente desde el año 1899. Personalmente he contabilizado 99 modelos diferentes, 101 si incluimos las dos estenopeicas y excluimos las desechables. ¿Sorprendidos? Pero hoy voy a hablar de la que es a mi juicio, no ya una de las cámaras más bellas de entre la gama Ilford, sino de entre las producidas en los años cincuenta. Hablamos de la Ilford Advocate (3).
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© Valentín Sama |
La Ilford Advocate es una cámara para 24×36 mm sobre película estándar de 35 mm, y está dotada de una óptica fija de 35 mm de focal. Según las series o variantes, la óptica puede ser Dallmeyer 35 mm f/4,5, Dallmeyer 35 mm f/3,5, Wray 35 mm f/3,5 o Ross 35 mm f/3,5. Pero en todos los casos, la característica más destacable de las Ilford Advocate es su bello acabado en esmalte color marfil. (4). Mi unidad en concreto incorpora el Dallmeyer Anastigmat 35 mm f/4,5, y pertenece a la primera serie, producida entre 1949 y 1953.
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© Valentín Sama |
De hecho, fue a primeros de 1949 cuando Ilford invitó a una comida de trabajo a los «dealers» fotográficos ingleses provinciales y de Londres para anunciarles la inminente comercialización de la Advocate. Resulta curioso que el directivo Mr. James Mitchell se refiriese a ella de la siguiente manera: …«me complace anunciar la primera cámara de Ilford en producción»… ignorando –entendemos que solo en su discurso– a la Ilford Falling Plate Camera de1902. Hay que tener en cuenta el contexto: las fuerzas nazis se habían rendido el siete de mayo de 1945 y Japón había capitulado el 15 de agosto del mismo año, y así, en el primer folleto del nuevo modelo de 1949 rezaba …
«La Cámara Ilford Advocate no es la copia de una cámara de origen extranjero, sino que representa un nuevo desarrollo, nativo a este país».
Ilford Advocate: obturador y objetivos
Ya me he referido al formato Barnack (24×36 mm) –establecido originalmente por Leica para cámaras de producción a gran escala– y a la óptica fija de 35 mm de focal, una interesante opción, que viene siendo emulada –o su equivalente– por fabricantes actuales, como es el caso de Fujifim GFX 100 RF (5); ahora, vamos a ver el resto de sus características.
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© Valentín Sama |
El obturador es de tipo «central», si bien debiéramos quizá reconsiderar el término, ya que no se encuentra entre las lentes del objetivo sino por detrás del mismo, siendo más parecido en su forma de operación a uno de tipo circular. Ofrece tiempos de obturación de 1/200 s, 1/150 s, 1/100 s, 1/50 s, 1/25 s y «B». Su suavidad y silencio de funcionamiento es tan alto que a veces resulta difícil discernir si se ha disparado o no la cámara. De hecho, la Ilford Advocate se diseñó en torno a este obturador –muy avanzado– que opera merced a la flexión de un muelle de fleje. El disparador es altamente original, pues se acciona por un recorrido lateral de la palanca situada en la parte superior, en lugar de vertical. El armado del obturador y el avance de la película van combinados, mediante el botón moleteado de la parte superior derecha.
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Un sitio especial para el cable disparador © Valentín Sama |
El enfoque es por estimación, lo que viene facilitado por la generosa profundidad de campo ofrecida por la focal de 35 mm. Existen marcas para «infinito» y 25, 12, 8, 6, 5, 4, 3,5 y 3 pies (6). El diafragma es de 8 palas y ofrece una abertura bastante circular, siguiendo una escala con marcas de f/4,5 a f/22. No se dispone de escala de profundidad de campo y todas las indicaciones de tiempo de obturación, distancia y ajuste de diafragma tienen algo en común: ¡son de tamaño de tan minúsculo que hace falta la vista de lince de una persona joven –desde luego de menos de 30 años– para poder leerlas sin ayuda de gafas! En las versiones II y III esto se solucionó en parte resaltando la numeración en plateado contra fondo negro.
