Hoy, cuando dentro de unas cuatro horas, se presente oficialmente –todo filtrado con anterioridad– la nueva cámara digital de Fujifilm, «GFX 100RF» como «una cámara compacta de formato medio», y ello dotada de un sensor de aproximadamente 3,3 x 4,4 cm, podría ser de justicia recordar, por ejemplo, a la cámara telemetrica Fuji GW690II Professional, una cámara fílmica para el formato medio de 6x9 cm y tamaño relativamente contenido para el de su fotograma, que es aproximadamente 54 cm2, esto es, 3,7 veces el de la nueva creación de Fujifilm. (1)
Y si bien no es ninguna novedad hablar de esta popularmente llamada «Texas Leica» –pues «reviews» de ella han sido publicadas incluso en los medios más generalistas–, tal como indico más arriba, pienso que esta curiosa cámara merece hoy un recordatorio. Y una de las razones es –aparte de la ya comentada presentación de la nueva GFX100 RF– mi larga y particular vinculación con ese formato medio de 6x9 cm, el de mayor tamaño dentro de la paleta de los de formato medio. (2)
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GW690II Professional, la «compacta» fílmica de Fuji para formato medio de 6x9 cm en configuración telemétrica, «al estilo Leica M». © Valentín Sama |
La Fuji GW690II Professional inició su andadura hacia 1985, sustituyendo de alguna manera a las GL690 y GM690, de óptica intercambiable, también telemétricas y de carácter «Pro», originarias de 1975. La lógica de prescindir de la óptica intercambiable en su momento resultó clara a los responsables de la firma :
- Muy pocos usuario adquirían el resto de los objetivos accesorios intercambiables (150 mm f/5.6 y 180 mm f/5.6) aparte de las focales de 65 mm y 100 mm.
- Necesidad de visor accesorio para determinadas focales
- Crear la montura y el ajuste de la interfaz para el telémetro era costoso.
- La óptica fija permitía ofrecer más fiabilidad, mayor precisión de enfoque y menos peso.
Así, se tomó la decisión de ofrecer dos versiones separadas, una de ellas con objetivo Fujinon EBC 90 mm f/3.5, y una segunda –la GSW690II– con objetivo Fujinon EBC 65 mm f/5.6; ópticas equivalentes respectiva y aproximadamente a 39 mm y 28 mm de focal (respecto a Barnack).
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© Valentín Sama |
Fuji GW690II Professional: en esencia
Una telemétrica fílmica para 6x9 cm, enteramente mecánica, sin exposímetro. Una suerte de Leica M3, al «estilo Texas», por sus proporciones, pero con óptica fija.
Otros rasgos característicos:
- Esquema óptico del objetivo: 5/5. Esférico. Con multicapas antirreflejos «Electron Beam Coating» (EBC). Distancia mínima de enfoque a 100 cm. Escala de profundidad de campo. Equivalente a un 39 mm (Barnack).
- Telémetro: 59 mm de base mecánica; 44,25 mm de base efectiva por factor de visor 0,75x.
- Visor: campo mostrado 92/95% (infinito/1metro). Corrección automática de paralaje.
- Ajustes de abertura de diafragma: de f/3.5 a f/32. De cinco palas, con ajustes intermedios desde f/4 en adelante.
- Parasol: Extensible incorporado.
- Filtros: Ø 67 mm.
- Obturación: central Copal #0, de control mecánico. Con tiempos de 1/500 de segundo a 1 segundo y «T».
- Sincronización para flash: a todos los tiempos de obturación. Zapata de contacto central y zócalo «X» normalizado para cable coaxial.
- Formato de fotograma y película: ocho fotogramas de 6 x 9 cm sobre rollos 120 (3). Formato eficaz: 56 x 82,6 mm.
- Avance: por dos «golpes» de palanca, tipo Leica M3 de la primera serie «two stroke».
- Disparador: superior –con zócalo para cable convencional– así como frontal. Bloqueo contra disparos accidentales.
- Contador mecánico de número de disparos, para eventuales tareas de mantenimiento.
- «Buzón» para indicador del tipo de película.
- Distintos anclajes para correa.
- Construcción: cuerpo metálico, en aleación de aluminio, y partes de policarbonato.
- Dimensiones: 200 x 120 x 128 mm (ancho, alto, profundo incluyendo objetivo); fondo de cuerpo sólo: 41 mm.
- Peso: 1.500 gramos en orden de marcha, con una película 120.
