Ir al contenido principal

Tres «más dos» cámaras compactas para película de 35 mm

La reciente introducción de la «Rollei 35 AF», una MINT bajo la piel, (1) y la Pentax 17 (2), me ha hecho retomar este artículo –publicado originalmente en Albedo Media– y actualizarlo, ya que –ahora más que nunca– pienso que cobra relevancia. La razón no es otra que, ante el precio relativamente elevado de esas dos nuevas compactas para película, más de uno se plantea si no viene más a cuenta buscar en el mercado de segunda mano otros modelos, asumiendo los correspondientes riesgos. (3)

Minox 35 GT-E, Olympus XA y Rollei 35T: tres joyas «analógicas» para el formato Barnack de 24x36mm. © Valentín Sama/Albedo

© MINT

© Pentax

Así, la muy reciente introducción de las cámaras Rollei 35 AF y Pentax 17, se ha revelado como un factor disruptivo en el mercado de las compactas fílmicas «pre-owned» y ello aunque la segunda «juegue en otra liga» al ser para medio formato o «half frame» (17 x 24 mm)

Si bien es cierto que la Rollei 35 AF de MINT ofrece la –para algunos– ventaja innegable de su preciso AF por Lidar, al parecer se trata de un sistema lento y muy ruidoso. A ello se sumaría –siempre hablando de las unidades vistas hasta ahora, y por cierto, agotadas– al parecer un tacto muy pobre del mecanismo de avance y rebobinado de la película, un disparador errático así como un visor de calidad mejorable. Sin embargo, el objetivo parece ofrecer una buena calidad de imagen. Podéis conocer una rocambolesca historia en referencia a su desarrollo y quizá al de la propia cámara leyendo «The Pentax Connection».

Por ello, y sobre todo por el elevado precio final de la Rollei 35 AF (¡en torno a 900 €!) más de uno vuelve ahora la mirada hacia el producto original, la Rollei 35 en sus distintas versiones. Y lógicamente, hacia sus competidoras más directas.

En negro, la versión más cara: 914 € © MINT

Por tanto, vamos a volver a estudiar tres (4) de entre las diversas opciones disponibles anteriormente, comparándolas con las recién incorporadas. Existían tres cámaras que son –probablemente– las más pequeñas cámaras para formato 135, y fotograma Barnack, esto es, 24x36 mm (5)  Son para película y cada una tiene carácter propio más que sobrado. Hablamos de las Rollei 35, Minox 35 y Olympus XA.

Con distintas variantes dentro de cada una de las denominaciones genéricas de las dos primeras, cada una de las tres obedece a soluciones de diseño tan distintas, que podríamos atrevernos a decir que ninguna supera a la otra. Pero todas nos ofrecen algo importante: al menos la posibilidad de elección del valor de la sensibilidad de la película y de la abertura de diafragma, y con ello un cierto control de foco selectivo/profundidad de campo, así como de tiempo de obturación. Y por supuesto, del punto de enfoque.

¿Nos piden Uds., de forma muy concisa, rasgos fundamentales diferenciadores añadiendo ya las recién incorporadas? No resulta complicado en exceso:

  • Minox 35: la más pequeña y ligera
  • Olympus XA: goza de enfoque por telémetro
  • Rollei 35 T: construcción enteramente metálica, diseño muy original funcionamiento mecánico
  • Rollei AF: «estética» de Rollei 35 pero con AF
  • Pentax 17: un aparato para «medio formato» (17 x 24 mm) en encuadre nativo vertical
A partir de ahí, los matices son de lo más variado, así que sugiero a los lectores su valoración según vayamos desgranando los detalles y manejo de cada cámara. Ofrezco ahora un análisis comparativo de estas pequeñas joyas de precisión llenas de potencial fotográfico, que –según mi larga experiencia con las tres primeras de la lista– ofrecen una calidad de imagen tan alta como las réflex analógicas de su época.

