Se acaba de presentar la «Leica M EV1» la primera de una nueva gama de cámaras, que –dentro de la serie M– incorpora visor electrónico de forma nativa; la revolución que representa no supone, de manera alguna, «el fin de las Leica M telemétricas».
Y claro, ni que decir tiene, que la Leica M EV1 emplea la montura Leica-M y es por tanto compatible con las mismas ópticas destinadas a las cámaras telemétricas de la firma. (1)
He podido disponer anticipadamente a su anuncio (2) de una unidad de esta nueva Leica M EV1 y así, puedo ofreceros ya los resultados de una prueba.
Lo primero, naturalmente: el visor
El visor electrónico emplea el «chip» de 5,76 megapíxeles, apoyado por un sistema óptico de factor 0,76x y dotado, finalmente en una Leica M, de corrección dióptrica.
De hecho podríamos decir que el visor está heredado en parte de la Leica Q3, incluyendo la ventana del ocular y el elegante botón retráctil para el ajuste de dioptrías.
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© Valentín Sama |
En el apartado de sensor no debíamos esperar sorpresas, y así ha sido, al incorporar el ya bien probado sensor BSI de triple resolución (60/36/18 Mpx.), con un pixel-pitch de µm, en formato Barnack controlado por el procesador Maestro III.
Para examinar su rendimiento, os invito a visitar: «Leica M11: a prueba» (3), donde se incluyen tomas controladas a los distintos ajustes ISO.
Conviene recordar que este sensor permite, bien fotografiar a su plena resolución de 60 Mpx., bien hacer «pixel binning», operando a 36 Mpx., o 18 Mpx., siempre manteniendo el formato Barnack de 24 x 36 m. A 36 Mpx. ganaremos un punto de rango tonal, al tiempo que a 18 Mpx. conseguiremos el menor ruido posible a ajustes ISO elevados.
Leica M EV1: sobre el terreno
Puesto que el factor diferenciador de la Leica M EV1 respecto al resto de la gama de cámaras Leica M –sean fílmicas o digitales– es el sistema de visión y encuadre, vamos a entrar directamente en su manejo, en las sensaciones que transmite, y también a analizar algunas nuevas funciones en una Leica M.
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De la Leica M3 de 1954 a la Leica M EV1 de 2025; un concepto inmarcesible © Valentín Sama |
En la mano, una vez superada la impresión inicial –no por esperada menos curiosa– de observar la ausencia de la ventana principal del visor en el frontal, y la estética del dorso, que nos podría hacer pensar estar ante una Q3, lo primero es una sensación de mayor ligereza. Así que voy rápido a mi balanza de precisión y obtengo las siguientes mediciones:
- Leica M3 «double stroke»: 590 gramos (4)
- Leica M4-P: 550 gramos
- Leica Monochrom Typ 246: 710 gramos (con batería y tarjeta)
- Leica M EV1: 490 gramos (con batería y tarjeta)
¡Efectivamente: es algo más ligera, también que una Leica M11, que obedece al valor de catálogo de 539 gramos!
Hablamos de versiones en negro, salvo para la M3, naturalmente.
Puedo imaginar que el acabado global se haya elegido tras una buena serie de charlas y apasionadas discusiones en Wetzlar, y así el «similcuero con trama de diamante» se asocia más al tipo empleado en la serie Q que –hasta ahora– al de la serie M; un decisión que –personalmente– no estoy seguro en este momento de que haya sido la más acertada.
Leica M EV1: miremos por el visor
¡Ya toca «pegar el ojos a ese visor!... y la primera sensación es agradable: podemos abarcar todo el cuadro de la escena aún con gafas. Ello tiene su importancia, pues –a pesar de disponerse de ajuste de dioptrías–algunos usarán gafas progresivas con graduación neutra o casi neutra para «lejos» y la propia de presbicia para «cerca» para ver mejor los ajustes sobre el objetivo o el monitor posterior.
No obstante, poder disponer de un ajuste de dioptrías (de -4 a +2) en una Leica M –por fin– es algo más que bienvenido.
