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Leica Monopan 50: primeros resultados

La nueva película Leica Monopan 50, ya ha comenzado a comercializarse, y aunque ya se ha hablado extensamente de ella, y desde este mismo medio ya os avancé –en primicia– (1) que muy probablemente podría tratarse de una ADOX HR-50 «rebranded», y sin que ello –de ser cierto– detraiga un ápice del indudable interés de su introducción, quizá haya llegado el momento para profundizar un poco más, dentro de lo posible, en esta película negativa en blanco y negro de sensibilización «superpancromática».
He podido disponer anticipadamente a su comercialización –por distintas fuentes– de una pequeña cantidad de material y así os puedo ofrecer ya unos primeros resultados.

© Valentín Sama

 Veamos, de nuevo, la curva de sensibilidad espectral ofrecida por Leica en su hoja técnica, abajo:


© Leica


Tal como podemos deducir a partir del gráfico de más arriba, la Leica Monopan 50 puede «ver» o al menos «asomarse» al infrarrojo cercano.

© Leica

De hecho, merced a ese súper-pancromatismo, desde Leica se propone a esta emulsión como muy adecuada para «jugar» con los filtros tradicionales para fotografía monocroma, e incluso como película infrarroja.

© Valentín Sama

En efecto: una emulsión súper-pancromática, como la nueva MONOPAN 50, puede dar mucho juego si «capamos» selectivamente determinadas de las longitudes de onda a las que es sensible, mediante filtros de color. Leica propone principalmente el amarillo, verde, y naranja (arriba), evitando el rojo, entiendo que por producir este último algo de «focus shift» con las ópticas. No obstante, los más expertos utilizarán no sólo el rojo, sino que se atreverán también con uno infrarrojo, tal como el que cubre el Summicron 5 cm f/2 de la Leica M3, a fin de explorar ese potencial IR de la Monopan 50; basta compensar ligeramente el foco y todavía algunos objetivos llevan la marca correspondiente.

¿Quién eres, Leica Monopan 50?

Se ha desatado una muy natural discusión acerca de si la Leica Monopan 50 es una ADOX HR-50 o por el contrario una versión «tuneada» para Leica por algún otro fabricante germano... o por la propia ADOX, que muy probablemente, por su parte, se sirve de una Aviphot de Agfa-Gevaert.
Tanto Leica como ADOX coinciden en que su película ofrece grano extremadamente fino y alta capacidad de resolución: de hasta 280 pl/mm para un sujeto de contraste 1000:1. (2)

© Leica

Así que, para empezar, un poco de repaso –lo imprescindible– sobre emulsiones fotográficas negativas en blanco y negro y su disponibilidad comercial.

Una y otra vez...

Cada vez que surge una nueva emulsión que pueda derivarse de uno de los –pocos– stocks disponibles por parte de los únicos fabricantes que conservan todavía un tren de emulsionado activo, (3) se habla de la posibilidad de que esa «nueva» emulsión pueda –a demanda– «tunearse» según especificaciones del comparador que la va a comercializar bajo su propia marca.
Pues bien, puedo avanzar que esa posibilidad es extraordinariamente cercana a... cero.
De hecho, ya publiqué un artículo que puede arrojar un poco de luz sobre el tema.