No me voy a referir a todas y cada una de las variantes de cada uno de los tres modelos clásicos citados en el artículo, sino a su concepto fundamental y las características concretas de los modelos de las tres unidades mencionadas. Un ejemplo sería el de estas Rollei 35 S –objetivo Sonnar 40 mm f/2,8– y la Rollei 35 T, la utilizada para el artículo, con el objetivo Tessar 40 mm f/3,5. © Valentín Sama/Albedo
 
A notar que los modelos clásicos concretos sobre los que baso el artículo son los Olympus XA, Rollei 35 T y Minox 35 GT-E. No pretendo lucubrar sobre la historia completa de estas sagas de cámara y todos sus modelos, sino –antes bien– sobre el carácter, características de manejo, portabilidad y calidad de imagen ofrecida por los modelos empleados. Y también acerca de un aspecto muy importante y no siempre contemplado: su capacidad para no sobreexponer películas de cierta sensibilidad a pleno sol –su «capacidad de corte»– de películas para las que –un tanto sorprendentemente– algunas cámaras ofrecen ajustes para esa alta sensibilidad.
Cuando hablo de parámetros de dimensiones, pesos y características de las unidades clásicas son referidos a los modelos probados. Las diferencias entre versiones, son poco significativas para el concepto de este artículo.

Rollei 35 T

De construcción enteramente metálica, la Rollei 35 T monta un objetivo retráctil Tessar 40 mm f/3,5 «Made by Rollei» (licencia Zeiss), un obturador mecánico con tiempos de 1/2 segundo a 1/500 de segundo además de «B» y un exposímetro CdS acoplado, con ajustes de 25 a 1.600 ASA (15 a 33 DIN), en ajustes por «clic» de un tercio de paso. Esa construcción enteramente metálica la hace la más pesada de las tres cámaras ahora probadas, pero también le otorga un aspecto y tacto que no ofrecen los materiales sintéticos de las Minox 35 GT-E y Olympus XA.

Rollei 35 T en posición de disparo, con el objetivo extendido. A la izquierda puede verse el enganche para la correa específica. © Valentín Sama/Albedo

El diseño, de Heinz Waaske es de lo más atípico, tanto por el concepto como por la distribución de componentes y mandos, así como por el funcionamiento. El objetivo va montado en un barrilete retráctil que extenderemos y encajaremos en posición a través de su bayoneta interna. Para retraerlo resulta imprescindible por un lado que el obturador esté armado –o si se prefiere, que es lo mismo, la película avanzada al siguiente fotograma tras una exposición– y por otro lado, mantener pulsado el botón liberador situado junto al disparador. No seguir esa secuencia y forzar el dispositivo provocaría –muy probablemente– una avería. De forma atípica –nada es convencional en esta cámara– la palanca de arrastre va colocada a la izquierda y el rollo de película a la derecha, al estilo «Exakta».

© Valentín Sama/Albedo

Rollei 35 T en posición de transporte y en posición de disparo. Puede observarse la aguja del exposímetro y la marca de referencia para le ajuste de la exposición. © Valentín Sama/Albedo

Por si faltaba poco, la zapata para flash –«caliente», con contacto central– va ubicada en la parte inferior… ¡todo en aras de conseguir la cámara más pequeña para 24x36mm para la Photokina del año 1966! Otros detalles son el cuentafotos en la parte inferior, la palanca plegable de rebobinado y la palanca liberadora del dorso –para carga y descarga de la película– que permite separar el dorso por completo.

En la parte baja de una Rollei 35 T, de forma bastante atípica, zapata para flash, pestillo para apertura del dorso, cuentafotos y palanca de rebobinado. © Valentín Sama/Albedo 

El exposímetro es también un tema aparte. De fotorresistencia de sulfuro de cadmio – CdS– como era lo más avanzado en la época, está acoplado con el dial de tiempos de obturación y el de aberturas de diafragma. Una aguja galvanométrica oscila a lo largo de una escala de la parte superior de la Rollei 35 T y al girar uno de los dos diales, movemos un índice hasta superponerlo sobre la aguja… momento en que la exposición ha quedado ajustada. Se trata de una cámara, por tanto, de ajuste de exposición manual o “M”.

En una Rollei 35 T, todo está comprimido: la placa de presión es abatible, el núcleo para el bobinado de la película va a la izquierda y es de menor diámetro de lo habitual, al tiempo que la pila para el exposímetro va escondida en un alojamiento en la parte superior del propio para el chasis de la película 135. © Valentín Sama/Albedo

¿Dónde va la pila necesaria para todo exposímetro CdS? Pues… dentro de la cámara, en el alveolo para la película, en la parte superior. ¡Cuestión de espacio, amigos! Por alusiones, hablemos de los diales. El de la derecha –según el fotógrafo– lleva los ajustes de sensibilidad de la película y controla las aberturas de diafragma (lleva un seguro en la parte inferior), al tiempo que el de la izquierda incorpora los ajustes de tiempo de obturación así como un recordatorio del tipo de película cargada.