GW690II Professional: fotografiando
En la mano, la GW690II Professional se hace de inmediato familiar a cualquiera que haya tenido experiencias anteriores con cámaras telemétricas para película de 35 mm, salvo por el tamaño y el peso. No obstante, la configuración del cuerpo de la cámara, supone disponer de una suerte de empuñaduras o «grips», a la izquierda y a la derecha, lo que facilita mucho la sujeción de la misma en posición estable.
Un primer vistazo por el visor nos convence muy positivamente de su buen tamaño, contraste y claridad, así como de la disposición de corrección automática de paralaje.
Menos favorable la primera sensación de la «mancha» para el enfoque telemétrico: de forma circular y de tamaño bastante pequeño, es –quizá– uno de los puntos que más decepciona... a primera vista, de esta cámara; nada que ver con lo que nos tiene acostumbrados Leica con su serie «M».
Pero... si aprendemos a centrar bien el ojo respecto a ese «parche» del telémetro, pronto conseguiremos sacarle partido, pues es bien preciso.
Eso sí: no resulta fácil ver el recuadro luminoso de encuadre completo para los portadores de gafas.
Pero si leemos atentamente el libro de instrucciones, veremos que el elemento óptico más externo del ocular, es intercambiable, con una rosca estándar de Ø19 mm y paso de 0,75 mm, y lo podemos cambiar por uno graduado.
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Parasol extendido: mandos accesibles © Valentín Sama |
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Parasol contraído: mandos ocultos © Valentín Sama |
Uno de los puntos más controvertidos de la GW690II Professional viene dado por la disposición relativa de los mandos para el ajuste de tiempo de obturación, valor de abertura de diafragma y el parasol extensible incorporado.
En efecto: sólo tenemos acceso a los dos primeros una vez extendido el parasol –nada malo en sí– pero además, los aros de ajuste de tiempos de obturación y ajuste de valores de abertura de diafragma quedan muy próximos entre sí, y resulta fácil alterar accidentalmente el valor de uno de ellos al manipular el otro...
En realidad, ello tiene dos lecturas: el inconveniente citado existe, pro la configuración está calculada intencionadamente para poder hacer cambios simultáneos según la ley de reciprocidad, una vez establecido un ajuste EV inicial. La cosa quedaría en tablas...
Carga, disparo, y avance de la película
La carga de los rollos 120 es relativamente fácil –nada que ver con la complicación de los respaldos Hasselblad– y pronto nos hacemos a la idea de que para avanzar cada fotograma son necesarios dos «golpes» de palanca; por cierto: de distinto recorrido cada uno. Como con toda cámara que emplee rollos 120 lo de «golpes» es simbólico y el avance, el juego de palanca debe hacerse con la mayor suavidad posible (4).
La acción de la palanca va acompañada de un maravilloso sonido mecánico de llave de trinquete, o –si se prefiere– de retorno de carro de máquina de escribir manual.
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Un dorso absolutamente minimalista. La lente más externa del ocular es de montura a rosca, e intercambiable por otras graduadas (esféricas) © Valentín Sama |
El disparador es suave y preciso en su recorrido, pero el sonido del disparo en sí, ¡bastante intenso! Pero... ¿no habíamos quedado en que los obturadores centrales se distinguían por su silencio de operación?
Bueno... es que en realidad ese «clank» que percibimos no es del obturador en sí, sino que proviene de la actuación de lo que podríamos llamar... ¡cuentakilómetros! Veamos...
El «cuentadecenas» de fotos
En la parte inferior de la cámara descubriremos un auténtico contador «analógico», mecánico, como los que llevaban los automóviles en los años 70, 80 y 90 del siglo pasado. Ese contador marca hasta «999» antes de volver a iniciar su carrera, y debemos tener que cuenta que si marca, por ejemplo, 135, la cámara lleva 1.350 disparos. Esto es: debemos multiplicar por 10.
Pues bien, el nivel sonoro relativamente alto del disparo se debe al mecanismo que acciona ese contador. (5).
La firma recomendaba hacer un «CLA» al obturador cada 5.000 disparos, y al sistema de arrastre cada 10.000 tomas.
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El cuentadisparos tipo automóvil © Valentín Sama |
Arriba: «436 para 437» significarían casi 4.370 disparos al tener que aplicar el factor 10, pero observando el estado de uso externo de la unidad de GW690II, me atrevería a afirmar que el contador habría dado ya al menos una vuelta, y estaríamos hablando de 14.370, o incluso 24.370 disparos o más...
