En una lluviosa mañana, decididamente la primera otoñal en “el foro”, con los deberes todavía sin hacer, y los árboles moviéndose hipnóticamente a través de la ventana, uno se detiene a pensar en muchas cosas, quizá demasiadas cosas para este disco duro interno excesivamente fragmentado. Entre ellas, una pequeña recapitulación de Photokina 2010, vinculada siempre al otoño, al principio de curso y al principio del clásico ciclo de dos años que parece que gobierna a la subespecie de informadores sobre fotografía.
De entrada, imposible, desde mi punto de vista, reflejar de verdad lo que es Photokina, y por tanto “lo que ha sido” esta Photokina, pero si resulta posible –estimo– evocar algunas sensaciones.
Para comenzar, tengo la sensación de que algo ha cambiado, y no creo que sean, todavía, mis piernas, pero definitivamente, en esta ocasión, me ha faltado tiempo para hacer todo aquello que me hubiese gustado. Y entre esas pequeñas cosas, dos importantes. Más de lo que parece.
Una de ellas, volver andando desde la feria a la ciudad, cruzando a pie el puente de los Hohenzollern. Paradas varias a lo largo del cruce del puente para maravillarse con el increíble equilibrio de las barcazas que pasan por debajo...
¿Que es eso que brilla sobre la verja de separación de los trenes y peatones?
Y la otra, cruzar el río en los barcos Domspatz y Strolch... ni siquiera sabemos si siguen activos o sus patronos se han jubilado....
También es verdad que nadie nos privó de hacer, de noche el recorrido inverso, lo que nos permitió descubrir el cambio de costumbres que traen consigo los dos años que separan una Photokina de otra: grabar los corazones a punta de navaja en los árboles debe ser ya considerado –en Alemania– poco ecológico, y así, en Colonia, los enamorados han tomado la costumbre de enganchar un candado con sus nombres, y quizá un mensaje adicional, en la verja que separa los trenes de los peatones en el puente de los Hohenzollern. Los ferreteros de la ciudad están de enhorabuena.
Dentro de unos años, podrían redondear sus beneficios vendiendo cizallas....
La cabeza nos echa "humillo" del "brainstorming"... © Panasonic
Creo que la causa principal de esa menor disposición de tiempo son las muchas conferencias de prensa, que en ocasiones se solapan, a las que se suman las entrevistas y las cenas... Pero “va con el territorio”, y eso es así...
A veces, en más de una ocasión al día, echamos de menos nuestros tiempos de las revistas impresas, cuando disponíamos –en lugar de minutos, como ahora– un mes o más para organizar el material y su relevancia, para después escribir.
Por supuesto que para los menos veteranos resultan difíciles de imaginar los tiempos en los que Kodak, Agfa y Polaroid eran todopoderosos y ocupaban virtualmente pabellones enteros, y en los que Popular Photography, una revista que tiraba casi un millón de ejemplares mensuales alquilaba dos o tres de las mejores suites de uno de los mejores hoteles, con terrazas frente a la catedral, para invitar, por la noche, en “barra libre” a la prensa internacional...
En la feria, tal como la conocemos ahora, hay cosas que no nos gustan, e incluso resultan irritantes, y ponemos un ejemplo:
Pedimos –cortésmente, como siempre– el “dossier” o carpeta de prensa, en un estand determinado. Antes –hace mucho– eran carpetas con las notas de prensa impresas y fotografías, también de prensa, a 10 x 15 o 13 x 18 cm. Luego pasaron a una solución intermedia: a notas de prensa impresas y además un CD incluyendo las mismas y las fotografías, y todavía se nos entrega alguna de estas carpetas, si bien en ocasiones, ahora, se nos proporciona simplemente el CD o un Pen Drive. Se agradece esta última versión por razón de peso, pero la opción intermedia permite trabajar, quizá subrayando las notas y además sin tener que tener en marcha el ordenador.
¿Y lo irritante? Bueno lo irritante es cuando en el estand de una gran firma, te dicen que no tienen dossier de prensa y como mucho te dan unos folletos. Y lo más irritante podría ser cuando a la vuelta de la feria el distribuidor nacional de esa marca te comenta que “no publicas nada de lo suyo”...
Hay una variante más fina y es cuando al solicitar el dossier, “te despachan” con una tarjeta donde figura la URL de donde “te puedes descargar” la información de prensa. Muy cómodo!..... para la firma, claro, que no se molesta en grabar los CD o preparar carpetas y/o Pen Drive, ahorrándose de paso el dinerito.