Voy a dar algunas razones, siempre desde mi subjetivo punto de vista:
  • Capa antihalo. Hablamos de una capa inerte químicamente (al menos debiera serlo...), a modo de «terciopelo negro» que tiene que ir ubicada en la región más profunda, en principio justo antes del soporte. (4). Eso sí: tiene que disolverse, sin dejar ni rastro una vez cumplida su misión de evitar rebotes «hacia arriba» puntos luminosos intensos presentes en la escena. Sin embargo esta aparentemente sencilla capa está generando problemas de producción a más de un fabricante, entre ellos a Harman para sus Phoenix; pero no sólo a ellos, también a Foma y otros, dependiendo en ocasiones del formato; 120 o 35 mm...
  • Estructura y equilibrio. El resto de la estructura de una película es un equilibrio predeterminado: no podemos hacer una capa más gruesa sin alterar ese equilibrio. ¿Añadir más plata? ¿Usar un tipo de grano distinto? Estaríamos hablando de otra película diferente. Otra sensibilidad y otros tiempos de revelado. (5) 
  • Sensibilizadores cromáticos. ¿Podríamos variar los sensibilizadores para influir en su respuesta, bien sea pancromática bien superpancromática? En ese terreno veo un ligerísimo resquicio de intervención. Muy ligero, puesto que la distinta respuesta cromática podría influir en el índice de exposición al que pudiésemos exponer, dependiendo de la naturaleza del sujeto: su color, por ejemplo. Pero podría hacerse –entiendo que muy sutilmente– sin grandes dislates.
  • Coloración de la base. Esto no representa mayor problema: se puede añadir un colorante gris a la base para minimizar el fenómeno de «light piping» que hace que fácilmente aparezcan veladuras en los primeros fotogramas de un rollo comercial de 35 mm, debido a las características de determinados soportes, como puede ser el caso del poliéster. En el caso de la ADOX HR-50 el soporte es de la familia de los poliésteres, un PET de 0,1 mm (6), absolutamente claro, sin tintado alguno y hay que andarse con mucho cuidado a la hora de cargar y descargar los rollos, e igual cuidado debieran tener los responsables de los laboratorios de procesado. En la hoja técnica de la Leica Monopan 50 muy acertadamente se hace hincapié en esos aspectos.

En la práctica, aún la más mínima variación en la producción –de ser posible– dependería de la cantidad de película «tuneada» que estuviese dispuesta a adquirir esa empresa para vender bajo su marca. Y son cantidades ingentes. Ese ajuste podría ser de control de calidad en el sentido de números de emulsión escogidos, por su fidelidad al ISO nominal, contraste y respuesta cromática: lo que en tiempos definía a una película como «profesional».

Quedaría el envasado, esto es, la carga de la película en los chasis de 35 mm o el bobinado en rollos 120, y el consiguiente acabado en sus cajitas de cartón, que requiere de una maquinaria complejísima de la que pocas firmas –aún siendo fabricantes de película– disponen. (7)

Ese aspecto puede analizarse en el siguiente vídeo de Ilford, desde aproximadamente el minuto ocho.
Y aquí viene lo interesante... 

Leica Monopan 50 y su chasis: notables diferencias

Por una intuición, he decidido realizar un poco de «trabajo forense» sobre el chasis de una Leica Monopan 50. Y os lo avanzo: hay más de una sorpresa.
El grosor de –por ejemplo– un chasis de un Ilford PAN-F es de 24,48 mm y el de un ADOX HR-50, de 24,46 mm, prácticamente idéntico.
Pues bien el propio de una Leica Monopan 50 es de 24,07 mm: una diferencia proporcionalmente apreciable. Y ello podría no deberse a una banalidad.

© Valentín Sama

Algunos muy expertos usuarios y coleccionistas de Leica, han experimentado dificultad para extraer de sus cámaras de modelos más antiguos (Leica I, de 1925) algún chasis de película actual –de Ilford y Kodak– y ello probablemente debido al grosor de esos chasis, ahora normalizados. No puedo sino pensar que –quizá, sólo quizá– que ese «adelgazamiento» de casi medio milímetro para los chasis de la Leica Monopan 50 tenga alguna relación con ello.

Pero hay más detalles que separan el chasis de la Leica Monopan 50 de otros examinados.
Uno de ellos es el «gap», el «apriete» de los labios de terciopelo por los que discurre la película: es mucho más firme, más estrecho. (*) Seguro que se trata de algo relacionado, por un lado con el menor espesor de la base de la película, y por otro con la intención de minimizar el riesgo de «light piping».
¿Hay más cosas? Pues sí, y para descubrirlas he desmantelado tanto un chasis de la Leica Monopan 50 como uno de la ADOX HR 50.

Para lo que sigue, asumo tanto que mis propias mediciones adolecerán de ciertas tolerancias, como que éstas pueden variar de una tanda de producción a otra.

Analicemos primero los juegos entre el eje de la bobina y el y el orificio en el que gira (las tapas del chasis).