Analizar el por qué de la conveniencia de ese contador, y ese mantenimiento nos llevará a entender la filosofía propia de la GW690II Professional: estaba destinada primordialmente a un mercado profesional muy concreto difícilmente entendible hoy a los nativos en un mundo digital.
En sus orígenes, ya con las GL690 y GM690, las cámaras de estas series se usaban por los responsables de los «tour operators» para hacer fotos de grandes grupos de turistas –de hasta 50 o más– en sus visitas a santuarios, ferias y otros lugares de Japón.
Para obtener fotos detalladas de los rostros de cada grupo, era necesario el gran tamaño de negativo de 6 x 9 cm. Las fotografías, las copias, se entregaban en el mismo día.
Pues bien, ¿cuántos rollos calculan Uds. que pasaban por cada cámara, esto es, cuántos disparos se hacían aproximadamente en un año? Pues bien: por fuentes absolutamente fiables sabemos que hasta 100 rollos al día o un total de más de 30.000 disparos al año.
Con el tiempo, estas cámaras se han convertido en algo muy apreciado por los fotógrafos de paisaje y naturaleza, debido a su gran portabilidad en relación a su tamaño de fotograma y la alta calidad de su objetivo.
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© Valentín Sama |
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© Valentín Sama |
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Este selector tiene poco uso ahora, dado que resulta casi prácticamente imposible encontrar rollos en formato 220 y desde luego los de «medio largo» en 120. © Valentín Sama |
Fuji GW690II, otros detalles de uso
El disparador frontal se agradece para tomas verticales, y también le puedo encontrar virtudes a la palanca de bloqueo de disparo que le rodea: con tan sólo 8 fotogramas por rollo, perder accidentalmente alguno, puede ser bastante frustrante.
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Disparador frontal y palanca en posición de bloqueo general de disparo © Valentín Sama |
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© Valentín Sama |
Hablando de cosas potencialmente frustrantes: la posición «T»
En ese ajuste, lo «normal», lo habitual, es que el obturador se abra a una primera pulsación sobre el disparador, y se cierre a una segunda... pues no es así en la GW690II: para cerrar el obturador hay que llevar el aro de ajustes a la posición de 1 segundo, con el riesgo de trepidación de la toma que ello supone. Y puesto que no hay posición «B», tampoco podemos emplear la solución de un cable disparador con retención. ¡Vaya!
También se puede terminar la exposición activando la palanca de arrastre, pero el manual de usuario desaconseja esta práctica de forma explícita.
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© Valentín Sama |
¿Por qué el formato 6x9 cm?
La primera razón podría parecer una obviedad: porque la proporción de formato de 3:2 es la misma del ubicuo 24x36 mm Barnack.
La segunda es igualmente bien sencilla y de hecho complementa a la primera: su superficie nominal es nada menos que 6,25 veces mayor y realmente la mitad de una placa de 9 x 12 cm. El formato 6x9 cm también tiene sus inconvenientes, entre ellos –sin esperar más– el tamaño de las cámaras.
El otro, pensando en términos de «cuarto oscuro» es que la mayoría de las ampliadoras comunes llegaban a 6x6 cm y alguna hasta 6x7cm. Para 6x9 cm ya comenzaban a ser muy raras, pasando por lo general ya a grandes ampliadoras de laboratorio profesional para 9x12, 13x18 y 20x25cm.
Por eso, cuando me decidí por el formato 6x9cm, como relato más abajo, opté por una ampliadora también muy poco común: una Besseler 23CII de condensador variable para formatos hasta 6x9 cm. Pero más sobre eso, un poco más adelante.
Fuji GW690II: recomendaciones
Este artículo no pretende ser una «guía» exhaustiva de la saga de las cámaras Fuji de estas series, pero si que puedo hacer unas pocas recomendaciones.
El posible comprador debería tener en cuenta al menos los siguientes puntos:
- Entre los modelos GW690II y GSW690II y las versiones posteriores «III» de las mismas, hay aspectos a considerar: por un lado los estéticos –las versiones III lucen más «modernas», y por otro técnicos. Así estas versiones III pueden emplear vidrios más avanzados, en un diseño óptico algo distinto, especialmente la versión angular GSW690III. La adición de un nivel de burbuja en el panel superior es algo a considerar, pero es sólo para el eje horizontal. El visor ofrece un «aumento» menor (0,45x) para la misma base mecánica, por lo que la base efectiva es menor, de 26,55 mm. Los paneles exteriores de la versión III son «gomosos» algo que no me convence mucho.