Claro que habría que explicarles a los responsables de esas firmas que los medios no nos gastamos varios miles de euros para venir a una feria y que nos despachen así: necesitamos la información en formato utilizable, ¡”ya”! a pie de pasillo, no teniendo que acceder a una conexión y empleando tiempo propio en la descarga o con la bella alternativa de escanear imágenes de un folleto... en fin.
Afortunadamente, en Photokina parece haber desaparecido una subespecie muy común hace unos 20 o 30 años: la del supuesto “colega de la prensa”, por ejemplo a la sazón “corresponsal” de un diario nacional, que se incorporaba a la muestra dos o tres días después de haber comenzado “el curro” para los demás, y te preguntaba ladinamente
...¿que, que tal, que has visto de interés?...
Je, je, je... así, si picabas (las dos primeras veces picabas), le dabas ya el trabajo hecho....
Ahora, aunque no tiene nada que ver, puede tener su encanto, como compensación, el detectar quienes –de la prensa– viajan por sus propios medios y quienes, subvencionados por alguna firma. La cosa, suele detectarse ya en el aeropuerto de llegada, por los pasillos y quizá en alguna cena que otra.
Poder alojarse en las inmediaciones de la catedral tiene sus ventajas y una de ellas, aparte de las vistas, es el acceso a las zonas más populares de “restauración”.. de fuerzas.
Früh am Dom un día antes de la Feria... hasta quedan mesas vacías. Mañana será imposible encontrar una...
El “Früh am Dom es el abrevadero imprescindible en el día anterior y en el propio Día de la Prensa, antes de abrirse la feria y absolutamente prescindible después, si bien puede tener su encanto descubrir, a través del lenguaje corporal, a los lugareños de los feriantes, y de estos últimos, cuales son veteranos y cuales noveles.
¿Cuantas ciudades pueden presumir de su abolengo fotográfico, hasta el punto de tener establecimientos de fotografía (Foto Lambertin) a las faldas de su catedral?
Y la otra cara curiosa de esa moneda de la proximidad es la de la llamada al deber: cuando a primera hora de la mañana, sobre las 8h, las campanas suenan de una manera que resultará a los primerizos difícil de olvidar, los feligreses saben que les llaman para cumplir con sus ilusionantes creencias, pero para los “feligreses” profesionales de la feria, es un toque de atención en el sentido de que si no estamos ya listos, con el carnet de prensa colgado y vestiditos con la gabardina, quizá lleguemos tarde a nuestra primera cita en la feria.
No es menos cierto que para los que trabajamos en medios online, nuestra mañana puede haber comenzado frente a nuestro ordenador quizá ya a las 4h 30, o –como alternativa también poco deseable– es probable que la “noche” del día anterior haya acabado de la misma guisa a las 3h 45....
Si nunca es mejor dicho aquello de “cada uno habla de la feria según le va en ella”, no es menos cierto que en cada Photokina, hay uno o dos productos que “roban la feria”.
Cada uno puede tener su propia lista, pero parece ser que en esta edición uno de ellos ha sido la cámara Fujifilm X100 hasta el punto de eclipsar a su también nueva hermana mayor, la fílmica para formato medio GF670W.
Y eso que no estará disponible hasta dentro de aproximadamente medio año.
Pero decididamente, parece que el público está cansado de cámaras aburridas y “todas iguales”. Y para algunos, el precio no tiene por qué ser un factor relevante.
En otro ámbito, más mediático, la Hasselblad H4D-40 en edición Ferrari limitada a 499 unidades, se llevó también una gran parte de la atención. Casi más que las dramáticas mejoras en rendimiento que algunos de los nuevos objetivos presentados.
Pero en estas reflexiones breves, nos dejamos un montón de productos en el tintero, tal como la presentación en Europa de la Pentax 645D, una cámara para formato medio en cuya aparición ya casi nadie creía, el nuevo captor Foveon...
Quedan largos meses para decantar, probar productos... y prepararse para otras ferias, pues “la cosa no acaba aquí”.
Y en esta edición, por cierto, no nos hemos encontrado con un siempre entrañable personaje: el veterano periodista o informador al que venimos viendo Photokina tras Photokina y que nos dice, ...”this is my last Photokina”... para volvernos a encontrar con el en la siguiente y en la siguiente...