Rollei 35 T: a la izquierda, el dial de ajustes ASA/DIN y de aberturas de diafragma, y a la derecha el de tiempos de obturación y recordatorio de tipo de película cargada. © Valentín Sama/Albedo

El enfoque es por estimación, y se dispone de marcas para infinito, 6 m, 3 m, 2 m, 1,5 m, 1,2 m, 1 m y 0,9 m. La escala de profundidad de campo –casi microscópica– ofrece valores para f/16, f/11, f/8, f/5,6 y f/4. Por su parte, el visor es de marcos luminosos, con indicaciones para corrección de paralaje, y razonablemente luminoso, claro y preciso. El disparo, como con la mayoría de los obturadores de tipo central, es muy suave y silencioso. 
La pila tipo PX625, PX13 o MR 9, de 1,35 voltios, de mercurio, ya no se fabrica. La única pila actual que ofrece el voltaje y curva plana de descarga adecuada es la de tipo zinc-aire Wein MRB625, de menor duración y más cara, pero que proporciona un funcionamiento de precisión en la medición.

De las tres cámaras clasicas, la Rollei 35 T incorpora la estructura de diafragma más sofisticada: de seis palas. © Valentín Sama/Albedo

La mecánica de la cámara de Heinz Waaske es realmente única. Por cuestión de espacio, resultaba totalmente imposible montar el obturador en el barrilete del objetivo. Por ello, decidió ubicar una parte del mismo en el barrilete y la otra parte en el cuerpo de la cámara. Al extender el tubo del barrilete ambas partes acopan entre si, y por eso resulta tan importante la secuencia de operaciones antes descrita, para evitar averías. Igualmente, y para reducir volumen, la rueda dentada para el arrastre de la película es de cinco dientes, en lugar de ocho.

«Todo metal / Todo mecánico»: La Rollei 35 T es un alarde de compleja mecánica. Aparte de los detalles del interior del dorso, obsérvese el mecanismo asociado al conjunto del objetivo-obturador retráctil. © Valentín Sama/Albedo

Rollei 35: una epopeya 

La historia del diseño y desarrollo de la Rollei 35 es de epopeya. Heinz Waaske, que trabajaba en Wirgin, creó el diseño y los primeros prototipos en su tiempo libre, en Wirgin. Cuando mostró el resultado a su jefe, Heinrich Wirgin, este le trató con desprecio y le acusó de «robar» tiempo y recursos a la empresa, al tiempo que le comunicaba que ya había decidido el cese en la producción de cámaras por parte de dicha empresa.

Heinz Waaske, con un prototipo de su cámara en las manos. © Rollei

Heinz Waaske, que quedó sin empleo, ofreció su prototipo –sin éxito– a Leitz y Kodak, y entró a trabajar, en 1965, en Francke & Heidecke (fabricante de Rollei). Un día, el director de la firma, Dr. Peesel, ve casualmente el prototipo de Waaske… y el resto es historia. De una primera tanda de 50 cámaras, para pruebas, se fabrican 200 para demostraciones. A partir de ahí, durante el primer año de producción ya se hacían y vendían 1.000 al mes. En 30 años se fabricaron y vendieron dos millones de unidades. Los norteamericanos dirían: ¡eat your heart out, Wirgin, Leitz and Kodak!

Minox 35 

Cuatro Photokinas después (6) de la presentación de la Rollei 35, en 1974, Minox –hasta ese momento fabricante de cámaras subminiatura para negativos de 8x11mm– planta cara a Rollei presentando su Minox 35 EL, una cámara también para formato 24x36mm sobre película de 35 mm.