Leica Monopan 50:
  • Ø eje = 11,11 mm
  • Ø orificio = 11,19 mm

ADOX HR-50:

  • Ø eje = 11,08 mm
  • Ø orificio = 11,50 mm
A continuación , vamos a medir las bobinas en sentido longitudinal entre las dos «plataformas» circulares que «abrazan» la película:
  • Leica Monopan 50: 37,44 mm
  • ADOX HR-50: 36,90 mm
Ello significa que los juegos longitudinales entre bobina y chasis son también menores.
Siendo puristas, todo lo anterior supone, por un lado que el chasis de Leica ofrece mejor protección contra la entrada de luz parásita, polvo, humedad, etc., y por otro lado que también ofrecerá un arrastre más fino, más preciso. No es menos cierto que –debido a todo lo citado– también «corre más duro», lo cual –en mi experiencia– no genera mala sensación.

«El diablo está en los pequeños detalles». Cosas que explican diferencias de precios. A la derecha, la bobina de la Leica Monopan 50, a la izquierda la de la ADOX HR-50. © Valentín Sama

Volviendo a ese algo más de medio milímetro de «largo» de las bobinas...
Si miramos con detalle, en la imagen de arriba, la de la Monopan 50 tiene –en los dos extremos– una suerte de reborde circular doble, texturado, a modo de «baffles» adicionales contra la entrada de luz y polvo. Ahí radica la diferencia. Por el momento, ignoro la posible función del ranurado interior...
Ya en el interior de la bobina, veríamos que los sistemas de enganche de la película son distintos.
(*) El material del terciopelo de estanqueidad a la luz es también diferente.

Podemos ver que los juegos, las tolerancias, son notablemente menores en el producto de Leica respecto al de ADOX.
Como curiosidad, he podido comprobar –y no es necesariamente malo– que los rollos ADOX HR-50 están bobinados sobre chasis de Fortecolor SP 100, recubiertos con la pegatina consiguiente. Algo que ya hicieron con su «Color Mission».

En conclusión: el chasis empleado para la Leica Monopan 50 es de un nivel de calidad, ajuste y terminación muy superior a lo estándar, y es –evidentemente– un encargo especial.

Una vez decididos a encargar un chasis compatible, pero de dimensiones, tolerancias y calidad especial, con todo lo que eso conlleva económica y logísticamente, ¿podría encargar Leica una tanda especial de película tuneada a su demanda? Pues la respuesta sólo la tienen la propia Leica y Agfa Gevaert, productora en teoría del stock Aviphot (8) del que se derivaría la propia ADOX HR-50, y por ende, ADOX. De nuevo, esa posibilidad la veo cercana... a cero. Pero como todo es posible, existe una forma de aproximarnos a la verdad. O al menos a «un atisbo de esa verdad». Como ya podíais imaginar a estas alturas de este post, no sólo vamos a realizar las tradicionales tomas de campo sino que, también... ¡vamos a hacer una rápida pero rigurosa comparativa entre muestras de la Leica Monopan 50 y de la ADOX HR-50! Y quizá añadamos alguna otra participante...


Sobre el terreno

Presentación

Ya en la mano, la presentación de la Leica Monopan 50, es –tal como cabía esperar– exquisita. Al margen de la estética de las cajas, que las hace inevitablemente coleccionables, el cartoncillo y las serigrafías son de la más alta calidad, así como el ya citado acabado de los chasis, con su alto brillo que emula al «Leica black paint» con la muy cuidada serigrafía de su recubrimiento. Ahí, Leica no se ha dejado pillar los dedos: la calidad es «Leicalike» por nimios que parezcan esos detalles.
Los chasis no están codificados DX, lo cual tiene su lógica, y por alguna razón difícil de explicar –¿oscura, quizá?– me complace.

© Valentín Sama

Con ISO 50 frente al Mundo

Para los «fotógrafos digitales», que no sólo pueden variar el ajuste ISO en cualquier momento de una sesión, sino llegar a subir, sin grandes problemas más allá de IE 6.400, tener que asumir, por 36 tomas, un ajuste fijo de ISO 50, tiene que representar todo un reto. También para los «fotofílmicos» adictos al Tri-X o sus equivalentes de ISO 400.
Resulta interesante leer las recomendaciones de Leica en el interior del embalaje de su película, veamos:

© Valentín Sama
Y no me refiero a las recomendaciones de revelado, sino a las de la exposición: ¡para todas las situaciones se propone un valor de tiempo de obturación de 1/1.000 de segundo, que propicie la máxima apertura de diafragma! Desde luego desde Leica se desea que los usuarios expriman el foco selectivo y el «bokeh» de sus ópticas. Y quizá... ¿también evitar fotos trepidadas en una película de alta resolución  (hasta 280 p/lm) muy exigente en ese sentido?
© Valentín Sama