En suma: Photokina sigue siendo algo inenarrable, y es algo para ver y experimentar en persona.
"Moon over Cologne, Germany"
Nota: excepto lo indicado, todas las imágenes © DSLR Magazine
De entrada, imposible, desde mi punto de vista, reflejar de verdad lo que es Photokina, y por tanto “lo que ha sido” esta Photokina, pero si resulta posible –estimo– evocar algunas sensaciones.
Para comenzar, tengo la sensación de que algo ha cambiado, y no creo que sean, todavía, mis piernas, pero definitivamente, en esta ocasión, me ha faltado tiempo para hacer todo aquello que me hubiese gustado. Y entre esas pequeñas cosas, dos importantes. Más de lo que parece.
Una de ellas, volver andando desde la feria a la ciudad, cruzando a pie el puente de los Hohenzollern. Paradas varias a lo largo del cruce del puente para maravillarse con el increíble equilibrio de las barcazas que pasan por debajo...
¿Que es eso que brilla sobre la verja de separación de los trenes y peatones?
Y la otra, cruzar el río en los barcos Domspatz y Strolch... ni siquiera sabemos si siguen activos o sus patronos se han jubilado....
También es verdad que nadie nos privó de hacer, de noche el recorrido inverso, lo que nos permitió descubrir el cambio de costumbres que traen consigo los dos años que separan una Photokina de otra: grabar los corazones a punta de navaja en los árboles debe ser ya considerado –en Alemania– poco ecológico, y así, en Colonia, los enamorados han tomado la costumbre de enganchar un candado con sus nombres, y quizá un mensaje adicional, en la verja que separa los trenes de los peatones en el puente de los Hohenzollern. Los ferreteros de la ciudad están de enhorabuena.
Dentro de unos años, podrían redondear sus beneficios vendiendo cizallas....
La cabeza nos echa "humillo" del "brainstorming"... © Panasonic
Creo que la causa principal de esa menor disposición de tiempo son las muchas conferencias de prensa, que en ocasiones se solapan, a las que se suman las entrevistas y las cenas... Pero “va con el territorio”, y eso es así...
A veces, en más de una ocasión al día, echamos de menos nuestros tiempos de las revistas impresas, cuando disponíamos –en lugar de minutos, como ahora– un mes o más para organizar el material y su relevancia, para después escribir.
Por supuesto que para los menos veteranos resultan difíciles de imaginar los tiempos en los que Kodak, Agfa y Polaroid eran todopoderosos y ocupaban virtualmente pabellones enteros, y en los que Popular Photography, una revista que tiraba casi un millón de ejemplares mensuales alquilaba dos o tres de las mejores suites de uno de los mejores hoteles, con terrazas frente a la catedral, para invitar, por la noche, en “barra libre” a la prensa internacional...
En la feria, tal como la conocemos ahora, hay cosas que no nos gustan, e incluso resultan irritantes, y ponemos un ejemplo:
Pedimos –cortésmente, como siempre– el “dossier” o carpeta de prensa, en un estand determinado. Antes –hace mucho– eran carpetas con las notas de prensa impresas y fotografías, también de prensa, a 10 x 15 o 13 x 18 cm. Luego pasaron a una solución intermedia: a notas de prensa impresas y además un CD incluyendo las mismas y las fotografías, y todavía se nos entrega alguna de estas carpetas, si bien en ocasiones, ahora, se nos proporciona simplemente el CD o un Pen Drive. Se agradece esta última versión por razón de peso, pero la opción intermedia permite trabajar, quizá subrayando las notas y además sin tener que tener en marcha el ordenador.
¿Y lo irritante? Bueno lo irritante es cuando en el estand de una gran firma, te dicen que no tienen dossier de prensa y como mucho te dan unos folletos. Y lo más irritante podría ser cuando a la vuelta de la feria el distribuidor nacional de esa marca te comenta que “no publicas nada de lo suyo”...
Hay una variante más fina y es cuando al solicitar el dossier, “te despachan” con una tarjeta donde figura la URL de donde “te puedes descargar” la información de prensa. Muy cómodo!..... para la firma, claro, que no se molesta en grabar los CD o preparar carpetas y/o Pen Drive, ahorrándose de paso el dinerito.