- Debido a su aplicación original y profesional, todas las unidades –tanto de la versión II como de la III– pueden llevar a sus espaldas bastante «tralla» y el «cuentakilómetros» puede estar –evidentemente– manipulado.
- Por la misma razón del punto comentado respecto a su uso preferente, la mayor parte de las unidades disponibles de segunda mano suelen estar localizadas en Japón. Ello supone unos cargos de «Aduanas» de al menos un 26%. Y no: los vendedores no van a declarar un valor inferior al de compra. Supongo que por razones climáticas, ojo a la posible presencia de hongos en toda óptica que venga de ese país. Los vendedores, en su caso, lo suelen reflejar.
- Los precios, en Japón, oscilan entre 570€ y 1.012€ para la GW690II y a partir de 960€ para la GSW690II (muy pocas unidades disponibles); para la GW690III a partir de 960€ . Todo ello con unos gastos de envío del entorno de los 50€.
- En todo caso, se me antojan precios asumibles para una cámara fílmica de esas posibilidades.
- Por supuesto, hubo versiones de 6x7 cm y de 6x8 cm de estas cámaras, pero ...«aquí no hemos venido ni a setas, ni a Rolex, sino a 6x9 cm». Además de estas cámaras, Fuji también produjo un admirable serie para el formato 6x4,5 cm –algunas AF– y también sus imponentes panorámicas para 6x17 cm así como la SLR motorizada GX680 para 6x8 cm con movimientos en el montante frontal. Otros tiempos...
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Muy probablemente, una mínima distorsión © Fuji |
Fuji GW690II los resultados y una curiosidad: «la muesca»
Se dice que el EBC Fujinon 90 mm f/3.5 cubriría –en realidad– el formato de pl ca de 4 x 5 pulgadas, algo que –sin desmontarlo de la cámara– no podría comprobar. Se dice, igualmente, que debido a ello, la resolución en las esquinas es prácticamente tan buena como el centro, cosa que... ¡sí que he podido comprobar! ¡Qué nadie de ese grupo de turistas salga desfavorecido por estar ubicado en el extremo del fotograma!
Y ello desde la plena apertura de f/3.5. Cerrar a f/5.6 y f/8 mejoraría muy ligeramente el contraste, y no tenemos que temer malos influjos por la difracción hasta f/22, cosa que es posible que aprecien especialmente los fotógrafos de paisaje.
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Incluyendo la «muesca» © Valentín Sama |
La curiosa muesca o «notch»
Los amantes de la fotografía y cámaras fílmicas, lo saben: casi todos los fabricantes incorporan en el plano focal de sus cámaras un acabado distintivo, siendo el más conocido (**) el de las dos muescas laterales de los chasis intercambiables de las cámaras Hasselblad. También algunas Mamiya se distinguen –más discretamente– por un sutil «desgarro» de las esquinas de sus fotogramas. Pero al examinar los negativos de esta unidad de Fuji GW690II algo me ha llamado la atención y me ha hecho volver sobre la cámara y abrir su dorso...
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La muesca es claramente de fábrica... © Valentín Sama |
En efecto, allí, en la esquina superior izquierda del marco del fotograma (arriba) hay –de fábrica– una muesca de perfil circular, que quedará ubicada –y así aparece– en la parte inferior derecha de cada negativo. Lo desconocía y no hago sino pensar: ¿cuál sería su utilidad?
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De hecho, la zona se me antoja incluso intensificada... © Valentín Sama |
Y en espera de que alguien más experto en estas cámaras me ilumine, se me ocurre una posible –«bizarra»– explicación.
En el caso de una fotografía de un gran grupo de personas (ver más arriba utilización habitual), sin signos claros (letreros) visibles en el encuadre... ¿no nos permitiría una correcta orientación del negativo al positivar? Espero ideas.
«Flechazo» por el formato 6x9 cm
Lo que es curioso es la forma en la que personalmente descubrí ese formato de 6x9 cm.
Hacia 1975 andaba yo buscando escalar formato desde mis Olympus OM-1 y OM-2, pensando fundamentalmente en conseguir una mejor calidad en blanco y negro. Mi Yashica LM para 6x6 cm ya la había vendido a un amigo hace tiempo...