Leica Monopan 50: los reveladores

Si nos fijamos en «la letra pequeña» de la hoja técnica de la Leica Monopan 50 (abajo) se indica: «los reveladores que no se recomiendan (en la tabla suministrada) son incompatibles y no ofrecen resultados fiables en esta película»

¡Vaya, si son los mismos que recomienda ADOX para su HR-50! Con uno añadido, por parte de Leica: el Kodak XTol. Si ahora, entramos en el detalle, observaremos que los tiempos preconizados por Leica coinciden, en todos los aspectos –tiempo, temperatura, IE y gamma– con los de ADOX para su HR-50.

Ello me ha permitido revelar, en un mismo tanque y en una misma tanda, los rollos de control de la Leica Monopan 50 y la ADOX HR-50, obviando de esa forma posibles variaciones de procesado, por pequeñas que fuesen.

Vamos a revelar... © Valentín Sama

Para las pruebas de campo he utilizado tanto cuerpos de Leica –M3 y M4-P– como también cuerpos Olympus OM-2, utilizados estos últimos también para las tomas de control.


Nota: las imágenes se dejan ampliar haciendo «clic» sobre ellas y se abren en forma de galería.


Tomas de control

He empleado una versión del complejo bodegón habitual que incluye un extenso «rango dinámico» o una amplia «escala tonal». Con luz de descarga de 5.500 K.

En ese montaje tenemos de todo: reflejos especulares (flash de bombilla de magnesio en la Speed Graphic), blanco «roto» (jibias), botes RGB (Kodak), lacas, madera, acero, vidrios, rótulos serigrafiados, y como colorantes naturales –rojo, verde, amarillo, y morado– las verduras y frutas de la derecha, en sombra. No puede faltar la siempre complicada de reproducir caja de laca rusa y –especialmente– la cámara Mercury, con sus brillos, partes de similcuero en sombra y delicadas inscripciones de su peculiar escala de profundidad de campo. Os dejo por descubrir algunos otros objetos peculiares.


Puedo ofrecer una imagen en color, aunque con inevitables y lógicas pequeñas diferencias en los elementos, digamos... ¡fungibles! Cuestión de tiempo de realización de las distintas fases de la prolija prueba...
Por ello, debe tomarse sólo como referencia de color.

Los valores de número F son mediciones puntuales de luz reflejada. © Valentín Sama


Leica Monopan 50. Revelador ADOX HR-DEV. © Valentín Sama



ADOX HR-50. Revelador ADOX HR-DEV. © Valentín Sama

Salvando mínimas tolerancias de digitalización de los negativos, tenemos valores de contraste, gama tonal, y respuesta cromática extraordinariamente similares. 

En la parte más positiva, lo esperado: alta nitidez, grano extremadamente fino. En la más difícil de alcanzar: una gama tonal amplia para la muy exigente diversidad de luminancias. A destacar que –de todos los reveladores probados– ha sido con el citado con el único con el que el contraste de la escena ha resultado manejable.

En lo no tan positivo, tengo reservas en lo que respecta a la traslación a grises de determinados colores: por ejemplo, de los pimientos: el de la izquierda es rojo, y el de la derecha verde...
También en el rótulo de «Agfa», ya que el marco es rojo y el fondo de las letras azul.
Un poco más adelante, pongo un gráfico comparativo de respuesta.

Ilford PAN-F +. Revelador ID-11 1+1. © Valentín Sama

Para hacernos una mejor idea de la respuesta cromática de las distintas películas negativas en blanco y negro, sumo una toma correspondiente con la película de 50 ISO de Ilford, la PAN-F+. Si bien separa aparentemente algo mejor el pimiento rojo del verde, si analizamos la respuesta sobre el rótulo de Agfa, podemos ver que ello se debe a una inferior sensibilidad al rojo, que tiende a fundirse sobre el azul...
 ¿Quién dijo que sensibilizar a los colores un película en blanco y negro fuese fácil?

En todo caso, siempre vienen bien unos gráficos, para ayudar a entender mejor el comportamiento de estas emulsiones. Y en este caso añado valores obtenidos mediante mi cámara de referencia para B/N, una Leica Monochrom Typ 246.
 