Minox 35 en versión GT-E en posición cerrada. © Valentín Sama/Albedo 

Con la primera Minox 35 EL, gracias a la utilización del nuevo material de la firma Bayer, el “Makrolon” (7), los ingenieros responsables de su desarrollo consiguieron rebajar en aproximadamente un 33% el peso de la Rollei 35. De los 319 gramos para una Rollei 35 T (346 para una Rollei 35 S con Sonnar 40 mm f/2,8) a los 200 gramos de la Minox 35 GT, ambas con pilas, en orden de marcha, pero sin película. La Minox –que aquí mostramos en la evolución 35 GT-E, es también más pequeña –101 x 62,5 x 35,5 mm– y sigue siendo a día de hoy la más pequeña y ligera cámara de 24 x36 mm dotada de ajustes.

Minox 35 GT-E, lista para el disparo. Todo el frontal del objetivo MC Minotar 35 mm f/2,8 y de la célula CdS de medición va cubierto por un filtro ultravioleta que nos deja entrever el diafragma con forma de apertura romboide. © Valentín Sama/Albedo

La arquitectura de la Minox 35 es muy particular y podríamos decir como la de «una folding para 35 mm», pero sin fuelle. Al abrir la tapa frontal, hacia abajo, encaja en posición y hace que salga de su posición retraída el objetivo MC Minotar 35 mm f/2,8, que va cubierto de forma permanente con un filtro UV multirrevestido, lo que facilita mucho una eventual limpieza. El enfoque es por estimación, y la escala ofrece indicaciones para infinito, 10 m, 5 m, 3 m, 2 m, 1,5 m, 1,2 m, 1 m, 0,9 m, 0,8 m y 0,7 m.

Todo pequeño pero refinado: temporizador para autodisparador, control de baterías, compensador 2x para contraluces, cuentafotos, y chivato para indicación de obturador armado (punto rojo junto al disparador). Enfoque por estimación, ajuste de aberturas de diafragma –la cámara opera en automatismo de prioridad a la abertura– y escala de profundidad de campo (en rojo). © Valentín Sama/Albedo

La escala de profundidad de campo, muestra marcas para todos los valores de abertura de diafragma de f/2,8 a f/16, con indicaciones para f/5,6, f/11 y f/16 y puntos para el resto. El diafragma –de f/2,8 a f/16– es sin clics y resulta bastante difícil de ajustar por su posición y poco resalte. Ofrece una forma de abertura bastante pobre, ya que al ser de solo dos palas es en forma de una suerte de rombo. La Minox 35 GT-E opera en modo «A», esto es, en automatismo de preselección de abertura de diafragma: seleccionamos un valor de abertura y la cámara ajusta el tiempo de exposición. En el visor óptico, con marcos luminosos, una aguja galvanométrica nos indicará –a la derecha– ese tiempo de exposición del obturador central electrónico. Si bien la gama indicada va desde 1/500 de segundo a 1/30 de segundo, la Minox 35 GT-E puede dar tiempos de varios segundos, dependiendo del valor ISO de la película, que puede ajustarse de 25 a 1.600 ISO en ajustes de un tercio. El dial para ese ajuste se ubica en la parte inferior.

El ajuste de sensibilidades de película es mucho más completo en esta 35 GT-E que el modelo original y se deja manejar con facilidad © Valentín Sama/Albedo 

Otros refinamientos de la 35 GT-E son un compensador para contraluces 2X (un punto más) , un autodisparador, un comprobador de baterías, rosca para cable disparador y zapata para flash con contacto central. La Minox 35 GT-E corre hoy día con dos pilas de litio de tipo 2 x CR 1/3N 3 V o una SPX27 de seis voltios en óxido de plata. El disparo es muy suave y el avance, de recorrido –mediante palanca– muy corto, lo que facilita un rápido manejo.

Vista posterior: comparada con el «barullo» habitual en las digitales, casi decepciona… 

… y abierta, lista para la carga de la película: destaca el plano focal metálico y lo delgado de la carcasa posterior, solo posible gracias a la fibra «Makrolon» de Bayer. Ambas © Valentín Sama/Albedo

Olympus XA 

El ingeniero y genio de Olympus, Yoshihisa Maitani y su equipo de trabajo, creadores de las PEN originales y de la serie OM, presentaron en 1979 una cámara compacta para 24 x 36 mm para batir en prestaciones, portabilidad y operatibilidad tanto a las Minox 35 como las Rollei 35: la Olympus XA. La Olympus XA ofrecía aquello que era la carencia más flagrante de sus competidoras: un telémetro acoplado de coincidencia al «estilo Leica».