En lo que respecta a la claridad de imagen, el «chip» de 5,76 Mpx se deja notar en lo positivo, aunque tengo mis dudas de si la calidad de imagen proporcionada por el esquema óptico del ocular está a la altura de la ofrecida por el de la Q3... (5) lástima no disponer –ahora mismo– de una unidad lado a lado.
Tal como he comentado más de una vez, en todos los visores ópticos, pero quizá aún más en los electrónicos, la parte óptica del ocular –su esquema de lentes– resulta clave para una visión nítida, y confortable al usuario. Para crear esa parte óptica, es necesario disponer de un esquema óptico de lujo (que no se duda en este caso), pero también espacio adecuado para su desempeño. ¿Quizá el «fondo» del cuerpo de una Leica M no ofrezca tanto espacio como el de una Leica Q?. Pero, en todo caso, lo arriba mencionado no deja de ser una apreciación subjetiva.
Parece que se nos ha podido olvidar, pero esta clase de visor electrónico nos brinda una imagen extraída del sensor: podremos apreciar el foco selectivo o en su caso la profundidad de campo, además de ayudas tales como histograma, etc. Pero... ¿de qué ayudas al enfoque podemos disponer?
Pues las ya más familiares de «focus peaking» y aumento de la imagen en distintos grados.
Enfocaremos a plena apertura del objetivo, y acto seguido no olvidar cerrar manualmente el diafragma al valor de abertura deseado. Pero también, si estamos utilizando quizá una óptica que adolezca de «focus shift», tenemos una magnífica ocasión de enfocar a la abertura de trabajo. Algo que no vamos a olvidar con esta Leica M EV1 es... ¡quitar la tapa del objetivo!
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Un ejemplo de una de las enormes virtudes que nos brinda la Leica M EV1: poder usar objetivos tan exóticos como este Super-Wide Triplet Perar ASPH. 21 mm f/4,5, fabricado a mano, de serie limitada, obra de Miyazaki-San, sin visor externo y con pleno aprovechamiento del área del visor. © Valentín Sama |
Lo que es obvio, es que –con la Leica M EV1– sea la focal que sea, aprovecharemos todo el área del visor, lo que es muy de agradecer, sobre todo para las focales superiores a los 50 mm, pero desde luego también para las cortas, incluyendo la de 28 mm, y no digamos las de 21 mm y 18 mm que necesitan de visores externos dedicados en otras modelos de la serie M.
Para tomas críticas, también resulta muy práctico el nivel de dos vías, en pantalla y naturalmente, en visor. En la parte inferior del encuadre del visor, sin invadir el área de la imagen, disponemos de información relativa al tiempo de obturación, ajuste ISO, compensación de exposición, etc.
Leica M EV1: la palanca de «previsualización de encuadres»
A la izquierda de la montura para los objetivos –según el punto de vista de usuario– seguimos encontrado la tradicional palanca que permite previsualizar parejas de marcos de encuadre para las distintas focales de los objetivos de la panoplia de Leica, y ello, normalmente, por parejas. Es cierto que estéticamente es un poco diferente, pero ahí sigue estando.
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© Valentín Sama |
Pero... ¡espera!: ¿de qué marcos hablamos, si este visor es electrónico y nos ofrecerá –sea la focal empleada que sea– siempre el encuadre completo, el 100% del área del visor?
Pues resulta que las una de las funciones asignadas a esa palanca es de lo más original, y... coherente. Veamos.
Resulta que la Leica M EV1 ofrece una variante de una de las alternativas de las Leica Q, que es una suerte de «zoom digital». Por mucho que no me guste el nombre, me gusta la función, que n el caso de la EV1 no se trata sino de dos aumentos: 1,3X y 1,8X.
Así, si «tiramos» de la citada palanca hacia fuera... ¡aparecen alternativamente recuadros luminosos –en visor y pantalla– correspondientes a esos recortes! Al estilo de la Q, exactamente, pero con el matiz –es la diferencia– de que no emulan focales sino que ofrecen esos factores.