© Valentín Sama

© Valentín Sama

En realidad, los dos gráficos se basan en exactamente la misma información. En el primero –de barras– ya podemos apreciar las similitudes de respuesta entre la Leica Monopan 50 y la ADOX HR-50, al tiempo que se dejan ver las importantes diferencias respecto a la Ilford PAN-F+ y la Leica Monochrom, que –salvando diferencias– se aproximan entre sí.

En el segundo, de líneas, podemos apreciar la casi exacta superposición de las líneas de la Leica Monopan 50 y la ADOX HR-50, al tiempo que se aprecia aún más, la distinta respuesta del producto de Ilford, con una notable caída del brillo en la respuesta al rojo y lo contrario para el verde y especialmente para el azul. La PAN-F dejaría ver aquí una cierta herencia ortocromática.
Sin necesidad de volver al principio del artículo, podemos ver que esa mayor sensibilidad de la Leica Monopan 50 al rojo viene ya reflejada en el gráfico espectral ofrecido por la firma (abajo), ligeramente pasados los 700 nm.




Nota: todas las tomas de campo han tenido que ser realizadas «a mano alzada». Es muy probable que –de haberse hecho sobre trípode– la nitidez, ya alta de por sí, fuese mayor.


Olympus Zuiko AUTO-S 50 mm f/1,4 a f/8 Revelador ADOX HR-DEV © Valentín Sama

Con luz de muy primera hora de la mañana y un cielo caliginoso, cargado de partículas de lejanos incendios, la escala tonal y resto de parámetros es más que satisfactoria.

Olympus Zuiko AUTO-S 50 mm f/1,4 a f/5,6-8 Revelador ADOX HR-DEV © Valentín Sama

Una difícil escena a contraluz. Se midió para las sombras y se cerró un punto. Nada que desear en ningún aspecto.

Olympus Zuiko AUTO-S 50 mm f/1,4 a f/4 Revelador ADOX HR-DEV © Valentín Sama

Pared en sombra de una nave abandonada, contra un fondo soleado (a través de la ventana). Medición de luz incidente sobre la pared.


Olympus Zuiko AUTO-S 50 mm f/1,4 a f/5,6-8 Revelador ADOX HR-DEV © Valentín Sama

Magníficas texturas y resolución ofrecidas por la Leica Monopan 50, arrancadas por la luz lateral de primera hora de la mañana. Filtro amarillo para promover algo de entonación de un cielo azul tan caliginoso como el de la primera toma de los viejos depósitos.

Toma de referencia en color.


Olympus Zuiko AUTO-S 50 mm f/1,4 a f/2,8 Revelador ADOX HR-DEV © Valentín Sama



Leica M3. Voigtländer APO-Lanthar 50 mm f/2 a f/5,6-8 Revelador ADOX FX-39 II (*) © Valentín Sama

En esta toma, el contraste está al límite de reproducción de detalles en sombras y luces, ya que el revelador ADOX FX-39 tiene menor capacidad de compensación que el HR-DEV de la misma firma.

Leica M3 Summicron 5 cm f/2 (vintage) a f/8 Revelador ADOX FX-39 II © Valentín Sama


Detalle de la anterior imagen, con una «observadora» inadvertida © Valentín Sama

Leica M3, Summicron 5 cm f/2 a f/2,8 Revelador ADOX FX-39 II © Valentín Sama

Leica M3 Summicron 5 cm f/2 a f/5,6 Revelador ADOX FX-39 II © Valentín Sama

A pesar del revelador y de que calculé la exposición totalmente «a ojo», trabajando el escaneo en «luces y sombras» conseguí la reproducción de la escena exactamente tal como la recordaba. Quiero pensar que en esta situación, la óptica «vintage» trabajó a mi favor.

Edificio semiabandonado. Leica M3, Summicron 5 cm F/2 a f/5,6 Revelador ADOX FX-39 II © Valentín Sama


Olympus S Zuiko 35-70 mm f/3,5-4,5 a 35 mm y f/4 con primeras luces de la mañana. Cielo caliginoso. Revelador ADOX HR-DEV © Valentín Sama

Quedaba por explorar ese potencial «voyeur IR» de la Leica Monopan 50 y puedo asegurar que no me ha defraudado en absoluto y es un terreno clarament a trabajar, con distintos grados de filtro.