© Valentín Sama/Albedo

A pesar de su corta base física, el telémetro de la XA ofrece precisión más que suficiente para el objetivo F. Zuiko 35 mm f/2,8: no os dejéis engañar por aquellos que digan «que es poco preciso»…simplemente hay que tener tacto fino y experiencia en este tipo de enfoque. Ese telémetro ofrece una operatibilidad real a plena abertura de f/2,8 y en las distancias cortas del entorno de los 85 cm a 1,5 metros que no pueden ofrecer sus competidoras clásicas de ninguna manera.

A cambio de eso, la Olympus XA es un poquito más gruesa que la Minox 35 GT-E: 40 mm frente a 35,5 mm, pero no más grande en general, con 102 mm de ancho y 64,5 mm de alto. El peso, gracias al cuerpo de policarbonato, es muy ligero: 220 gramos en orden de marcha. El sistema de exposición de la Olympus XA es similar al de la Minox 35 GT-E: automático con prioridad de abertura, pero las indicaciones de la aguja galvanométrica en el interior del visor –también de marcos luminosos– son mucho más detalladas. Los ajustes van de 25 a 800 ASA, con ajustes de tercio en tercio de punto. El diafragma ofrece ajustes de f/2,8 a f/22 y es de sólo dos palas, para una abertura un tanto simple, de forma cuadrada. Luego veremos la razón por la que el valor de f/5,6 va marcado en rojo.

En la parte inferior, una original palanca nos ofrece posiciones para un compensador de exposición +1,5 x (para contraluces), comprobador de baterías y autodisparador. Para este último ajuste, la posición de la palanca hace de «pata» para estabilizar la cámara sobre una superficie plana. ¡Muy ingenioso! © Valentín Sama/Albedo

El recorrido de la escala de distancias de enfoque –acoplada con el telémetro de coincidencia– es muy corto debido al enfoque interno. Ajustando el valor de abertura de diafragma en f/5,6 (marcado en rojo) y la escala de distancias en 3 metros, igualmente marcado en rojo, llevamos la Olympus XA ajustada a hiperfocal tan pronto descorramos la cubierta deslizante que hace las veces de conmutador On/Off. © Valentín Sama/Albedo

El disparo es el más suave de las tres cámaras de nuevo gracias a un detalle de ingenio: el disparador rojo no tiene recorrido, sino que está realizado en un polímero que aumenta su conductividad eléctrica por la presión: al aumentar esta por el apoyo de nuestro dedo se produce el disparo con un mínimo de trepidación. No es menos cierto que –por eso mismo– se produce algún disparo indeseado durante el manejo de la XA. El avance de la película es por rueda dentada, al estilo de las primera PEN.
 
He dejado el objetivo para el final, pues no tiene nada de común. El F.Zuiko 35 mm f/2,8 está compuesto por seis lentes en cinco grupos –un esquema 6/5 frente al 4/3 del Tessar y el Minotar, el 3/3 de la Pentax 17 o el de 5 de la Rollei 35 AF– y es de enfoque interno.

En este esquema de retrofoco invertido del F. Zuiko de la Olympus XA, la lente frontal – más pequeña– queda a la izquierda. © Olympus Corp.

Se trata –pienso– de la primera vez que se empleó un sistema de retrofoco invertido. Esto es: estamos ante un granangular retrofoco, pero «montado al revés». Si lo observamos al cargar la película, veremos que la lente de mayor diámetro va hacia atrás, hacia la película. (8)

Abierta, la Olympus XA nos deja ver intimidades interesantes: la lente posterior del objetivo, de Ø mayor que la frontal, las astutas protecciones antirreflejos de la cámara oscura, y lo bien dimensionada placa de presión que va sobre un dorso de metal, que contrasta con el policarbonato de la cámara. © Valentín Sama/Albedo 

Esa argucia permitió hacer la cámara lo más delgada posible, a pesar de llevar una tapadera corredera que protege el objetivo y hace de interruptor On/Off. Debido al enfoque interno, para pasar de infinito a la distancia mínima de enfoque de 85 cm el recorrido es extremadamente corto y entre esos ajustes se ofrecen marcas – muy apretadas– para 1 m, 1,5 m y 3 m. La marca de 3 m va en rojo y es el ajuste de hiperfocal… lo adivinaron: para f/5,6.
 