Voy a ofrecer un caso muy concreto para que cada cual pueda extrapolar el suyo:
Salgo en plan ligero, no quiero llevar más peso del necesario, ni andar cambiando focales, así que monto sobre la Leica M EV1 mi Leica Tri-Elmar, ese sorprendente objetivo con que nos ofrece las focales fijas de 28, 35 y 50 mm.
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Leica M EV1 con el Tri-Elmar 28-35-50 mm f/4 ASPH. y su parasol específico © Valentín Sama |
En un punto determinado de mi paseo por una de mis zonas favoritas de arqueología industrial, me encuentro constreñido por una valla limitadora de terreno, lo que hace que esa focal de 50 mm –la máxima de mi Tri-Elmar– se me quede un poco corta para el encuadre que previsualizo dado el efímero juego de luces del amanecer. ¡Lastima no haber traído el Elmarit de 75 mm, o aún mejor, el de 90 mm...
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¡Pero espera!: tiro de la palanca y dispongo de dos emulaciones a partir de esa focal de 50 mm:
- 1,8X: 90 mm
- 1,3X: 65 mm
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Tri-Elmar 28-35-50 mm f/4 ASPH. a 50 mm con emulación 1,3X a 65 mm. Imagen de cámara. © Valentín Sama |
¡Vaya, resulta que sí que llevaba conmigo una «suerte» de 90 mm o de 65 mm! Y no: no es lo mismo reencuadrar en postproducción que encuadrar sobre la escena. ¿Y las pérdidas colaterales?
Pues bien, puesto que se supone que para ese tipo de situación, utilizaríamos la resolución máxima de 60 MPx. del sensor de la Leica M EV1, las imágenes quedarían en:
- 1,8X: 5.248 x 3.472 = 18,22 Mpx.
- 1,3X: 7.684 x 5.104 = 39,21 Mpx.
Nada mal, ¿no?
Por supuesto que hay... otros supuestos. Así, por ejemplo, si sólo llevamos un fijo de 35 mm, todavía podríamos disponer de emulaciones más que aceptables de 45,5 y 63 mm. Y para un 28 mm, de 36,4 mm y... sí, ¡lo adivinaron!, de 50,4 mm.
Y como me imagino que estáis tirando de calculadora: con el 90 mm nativo emularíamos a 117 mm y 162 mm, y con un 21 mm nativo, a 27,3 y 37,8 mm. Desde luego, que alguien en Wetzlar «le ha dado bien al coco».
A destacar que –al parecer– una variante de esta función ya existía en la M11 tras la última actualización de firmware, pero –naturalmente– por menú y no por la palanca que ahora es de acceso directo.
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Elmarit-M 28 mm f/2.8 ASPH., nativo. © Valentín Sama |
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Elmarit-M 28 mm f/2.8 ASPH., con emulación 1,8X a 50,4 mm equivalentes © Valentín Sama |
¿Y la otra función por defecto de la palanquita que nos ha entretenido hasta ahora? Pues si la empujamos hacia la montura, activaremos o desactivaremos la ayuda de enfoque por «focus peaking».
Por eso, para activar y alternar entre los reencuadres tiraremos secuencialmente hacia afuera... y no hacia dentro y afuera.
Por lo demás, en la mano, la Leica M EV1 se comporta –con indudable lógica– como un cruce entre una Leica M y una Leica Q. Con una particularidad de la EV1 respecto de la segunda: al no estar estabilizada, hay que andarse con cuidado de no trepidar imágenes debido a la alta resolución del sensor. En ese sentido, una de las empuñaduras accesorias opcionales (abajo) puede resultar bienvenida.
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La empuñadura, permite el cambio de batería y tarjeta, al tiempo que protege la base. © Leica |
El disparo es muy suave, especialmente si empleamos la obturación electrónica dentro de las tres opciones disponibles: mecánica/híbrida/electrónica. (6)
Para mi gusto personal, el punto del disparador en el que se desencadena el disparo en sí, queda un poco demasiado bajo, por lo que un elegante botón suplementario será bienvenido. Muy buena decisión el hecho de que se puedan seguir usando los cables tradicionales a rosca (ver más arriba).
