Aunque se advierte que el sistema puede fallar en algunos casos, como por ejemplo en el de rostros algo pequeños, se me ocurre pensar que a la hora de fotografiar algunos políticos y responsables de obras el sistema no debería fallar en absoluto. Al menos por cuestión de rostro.
© Nikon
En otro orden de cosas, no deja de resultar inquietante calcular hasta dónde puede haber llegado el nivel de perfeccionamiento de esta técnica de reconocimiento de rostros hasta el punto de que se derive a una aplicación comercial de este rango. El sistema "completo" que puedan estar utilizando agencias gubernamentales, con o sin conocimiento de los estamentos judiciales, plantea (si es que tiene sentido hacerlo ya..) serias cuestiones de privacidad.
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