Filtro IR. Voigtländer Color-Skopar 28mm f/2,8 ASPH. a f/3,5 © Valentín Sama



Filtro IR. Voigtländer Color-Skopar 28mm f/2,8 ASPH. a f/5,6 © Valentín Sama

De una forma u otra, creo que, conocer de antemano lo que se puede esperar de la Monopan 50 de Leica, hizo que me haya decantado, para estas primeras tomas por sujetos mayoritariamente arquitectónicos.

Leica Monopan 50: acerca de la base

El soporte de la Leica Monopan 50 es –anunciado y medido– PET de 0,1 mm de grosor, y sin coloración añadida. Eso lo hace extremadamente transparente, lo que incrementa la sensación visual del contraste de la imagen, ya alto de por sí con la mayor parte de los reveladores preconizados.
Esa ausencia de coloración hace que sea conveniente tomar las máximas precauciones al manipular los chasis con la película –carga, descarga, laboratorio– por el riesgo de «light piping» longitudinal a lo largo de la punta de la película hacia dentro; se impone, más que nunca, hacerlo bajo luz tenue en lo posible. Esto no es exclusivo de la Monopan 50 siendo común a todas las películas con soporte PET (poliéster) sin tintado en la base, incluyendo la ADOX HR-50.

Un caso de «light piping» hasta el tercer fotograma, a pesar de haberse cargado la película en luz atenuada. En este caso, no grave, al no afectar al área de la imagen. Si nuestras primeras tomas de cada rollo de película intuimos que van a ser importantes, recomiendo avanzar un par de fotogramas más en blanco. © Valentín Sama 

A diferencia de la Leica Monopan 50, la Ilford PAN-F+, incorpora tintado en la base. © Valentín Sama

Lo del grosor del soporte es algo a tener en cuenta cautelarmente, al ser algo inferior a los 0,125 mm más habituales para las películas de 35 mm. La profundidad de foco (9), es crítica con las grandes aperturas máximas de las ópticas más luminosas, especialmente las angulares y en ajuste a infinito. Carezco de datos de cómo de profundo es el «túnel» por el que discurre la película en los distintos modelos de las fílmicas de Leica, el «túnel» conformado por el plano focal y la placa de presión. Este es un tema del que rara vez se habla, pero los más veteranos recordarán aquella Contax RTS III de Kyocera que incorporaba un sistema de vacío para adherir a la película al plano focal durante el disparo... (10) Estaremos vigilantes.

Leica Monopan 50: conclusiones

La Leica Monopan 50 es –como punto de partida– una emulsión de alto contraste, muy alta capacidad de resolución y grano extremadamente fino. El superpancromatismo le añade un toque exótico y amplias oportunidades de experimentación con filtros.
En las pruebas que he podido realizar hasta la fecha, su latitud de exposición me ha parecido crítica, así como la propia latitud de revelado. En realidad nada que nos pueda sorprender a los que –en su momento– trabajábamos ya en el entorno del año 1980 con la Technical Pan y su revelador Technidol.

¿Alguien en la sala se acuerda de la Technical Pan? Pues bien, tanto la Leica Monopan 50 como la ADOX HR-50 me traen recuerdos de aquella emulsión con la que –cuidadosamente procesada– se conseguía el equivalente a «dos saltos de formato»: de 24 x 36 mm a 4x5 pulgadas. Pero sólo a IE 12-25 © Valentín Sama

De entre los reveladores probados (11) el que mejores resultados me ha ofrecido, para mis gustos personales, es el propio ADOX HR-DEV aunque algunos resultados con uno de los «no recomendados», el Rodinal, me ha sugerido que se trata de una interesante vía a experimentar.
Hay que tener en cuenta que el HR-DEV es muy exigente, y para los mejores y más repetibles resultados debe prepararse con agua destilada. (12)

Una observación: tanto con la Leica Monopan 50 como con la ADOX HR-50, entiendo que la capa antihalo se disuelve con el revelador, mostrando –tras el mismo– una coloración rojiza (abajo).

© Valentín Sama

Tras el fijado he observado, además, una ligerísima coloración azulada al vaciar el mismo. Ello me lleva a sugerir no utilizar fijadores muy usados ni por tiempos demasiado cortos: algo más que sales de plata sin exponer se está «limpiando» durante el fijado.