La Olympus XA no dispone de zapata para flash, ya que utiliza los suyos propios y ello con un sistema bastante refinado: se acoplan en un costado mediante una rueda roscada y al colocar la palanca de ajuste de diafragmas en posición de flash, éste se activa automáticamente, se ajusta el obturador para flash y el propio flash ajusta su potencia de forma automática al medir el retorno de luz desde el sujeto. También se puede ajustar para plena potencia. La Olympus XA corre con dos pilas comunes de 1,5v y tipo SR44 o equivalente en óxido de plata.

Un trío de cámaras analógicas de alta calidad, muy compactas, para 24.36 mm. ¿Cual es la más aconsejable? ¿O quizá una de las nuevas «aspirantes»? © Valentín Sama/Albedo

Vamos a comparar algunas características clave y –para los que no lo conozcan– el concepto «capacidad de corte»:

Rollei 35 T:
  • Dimensiones: 97 x 60 x 32 mm para 320 gramos
  • Objetivo: Tessar 40 mm f/3.5 (4 elementos)
  • Enfoque: por estimación
  • Ajustes ISO: 25-1.600
  • Obturación: mecánica, de 1/2 seg a 1/500 seg y «B»
  • Aberturas de diafragma: f/3.5 a f/22
  • «Capacidad de corte»: ISO 1.000
  • Ajuste de exposición: manual
  • Funciona sin pila: Sí
  • Tipo de pila (solo exposímetro): PX625 (exige pila de sustitución)
  • Cuerpo: metálico
  • Precio aproximado: 300€ (usada)
Rollei 35 AF:
  • Dimensiones: 104 x 75 x 56 mm para 242 gramos
  • Objetivo: Rollei lens (5 elementos)
  • Enfoque: AF por Lidar
  • Ajustes ISO: 25-3.200
  • Obturación: electrónica, de 1seg a 1/500 seg y de 2 a 6o seg en «long time»
  • Aberturas de diafragma: f/2.8 a f/16
  • «Capacidad de corte»: ISO 500
  • Ajuste de exposición: «A»
  • Funciona sin pila: No
  • Tipo de pila: CR2
  • Cuerpo: híbrido
  • Flash: incorporado
  • Precio aproximado: 885/914€ (plata/negra; nueva)
Minox GT-E:
  • Dimensiones: 100 x 61 x 34 mm para 190 gramos
  • Objetivo: Minotar 35 mm f/2.8 (4 elementos)
  • Enfoque: por estimación
  • Ajustes ISO: 25-3.200
  • Obturación: electrónica, de 30 seg a 1/500 seg
  • Aberturas de diafragma: f/2.8 a f/16
  • «Capacidad de corte»: ISO 500
  • Ajuste de exposición: «A»
  • Funciona sin pila: No
  • Tipo de pila: 2 x CR 1/3N
  • Cuerpo: fibra Makrolon (plano focal metálico)
  • Flash: accesorio
  • Precio aproximado: 175/250€ (usada)
Olympus XA:
  • Dimensiones: 102 x 64,5 x 40 mm para 190 gramos
  • Objetivo: F. Zuiko 35 mm f/2.8 (6 elementos)
  • Enfoque: por telémetro de coincidencia
  • Ajustes ISO: 25-800
  • Obturación: electrónica, de 10 seg a 1/500 seg
  • Aberturas de diafragma: f/2.8 a f/22
  • «Capacidad de corte»: ISO 1.000
  • Ajuste de exposición: «A»
  • Funciona sin pila: No
  • Tipo de pila: 2 x SR 44
  • Cuerpo: Policarbonato y dorso metálico
  • Flash: accesorio
  • Precio aproximado: 170/200€ (usada)
Pentax 17:
  • Dimensiones: 127 x 78 x 52 mm para 290 gramos
  • Objetivo: HD Pentax HF 25 mm f/3.5 (3 elementos)
  • Enfoque: por zonas (motorizado)
  • Ajustes ISO: 50-3.200
  • Obturación: electrónica, de 4 seg a 1/350 seg
  • Aberturas de diafragma: f/3.5 a f/16
  • «Capacidad de corte»: ISO 350
  • Ajuste de exposición: automática; con «modos creativos»
  • Funciona sin pila: No
  • Tipo de pila: CR2
  • Cuerpo: Policarbonato
  • Flash: incorporado
  • Precio aproximado: 550 € (nueva)
Personalmente acuñé el término «capacidad de corte» (de la exposición) hacia 1990, para tratar un tema ya «oculto» en las cámaras compactas fílmicas de la época: los sistemas de exposición de muchas de ellas eran incapaces de evitar sobreexposición en escenas soleadas para algunos de los valores de sensibilidad de las películas que sí que admitían. Sólo la gran latitud de exposición de algunos tipos de película –las negativas en color–  evitaban el desastre. Todo esto lo explico con detalle en mi análisis de la Pentax 17, que ofrece una «capacidad de corte» especialmente pobre.