Claro que habría que explicarles a los responsables de esas firmas que los medios no nos gastamos varios miles de euros para venir a una feria y que nos despachen así: necesitamos la información en formato utilizable, ¡”ya”! a pie de pasillo, no teniendo que acceder a una conexión y empleando tiempo propio en la descarga o con la bella alternativa de escanear imágenes de un folleto... en fin.
Afortunadamente, en Photokina parece haber desaparecido una subespecie muy común hace unos 20 o 30 años: la del supuesto “colega de la prensa”, por ejemplo a la sazón “corresponsal” de un diario nacional, que se incorporaba a la muestra dos o tres días después de haber comenzado “el curro” para los demás, y te preguntaba ladinamente
...¿que, que tal, que has visto de interés?...
Je, je, je... así, si picabas (las dos primeras veces picabas), le dabas ya el trabajo hecho....
Ahora, aunque no tiene nada que ver, puede tener su encanto, como compensación, el detectar quienes –de la prensa– viajan por sus propios medios y quienes, subvencionados por alguna firma. La cosa, suele detectarse ya en el aeropuerto de llegada, por los pasillos y quizá en alguna cena que otra.
Poder alojarse en las inmediaciones de la catedral tiene sus ventajas y una de ellas, aparte de las vistas, es el acceso a las zonas más populares de “restauración”.. de fuerzas.
Früh am Dom un día antes de la Feria... hasta quedan mesas vacías. Mañana será imposible encontrar una...
El “Früh am Dom es el abrevadero imprescindible en el día anterior y en el propio Día de la Prensa, antes de abrirse la feria y absolutamente prescindible después, si bien puede tener su encanto descubrir, a través del lenguaje corporal, a los lugareños de los feriantes, y de estos últimos, cuales son veteranos y cuales noveles.
¿Cuantas ciudades pueden presumir de su abolengo fotográfico, hasta el punto de tener establecimientos de fotografía (Foto Lambertin) a las faldas de su catedral?
Y la otra cara curiosa de esa moneda de la proximidad es la de la llamada al deber: cuando a primera hora de la mañana, sobre las 8h, las campanas suenan de una manera que resultará a los primerizos difícil de olvidar, los feligreses saben que les llaman para cumplir con sus ilusionantes creencias, pero para los “feligreses” profesionales de la feria, es un toque de atención en el sentido de que si no estamos ya listos, con el carnet de prensa colgado y vestiditos con la gabardina, quizá lleguemos tarde a nuestra primera cita en la feria.
No es menos cierto que para los que trabajamos en medios online, nuestra mañana puede haber comenzado frente a nuestro ordenador quizá ya a las 4h 30, o –como alternativa también poco deseable– es probable que la “noche” del día anterior haya acabado de la misma guisa a las 3h 45....
Si nunca es mejor dicho aquello de “cada uno habla de la feria según le va en ella”, no es menos cierto que en cada Photokina, hay uno o dos productos que “roban la feria”.
Cada uno puede tener su propia lista, pero parece ser que en esta edición uno de ellos ha sido la cámara Fujifilm X100 hasta el punto de eclipsar a su también nueva hermana mayor, la fílmica para formato medio GF670W.
Y eso que no estará disponible hasta dentro de aproximadamente medio año.
Pero decididamente, parece que el público está cansado de cámaras aburridas y “todas iguales”. Y para algunos, el precio no tiene por qué ser un factor relevante.
En otro ámbito, más mediático, la Hasselblad H4D-40 en edición Ferrari limitada a 499 unidades, se llevó también una gran parte de la atención. Casi más que las dramáticas mejoras en rendimiento que algunos de los nuevos objetivos presentados.
Pero en estas reflexiones breves, nos dejamos un montón de productos en el tintero, tal como la presentación en Europa de la Pentax 645D, una cámara para formato medio en cuya aparición ya casi nadie creía, el nuevo captor Foveon...
Quedan largos meses para decantar, probar productos... y prepararse para otras ferias, pues “la cosa no acaba aquí”.
Y en esta edición, por cierto, no nos hemos encontrado con un siempre entrañable personaje: el veterano periodista o informador al que venimos viendo Photokina tras Photokina y que nos dice, ...”this is my last Photokina”... para volvernos a encontrar con el en la siguiente y en la siguiente...
En suma: Photokina sigue siendo algo inenarrable, y es algo para ver y experimentar en persona.
"Moon over Cologne, Germany"
Nota: excepto lo indicado, todas las imágenes © DSLR Magazine
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