A la vista de todo lo anterior, me pregunto cuántos de los futuros usuarios de la Leica Monopan 50 revelarán ellos mismos sus rollos, y qué resultados se obtendrán a partir de revelados comerciales en tandas automáticas. Claro que la compatibilidad anunciada con el revelador Ilford DDX puede ser un indicativo favorable, ya que se trata de un revelador de espectro bastante amplio.

© Valentín Sama

Para los revelados, he empleado mis fieles tanques de acero inoxidable, que me facilitan un mantenimiento muy estable de la temperatura durante el proceso, por inmersión en «baño de María».
 
La película Leica Monopan 50 deja ver su origen como «emulsión técnica» a través de su fuerte carácter. Un carácter que se me antoja no tan fácil de dominar. Y quizá ahí radique parte de su atractivo. No la veo como una película para «diletantes». Es una suerte de «Doctor Jekill y Mister Hyde», un producto desafiante; en cierta forma como las mismas cámaras Leica telemétricas.
Desde mi punto de vista, una de las razones de Leica para introducir este producto en su catálogo, podría ser recordar que en el mismo, figuran nada menos que tres modelos de cámara fílmica, las Leica M6, M-A y MP, y que  Leica ha sido la única firma en tener en producción cámaras para película, desde... sí: ¡hace 100 años!

Leica Monopan 50: disponibilidad y precios

La Leica Monopan 50 está disponible en España desde el pasado día 22 de agosto en establecimientos especializados tales como Fotocasión y en la propia Leicastore de Madrid, a un precio de 12 €, aunque asombrosamente la he visto marcada en alguna otra tienda, de Barcelona, a casi 17 €.
La película Ilford PAN-F+ se comercializa a un precio de 12,20 € el rollo 135-36.
Por su parte, la película ADOX HR-50 no se comercializa en las tiendas físicas especializadas de España, y tampoco la he localizado en mi último barrido de las online; si se decide adquirirla en Alemania (Fotoimpex) o en otras tiendas online hay que tener en cuenta el incremento por los portes, sobre los que se aplica adicionalmente el IVA, resultando el precio final por encima de los 13 € el rollo en la mayoría de las alternativas.

Creo que es una magnífica noticia que la muy especial Leica Monopan 50 esté disponible en los comercios especializados españoles. Una película para volver a experimentar... ¡y no sólo sobre cámaras Leica!



«La técnica es a la fotografía lo que la ortografía y la sintaxis a la buena escritura.»

Malarubra Fukushita

Por razones técnicas los eventuales comentarios no deben exceder en extensión las 1.000/1.500 palabras. estando sujetos a moderación.

(2) Esa capacidad de resolución supera a la de muchas ópticas.
(3) Difícil de saber con seguridad absoluta, pero, muy probablemente: Kodak, Ilford/Harman, Foma, Lucky Film, Light Lens Lab, Filmotec (ORWO)
(4) Algunas emulsiones llevan la capa antihalo directamente por detrás del soporte
(5) En el caso de las dos películas, Leica Monopan 50 y ADOX HR-50, los tiempos de revelado coinciden para los reveladores preconizados
(6) Soportes muy delgados pueden suponer un problema con la precisión –las tolerancias– de los planos focales de determinadas cámaras
(7) De hecho, sabemos «de buena tinta» que Harman Technology envasa para Cine Still y produce y envasa para Fujilm el ACROS II...
Al parecer, ADOX dispone de una instalación para el envasado de película de 35 mm
Por su parte, ORWO/Filmotec carecían –al menos hasta hace poco– de envasado y lo tenían que enviar en viaje de ida y vuelta nada menos que a China.
(8) Aviphot
(9) Se confunde más de una vez con la «profundidad de campo». Pero en este caso hablamos de la tolerancia del punto de enfoque en el plano focal
(10) En mis pruebas, en su momento, pude comprobar que el uso del sistema de presión por vacío mejoraba el rendimiento en las esquinas del fotograma para valores de f/1.4 y próximos 
(11) He probado los reveladores ADOX FX-39 II, ADOX HR-DEV, ADOX Atomal y Rodinal 1:100 semidesatendido (este último exige un prelavado para eliminar la capa antihalo.
(12) Para todas mis pruebas de películas empleo por sistema agua destilada para la preparación de todos los reveladores.
(*) Fotografía tomada con película ADOX HR-50

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