La Z es una letra peculiar que marca el preludio del fin. Los diccionarios, por ejemplo, terminan con ella. Nuestro abecedario también. Llegar hasta aquí significa entonces que estamos alcanzando el final de algo. Quiere decir que detrás de esta letra ya solo está el vacío. Sin embargo, más que concluir, estamos cerrando un círculo que podremos volver a recorrer una y otra vez.
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© Fernando Puche |
Estamos cerrando un círculo muy personal, eso es cierto, que aborda los desafíos con los cuales me he ido encontrando a lo largo de mi carrera: afectos, barreras, deseos, ideas, recuerdos, preguntas, sueños… Cuarenta años dan para mucho.
Para mí, cerrar este círculo significa intuir quién soy, aceptar el papel de la fotografía en mi existencia, lograr un cierto equilibrio entre lo deseable y lo posible, tratar de plantearme las preguntas adecuadas y desprenderme del lastre que me sobra. Dicen que el Zen busca la experiencia de la sabiduría más allá del discurso racional. Yo llevo tiempo intentándolo a través de la fotografía. Por eso es bueno cerrar este proceso, para dejar fluir todo lo que excede a la lógica.
Por cierto, nadie dijo que fuese fácil.
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