Cuando miramos una escena con el fin de convertirla en fotografía, la herramienta utilizada se convierte en algo que se interpone entre nosotros y lo que vemos. Es, en primer lugar, una barrera física: un objeto que media entre el ojo y la realidad fotografiada. Y lo que atrapa esa herramienta no es lo que el ojo ve, pues transforma una acción orgánica en un acto mecánico.
![]() |
© Fernando Puche |
Cuando miramos una escena con el fin de convertirla en fotografía, la herramienta utilizada se convierte en algo que condiciona nuestra mirada. Es, además, una barrera psicológica: un objeto que nos empuja a considerar el entorno como una realidad fotografiable. No existe la mirada pura, pues fotografiar algo significa mirarlo con un fin. Y ese fin condiciona la manera de enfrentarnos a lo que vemos.
Abecedario fotográfico para tiempos líquidos: «A», de Afecto / «B», de Barrera / «C», de Concepto / «D», de Deseo / «E», de Evolucionar / «F», de Fracaso / «G», de Guiar / «H», de Herencia / «I», de Implicación / «J», de Juicio / «K» de Kilo / «L» de Lugar / «M», de Memoria / «N», de Narciso / »Ñ», de Ñora / «O», de Ostracismo / «P», de Pregunta / «Q», de Quimera / «R», de Revisión / «S», de Subjetividad /
Comentarios