Sí, al final nos convertimos en seres extraños, aunque no más que otros. Se veía venir. Una sociedad cambiante demanda personas a la altura de las circunstancias, así que decidimos cumplir el mandato y hacer lo mejor posible aquello que la propia sociedad nos pedía: fotografías originales, contemporáneas y llenas de significado. Sin embargo, y a pesar de nuestros esfuerzos, las cosas no salieron tal y como esperábamos. Todo empezó con los apagones. Cada vez más frecuentes y cada vez más largos. Hubo ocasiones en que llegaron a durar varios días. Así no era posible crear imágenes de manera continua, seria y tranquila. Al principio se instaló cierta psicosis al no poder predecir esos cortes de luz que iban incrementando su cantidad y su duración. Corrió el rumor de que la demanda de energía era excesivamente alta y por eso sucedían los apagones. Que el sistema no podía proporcionar la cantidad de luz necesaria que requerían los millones de pantallas trabajando ininterrumpidamente dí...
Un espacio de Valentín Sama, sobre Fotografía. Desde 2004