El objetivo, con revestimientos antirreflejos –algo no necesariamente corriente en la época, tratamiento que se llamaba «blooming»– (*) está bien protegido en una estructura que actúa eficazmente de parasol. No está claro si el Dallmeyer 35 mm f/4,5 era de tres o cuatro lentes, pero al menos si lo era la versión f/3,5 que dotaba a la versión II de la Advocate. Los objetivos 35 mm f/4,5 y f/3,5 de Dallmeyer eran de alta y consistente calidad, pero la firma los podía suministrar solo en cantidades pequeñas, por lo que Ilford tuvo que recurrir a Wray y Ross, con resultados por lo general variables según tandas de producción.
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El cuerpo de «Silumin», aleación de aluminio y silicio inyectada a presión –¡en 1949!– otorga una gran estabilidad entre objetivo y plano de la película lo que redunda en una máxima calidad de imagen. El peso total es de 515 gramos. © Valentín Sama El modelo primero que nos ocupa, no ofrecía sincronización para flash, si bien se incorporó en la versión II, aunque no en configuración coaxial. (7)
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Ilford Advocate: el cuerpo
Lo que distinguía a la Advocate de otras cámaras de la época era la tecnología aplicada en la producción del cuerpo y otros detalles afines. La Advocate es mucho más que una cámara con «una original pintura marfil», siendo muy avanzada para la época e incluso para los tiempos actuales, sobre todo en lo que se refiere al cuerpo. Este es en fundición de alta precisión a presión de «Silumin», una aleación de aluminio y silicio. El ajuste entre el cuerpo principal y el dorso es tan preciso, que la Ilford Advocate resulta estanca a la luz sin necesidad de las juntas de sellado textiles utilizadas en algunas cámaras de la época. Las Ilford Advocate primeramente se imprimaban en negro para luego recibir su acabado marfil tan distintivo, en esmalte al horno.
Ilford Advocate: carga fácil ya en 1949
Al abrir la cámara para cargar la película en chasis estándar de 35 mm, descubrimos otro detalle de diseño exclusivo: el mando moleteado para rebobinado, solidario del eje que acoplará con el chasis de la película, bascula hacia fuera, haciendo la operación de carga y descarga sumamente sencilla. Se trata de una mejora que no hemos visto en ninguna cámara posterior.
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Original sistema para facilitar la carga de la película: movimiento uno...
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...y movimiento dos. Sí: el rollo es «de época» Ambas, © Valentín Sama |
La puesta a cero del contador se hace presionando hacia abajo el mando moleteado de avance de la película, algo que muy astutamente solo puede hacer con el cuerpo de la cámara abierto.
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El mando para el avance de la película, el armado del obturador y el cuentafotos es de una sola pieza mecanizada en aluminio…© Valentín Sama
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Arriba: mecánica de la puesta a cero del contador de fotogramas: al presionar hacia abajo venciendo la resistencia del muelle, se desengrana el tren de engranajes para el avance de la película y el mando se deja rotar libremente para poner a cero el contador. Solo se puede hacer, para evitar errores una vez cargada la película, con el dorso abierto. ¡Muy ingenioso!
El interior de la cámara está pintado en negro mate, excepto el plano para la película y la placa de presión. Puede resultar de interés saber que el cartoncillo que podemos entrever detrás de la placa de presión sirve para calibrar finamente la presión de la misma contra la película. El numero de serie va grabado a mano de forma casi imperceptible en la parte interior inferior del cuerpo, simplemente arañando la pintura. Esto no es casual: el sistema no solo era más económico que un estampado o grabado, sino que no alteraba el delicado y refinado ajuste entre tapa y cuerpo.
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Tosco, pero práctico. La numeración esconde una curiosa historia. © Valentín Sama |
El grbado, se realizaba en el último momento, una vez pasada la inspección final. Mi unidad está identificada con el numero 1919 – 4565. Puede resultar interesante saber que la numeración de todas las Ilford Advocate comenzaba por 1919 seguido de un guión… el año de nacimiento de la hija de un directivo de la compañía. Una letra “W” indicaba que el objetivo era un Wray, al tiempo que una “E”, que la cámara disponía de sincronización para flash.