Así que en un feria –creo recordar que era un «FotoVentas» de Madrid– me dediqué a recorrer los estands de la parte comercial. Me interesé inmediatamente por una SLR Pentax 6x7 cm (más tarde «Pentax 67»), bella e imponente, allí en su vitrina. Le pregunté al encargado por ella para poderla tomar en la mano, pensando en adquirirla, pero no me debió ver «pinta de comprador», pues me dijo que...«era imposible, pues estaba en la vitrina y no tenía la llave», u otra sarta de excusas inanes similares que no recuerdo exactamente. No era yo muy asertivo entonces (y tampoco ahora), así que abandoné el intento...
Lástima, pues esa cámara me había «puesto ojitos»...
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Mi Mamiya Press Universal. La empuñadura –¡eso sí que es un grip!– puede acoplarse a un lado y a otro. © Valentín Sama |
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Cibachrome a partir de un Ektachrome 64. Objetivo estándar Mamiya-Sekor 127 mm f/4.7 P a f/64 © Valentín Sama |
La siguiente parada fue en el estand de Mamiya. Allí el Sr. Alcalá, hijo –creo recordar– súper amable, me sacó al mostrador todos los modelos del momento, incluyendo las RB67 y también... una extraña cámara: una «Mamiya Press Universal». Una cámara telemétrica, enorme (*) con óptica intercambiable y para el formato 6 x 9 cm. De hecho, los objetivos que mostraban una «P» cubrían el formato Polaroid completo –en «packs de peel apart»– incluyendo la maravillosa película Polaroid 665 que dejaba copia y un negativo (8,5 x 10,8 cm) utilizable en blanco y negro.
Y así, por ese afortunado incidente, fue como acabé entrando –de la mano de esa monstruosa Mamiya Press Universal– no sólo en el formato 6 x 9 cm, sino que acabé siendo «beta tester», para Mamiya, más concretamente para el desarrollo previo de la Mamiya 645 Super. (6).
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Para hacernos una idea de proporciones: Mamiya Press Universal, Fuji GW690II y Leica M4-P © Valentín Sama |
Con la Press Universal en mano, colgada de su empuñadura hice, sin saberlo, pues entonces no existía el término, «street photography», como resultado bastantes de mis trabajos publicados y expuestos de la época. (7) Y ello con una particularidad: aunque la compré pensando en blanco y negro, tan pronto expuse con ella un Ektachrome 64 y comprobé. los maravillosos resultados, la utilicé fundamentalmente para color.
Quizá esa cámara merezca un artículo aparte en un futuro próximo.
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(1) En otra comparación: 6,25 veces la superficie del formato Barnack de 24 x 36 mm, llamado por algunos «full frame» o «formato completo».
(2) El formato medio de 6x9 cm es el de mayor tamaño de entre los de formato medio no panorámicos (6x12 cm y 6x17 cm).
(3) La Fuji GSW690II Professional, dispone de un selector para –adicionalmente a los rollos 120 estándar (8 exposiciones), poder emplear rollos 220 (16 exposiciones) y los muy raros «medios rollos 120» (4 exposiciones). Lástimas, que –hoy día– esas opciones ya no estén disponibles.
(4) Puesto que el avance de la película en rollos 120 no se realiza por perforaciones, como en el caso de la película perforada de 35 mm, avanzar la película con fuerza... «desordenada», puede conducir a un espaciado defectuoso de los fotogramas, al «patinar» la película y el papel portador sobre su propio núcleo.
(5) Una intervención mecánica en taller, permitiría tanto «falsear«» el contaje (segunda mano) como desactivar el sistema, en aras de un disparo menos ruidoso.
(6) Parte de mis sugerencias no se incorporaron en la versión primera, pero sí –silenciosamente– en la segunda, al cabo de poco menos de un año...
(7) Polaroids y Cibachromes; Galería Image, Galería Gamarra y Garrigues, La Trasera (BBAA), etc., etc.
(*) Aprox. 225 mm (ancho con empuñadura) x 165 mm (alto) x 120 mm (fondo con chasis) + 80 mm (objetivo estándar 127 mm f/4.7 P) para 2.580 gramos
(**) En el caso de las cámaras con respaldos intercambiables, algunos fotógrafos añadían –lima de «cola de ratón» por medio– marcas distintivas en cada chasis. En caso de fallo de arrastre o veladuras, ello permitía identificar el respaldo con el fallo en cuestión.
Comentarios
Saludos
Al mejor tengo que mirar al fondo de ese armario...
¡Saudos!
Saludos
Valentin