¿De verdad soy yo quien hago mis propias fotos? Lo cierto es que son mis ojos los que miran a través del visor. Así pues, desde fuera cualquiera respondería afirmativamente. No hay duda.
Pero en mi cabeza habitan un buen montón de pensamientos ajenos. Y también imágenes de otros. Soy como un archivador acumulando miles de frases, consejos, visiones y certezas de otras personas. En realidad, no los he robado; llegaron a mi cabeza y decidí darles asilo. Parecen míos y no lo son; hay miles de personas trabajando con idénticos conceptos y convicciones.
![]() |
© Fernando Puche |
Por tanto, al hacer una foto estoy influido por todas esas ideas y paisajes que pueblan mi cabeza. Si me deshiciera de todo ello no sería yo mismo, sería otro. Al final aprendí a detectar cuanto de mí hay en cada foto hecha y cuanto es foráneo. Lo siguiente es crear fotos que tengan más de mí y menos de los demás. Sabiendo, claro está, que detrás de mis imágenes estoy yo, aunque muestren un poco de musgo pegado a una roca.
Abecedario fotográfico para tiempos líquidos: «A», de Afecto / «B», de Barrera / «C», de Concepto / «D», de Deseo / «E», de Evolucionar / «F», de Fracaso / «G», de Guiar / «H», de Herencia / «I», de Implicación / «J», de Juicio / «K» de Kilo / «L» de Lugar / «M», de Memoria / «N», de Narciso / »Ñ», de Ñora / «O», de Ostracismo / «P», de Pregunta / «Q», de Quimera / «R», de Revisión / «S», de Subjetividad / «T», de Tiempo / «U», de Umbral / «V», de Viaje / «W», de Wolframio / «X», de Xenon /
Comentarios