Ilford Advocate: el visor y otros detalles
El visor óptico era descrito en la época como «brillante y preciso» y hoy lo sería –más que probablemente– como «pobre, oscuro y poco preciso», pero desde luego no es inferior a lo que ofrecían las Leica de la época. No faltaban los accesorios, y entre ellos una bonita funda de cuero, con el nombre Ilford orgullosamente en relieve y con un detalle muy curioso: un orificio para poder acoplar el cable disparador en la poco usual pero muy práctica posición frontal inferior. (abajo)
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© Valentín Sama |
No faltaban en esa funda las gomas en la parte superior interna para dos filtros, ni mucho menos el tradicional «bolsillito» donde se insertaba la tarjeta con instrucciones para la exposición, la mayor parte de las veces escrita a mano –y a pluma, naturalmente– por el amable encargado del establecimiento que nos atendía. Otros accesorios eran un adaptador a presión para filtros, un parasol combinado con montura para los mismos, un parasol simple, una tapa para el objetivo e incluso una carcasa submarina. Las películas recomendadas por la clásica calcomanía en el interior del dorso eran –naturalmente– las Ilford HP3, FP3 o PanF.
Ilford Advocate: en la práctica
Hoy en día, las bellas y exclusivas Advocate son plenamente operativas y nos permiten recuperar el placer –o experimentarlo por primera vez para algunos– de emplear la primera cámara inglesa para película de 35 mm, ajustando exposición y distancia de enfoque por estimación, gozando de la suave incertidumbre de los resultados hasta ver el rollo revelado. Las películas ideales serían las negativas en blanco y negro, preferentemente en el entorno de los 100 ISO. Pero podríamos atrevernos con el color: al fin y al cabo, cuando Sir John Hunt y sus colegas Edmund Hillary y Tenzing Norgay conquistaron el Everest en 1953 –tras el reconocimiento previo por Eric Shipton– llevaron cámaras Ilford Advocate cargadas con película Ilford Colour film D, para diapositivas en color.
Ilford Advocate: coleccionismo
En la actualidad, las Ilford Advocate no son excesivamente caras, pero uno debería buscar una unidad en la que la pintura marfil esté lo más íntegra posible. El obturador –a veces atascado por falta de uso– es fácil de desmontar, limpiar y lubricar. Para mi unidad optamos por simple grafito y no ha fallado desde entonces. La calidad de las imágenes ofrecidas por el objetivo Dallmeyer es tan buena como prometida y la estética de la focal de 35 mm… la mejor.
Existieron versiones especiales de la Advocate para microscopía, fotografía médica, lectura de contadores y osciloscopios, uso policial, rayos X, fotografía aérea…
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© Valentín Sama |
«Ilford, Faces, People and Places». Todo lo que necesites saber sobre las cámaras Ilford, en una rara edición muy limitada. ISBN 0-9545342-1-2
Para usar una Ilford Advocate, con su funda original –con estilo– solo nos faltaría quizá un atuendo «british» ad-hoc y quizá una bonita motocicleta de época… carismática y británica. Rather, old chap…
Este artículo es una reedición, actualizada, del publicado en marzo de 2020 en Albedo Media, y en ese sitio web ya no disponible.
Por razones técnicas los eventuales comentarios –siempre muy de agradecer– no deben exceder en extensión las 500/600 palabras. Todos están sujetos a moderación.
(1) Harman presentó ayer su nueva película negativa en blanco y negro
«Kentmere 200» que se suma a las versiones de 100 y 400 ISO ahora disponibles. Harman es también suministrador de sus emulsiones Kentmere para otras marcas, bajo el concepto «rebranded», y también fabrica, por encargo la película Fujifilm 100 ACROS II. Igualmente es la envasadora de las referencias CineStill...y ¡vaya Ud. a saber cuantas cosas más!
(3) Advocate significa «abogado», con un cierto toque añadido de distinción honorífica. Las Advocate fueron fabricadas en realidad por la firma «Kennedy Instruments», luego convertida en una subsidiaria de Ilford.
(4) Un número muy limitado de cámaras Advocate se esmaltaron en colores rojo, verde, azul, marrón, negro e incluso craquelada al horno, solo a nivel interno, como prueba para su posible comercialización, que nunca llegó a producirse. Estas unidades podrían alcanzar precios muy altos, pero hay que ser muy prudentes, pues también podemos encontrarnos con falsificaciones.
(6) Un pie equivale a 30,48 cm
(7) Los números conocidos para esa primera serie van del 1919-23 al 1919-4948 y se estima que se fabricaron 5.000 unidades.
(*) Artículo acerca de los revestimientos y la transmisión, en el que se cita el concepto del
«blooming».
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