«Tres más dos» cámaras compactas en formato 135: conclusiones 

Pienso que a través de todo lo reflejado en nuestro análisis de cada uno de los modelos, cada usuario podrá tomar una posible decisión de compra y uso. Pero podemos ofrecer una «ayudita» con nuestra opinión personal, pues hemos manejado varias versiones de cada una de las tres cámaras. 

De forma muy resumida: 
• La Rollei 35 T es para los amantes de las cámaras mecánicas y los diseños originales. Quizá la más lenta de usar es por otro lado la que ofrece un «feeling» más analógico. Puede funcionar sin pilas, pero la pila para su exposímetro es ahora relativamente cara y de escasa duración. Su peso en el bolsillo se hace notar. La ergonomía no es ninguna maravilla y no es fácil encontrar unidades limpias, sin abolladuras, ya que se nos cae fácilmente de las manos (de ahí, la uy conveniente correa de muñeca).

• La Minox 35 GT-E es para los que desean la más pequeña, ligera y rápida de usar. No estorba para nada en un bolsillo de chaqueta, ni por forma, ni volumen ni por el peso. Es totalmente dependiente de pilas no siempre fáciles de localizar. En nuestra experiencia, y a pesar de las bien probadas virtudes del Makrolon, es la más frágil. Sobre todo la palanca para el rebobinado.

• La Olympus XA, es –bajo mi punto de vista– la más completa de las clásicas. Su telémetro de coincidencia ofrece una precisión y operatibilidad a distancias cortas que la coloca en una categoría aparte de las otras dos. Su objetivo, muy nítido, adolece de más viñeteo –hasta f/5,6-8– que el de las Minox 35 GT-E y Rollei 35-T. No funciona sin pilas, pero las SR-44 utilizadas son comunes y corrientes. La junta de goma de la bisagra de la tapa, si envejecida,  puede requerir atención, pero es fácil de sustituir.

Quizá, comentar que las Rollei 35 T, Rollei 35 AF y Minox 35 GT-E son un poco más incómodas para la carga y la descarga de película, ya que al hacerlo nos encontramos en las manos con un dorso separado…
  • La Rollei 35 AF representa la «tentación natural» para los admiradores de la Rollei 35 original. El AF por Lidar ofrece –sobre el papel– un buen aprovechamiento a plena apertura del diafragma a las distancias mínimas de enfoque, en lo que superaría tanto a la Rollei 35 original como a las Minox, pero no a la XA de Olympus. Sin embargo, en la situación actual parece ser un producto poco madurado, falto de una buena tanda de pruebas beta.
  • Por sus características de formato, la Pentax 17 se apartaría un tanto de esta comparativa, salvo que busquemos precisamente ese formato de 17 x 24 mm y una estética algo distinta... Pero es relativamente grande –la más grande de las cinco– pese a ofrecer un «formato mitad»...
Así pues, finalmente: ¿optaríamos por las ventajas de una garantía de 2 años para un producto nuevo, o nos arriesgamos y compramos un producto usado original que nos cuesta –si nada se rompe– entre dos y tres veces menos y que además es un trocito de historia original?
También, puestos ya... ¡podemos gastarnos el doble de una Rollei 35 AF y comprarnos una Leica CL!
Con un Summicron C 40 mm f/2 y medición TTL.

© Valentín Sama
Llamadme loco, sí...
La decisión final como siempre, es un dilema que sólo puede resolver cada usuario.

Por razones técnicas los eventuales comentarios no deben exceder en extensión las 500/600 palabras. Todos los comentarios están sujetos a moderación.