Leica M EV1: el menú
Respecto al menú, la Leica M EV1 toma la estética de pantalla de las Leica Q3, con la bendición –es una cuestión personal– de que no hay función de vídeo, por lo que el menú es único.
Navegaremos por las funciones, alternativas y selecciones, mediante el mando de cruceta, el pequeño pulsador de la parte superior y la ya conocida rueda giratoria que –presionando hacia dentro– dobla función.
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© Valentín Sama |
En el lado izquierdo, encontramos los espartanos pulsadores de «PLAY», «FN» (Función) y «MENÚ». En estos modelos suelo asignar la compensación de exposición a la rueda y el aumento del visor para el enfoque al pequeño pulsador superior, pero –naturalmente– todo es configurable.
Supongo que no hace falta recordar que el diafragma se ajusta... ¡sobre cada objetivo!
Por eso mismo, insisto: puesto que por lo general enfocaremos con los objetivos a su máxima apertura, hay que hacer una anotación mental de recordar, siempre, pasar luego al diafragma de trabajo deseado.
En el menú, encuentro dos opciones que llaman mi atención y una de ellas me trae recuerdos de la prueba de la M11...
La primera es la de «Extended Dynamic Range», que es cierto que controla y mejora sutilmente luces y sombras en situaciones de alto contraste.
La otra es la de «Dust Protection»: cuando la tenemos activada, al cambiar un objetivo, se cierran automáticamente las cortinillas del obturador. Ya que estamos en ello: el obturador se puede gestinar en los modos mecánico, electrónico o híbrido.
No falta, tampoco, la opción de «Content Authenticity Iniciative», introducida con la Leica M11-P, ni la muy práctica memoria interna de 64 Gb, que dobla la función como tarjeta virtual.
¿Y un Visoflex II
Podríamos preguntarnos: ¿y por qué no la solución de un «Visoflex II» sobre una Leica M11, por poner un ejemplo?
Pues, desde luego, lo veo como una magnífica solución para dos clases de usuarios:
- Aquellos que ya posean una Leica M11 dentro de sus variantes
- Aquellos que –sin descartar las opciones de una visión electrónica– no quieran dejar de lado el empleo del enfoque por medio del telémetro clásico.
Ahora bien, ello supone gozar de una menor resolución (3,68 Mpx. vs 5,76 Mpx.), el mayor volumen que supone el visor accesorio sobre la zapata, el mayor peso, y la nada despreciable suma de 760 €, a añadir sobre los aproximadamente 870/950 € de diferencia entre la nueva Leica M EV1 y las M11 y M11-P. Un total de aproximadamente 1.660 € más. Pero, bienvenidas sean todas las opciones adicionales.
Leica M EV1: sobre un más o menos enigmático nombre
Al final, en contra de todos los rumores, no fue una «Leica M11-V» ni nada similar, sino una Leica M EV1. Y ese »EV1» hace especular con que no será la única de la serie, sino que quizá podamos esperar una «EV2», una «EV3»... Algunos ya esperan el anuncio de una «Leica EV1 Monochrom»...
Los más entendidos le otorgan un cierto significado a que no vaya unido «Leica M-EV1», con guión, pero eso ya se me escapa.
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La Leica M EV1 incorpora el modo de «corrección de perspectiva» o «corrección de líneas» en la toma de los más recientes modelos de la serie M y Q. Con Tri-Elmar 28-35-50 mm y emulación 1,3X. Resolución a 36 Mpx para una más amplia gama tonal. © Valentín Sama |
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Leica M EV1 y Elmarit-M 90 mm f/2.8 de 1.990. Con esta focal, el visor electrónico permite afinar el encuadre con mucha mayor precisión que mediante el recuadro del visor óptico. Más de uno rescatará sus objetivos Leica de 135 mm, especialmente los afortunados poseedores del Apo-Telyt 135 mm f/3.4 de 1998. De hecho, se rumorea que Leica podría poner en producción un nuevo 135 mm para la Leica M. El rendimiento del sensor BSI de triple resolución es excepcional, tanto en resolución como en restitución de matices. © Valentín Sama |

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El visor electrónico de la Leica M EV1 es una invitación a usar ópticas extremas: ambas, con Voigtländer Super-Wide Heliar 15 mm f/4.5 Aspherical rectilinear. © Valentín Sama |
Leica M EV1: ¿cual sería el«target»?