(3) Evidentemente no se trata de estudiar todas las alternativas, y se han dejado fuera cámaras como la Olympus Mju II –por no encajar– en el perfil y las Contax T y Yashica T4 (ambas de Kyocera), por el alto precio y menor fiabilidad actual.
(4) El incentivo de las nuevas cámaras radicaría, en parte, en la garantía ofrecida por el fabricante, al tratarse de un «producto nuevo».
(5)  Mal llamado hoy día «formato completo» o «full frame»
(6) Ocho años... 
(7) El «Makrolon» es un composite de la firma Bayer, que combina policarbonato y fibra de vidrio. Es utilizado también en las carcasas de los prismáticos Steiner. 
(8) Las Fujilm X100 han seguido este esquema de Olympus muchos años después. Igualmente, Canon «se inspiró» –unos 39 años después de la XA– en dicho diseño para alguno de sus nuevos objetivos para sus «sin espejo», y más concretamente en el Canon RF 35 mm f/1.8 Macro IS STM

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Nostalgia por el Kodachrome?

En el año 1935 se presentó el Kodachrome 135-36 y en el año 1936 la Kine Exakta, la primera SLR para película de 35 mm ¡Buenas añadas! © Valentín Sama (*) Todo lo que necesitas conocer acerca del Kodachrome, incluyendo algunas cosas que –quizá– te contaron mal... Los orígenes El escenario es una avenida de la ciudad de Nueva York, en un anochecer de 1917 . Leopold Mannes y Leopold Godowsky Jr. salen de visionar en un cine el filme «Our Navy» , y se lamentan de la pobre «reproducción de color» –si es que se le puede llamar así– que ofrece el sistema de proyección «Prisma», similar al «Kinemacolor», que se fundamenta en un dispositivo bastante burdo, de filtros aditivos rotativos frente al objetivo del proyector. La realidad es que, a la sazón no existe ninguna película en color «tripack» viable. Algo une a los dos Leopoldos además de su nombre: ambos son músicos profesionales, y acostumbran a dar recitales, de violín y piano, Godowsky y Mannes, respectivamente. Pero hay algo más: los

Leica SL3: presentación y prueba

Leica anuncia –en este mismo momento– su modelo SL3 , perteneciente a su gama de cámaras sin espejo para formato Barnack dotadas de montura «L» y visor electrónico. Tal como era de esperar, monta el sensor BSI de 60 Mpx a color y triple resolución (60/36/18 Mpx.) ya experimentado en las M11, M11-P y Q3. He podido disponer de una unidad de la cámara unos pocos días antes de su presentación (1), y así, a continuación van mis impresiones de manejo y resultados de la más reciente versión de esta serie. © Valentín Sama No todos los días se estrena una Leica SL3... vídeo de arranque, en el monitor posterior, de una unidad © Valentín Sama Dos momentos de la presentación ayer tarde de la SL3 en Madrid © Valentín Sama Primeramente, una respuesta rápida a la pregunta más repetida: ¿en qué se diferencia la SL3 de la SL2, además de en su sensor? Nada mejor para ello que una tabla muy visual. © Leica Si tuviésemos que expresarlo muy brevemente diríamos: ¡«más potente, más rápida, más ligera»! A s

«Pentax 17»: algún detalle que no te han contado

Los artículos sobre la nueva cámara para medio formato sobre película,  Pentax 17 , abundan, y aunque la mayoría son meras transcripciones de la nota de prensa, hay incluso alguna apresurada «review» ya publicada. Personalmente ya aventuré alguna opinión antes de su lanzamiento , pero ahora, veo que resulta conveniente avanzar algunos detalles que parece que tanto a Pentax como a esos primeros «desembaladores» y «probadores» de la cámara se les han pasado por alto . Y pueden tener su importancia... veamos. Nada de codificación DX © Ricoh Pentax Atentos a esos dos diales... © Ricoh Pentax  La Pentax 17 permite a sus usuarios seleccionar manualmente el ajuste ISO de la película a utilizar, o quizá debiéramos decir «exige» , ya que no incorpora lectura de los códigos DX de los chasis de película. Ello no es ni bueno ni malo, y de hecho ofrece alguna posibilidad (1) para usuarios avanzados, aunque ese no sea «el grupo objetivo» de esta camarita. Los ajustes ISO que se pueden introducir