Una de las primeras preguntas que surgen tras la presentación de la novísima Leica M EV1, sería... ¿cual es el «target», el «usuario objetivo» para la nueva cámara?
Según he podido intuir, para la firma, podrían ser varias las categorías:
- Una bastante evidente: un nuevo segmento dentro de la serie Leica M. Hasta la propia denominación lo sugiere, manteniendo la denominación «M» y añadiendo la extensión «EV» de «Electronic Viewfinder»-
- Usuarios ya existentes dentro de los segmentos «Q» y «SL», pero que buscan, bien opciones de utilización de ópticas más especializadas, bien los que –además– deseen entrar en el más compacto y ligero sistema «M» respecto a una SL-3 (490 gramos frente a aprox. 856 gramos)
- Por mi parte, añadiría aquel segmento de usuarios que, disponiendo, tanto de cuerpo o cuerpos de Leica M telemétricos, como de una amplia gama de ópticas de focales de amplio rango, deseen disfrutar de la cobertura total del visor nativo, especialmente con las más extremas de esas focales.
Leica M EV1: otros detalles
- Cuerpo en magnesio y aluminio
- Visor a 60 f.p.s., con factor 0,76x, cobertura del 100% y pupila de salida a 20,75 mm
- Obturador mecánico: 60 min a 1/4.000 seg (sincro hasta 1/180 seg)
- Obturador electrónico:60 seg a 1/16.000 seg
- Monitor: 2,95" y 2.232.800 puntos; táctil
- Ajustes ISO: de ISO 64 (nativo) a ISO 50.000
- Wi-Fi: afirmativo (para conectividad con la APP Leica Fotos
- Bluethooth: afirmativo, v5.0
- Alimentación y carga por USB (en ocasiones posibilidad de ser simultáneas)
Leica M EV1: conclusiones
Sin duda, la más reciente producción de Wetzlar... «hará correr ríos de tinta... electrónica».
Tendrá sus detractores y sus defensores entusiastas. Personalmente, pienso que su puesta en producción representa una decisión muy acertada y permitirá ampliar la panoplia de Leica, por un lado con nuevos usuarios de sistema M, y por otro, recuperando para los más veteranos el uso de sus queridas ópticas clásicas.
Creo, también, que reforzará el interés en el uso de los ultraluminosos Summilux y Noctilux, al facilitar su enfoque de precisión a esas críticas aberturas de f/1,4 y f/0.95. Creo que es indudable, como ya he sugerido, que revitalizará el empleo de focales y luminosidades más extremas, e incluso impulsará el diseño y producción de alguna nueva.
Y, paradójicamente, pienso que la EV1 puede despertar nuevo interés en la gama telemétrica, debido a un «glamur aggiornado». de ese sistema de especialistas.
Por otro lado –era inevitable– ¡ya corren rumores de una posible Leica M12 con visor híbrido telemétrico/electrónico!
Mientras tanto apostemos: ¿que llegará antes, una versión Monochrom de la EV1 o una versión Monochrom de la Q3... o de la Q3 43?
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© Leica |
«La técnica es a la fotografía lo que la ortografía y la sintaxis a la buena escritura.»
Malarubra Fukushita
Por razones técnicas los eventuales comentarios no deben exceder en extensión las 1.000/1.500 palabras. estando sujetos a moderación.
Desde el mismo momento en que se presentó la Leica M11 –a primeros de enero de 2022– lo tuve claro, y así lo publiqué: ¡estábamos ante una plataforma para una futura Leica M con visor electrónico!: Leica M11: ¿una plataforma para una eventual futura Leica M con visor electrónico?
(1) Consultar. Algunas ópticas retráctiles y otras muy especiales pueden no ser aconsejables.
(2) La unidad de prueba ha sido cedida por Leicastore España
(5) Leica Q3 43
(6) En el modo electrónico, determinadas fuentes de luz pueden provocar «banding».
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